Gastronomía
Restaurantes

Un mítico restaurante de Cataluña abre sus puertas después de 100 años y ya está arrasando

  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

Después de más de un siglo, Casa Pince ha vuelto a abrir sus puertas en el corazón de Barcelona, recuperando su lugar como uno de los restaurantes más emblemáticos de Cataluña.

Este establecimiento histórico, que marcó la gastronomía barcelonesa a principios del siglo XX, ha regresado con una propuesta que fusiona tradición y modernidad, ofreciendo una experiencia culinaria única en el Gòtic.

Casa Pince, inaugurado en 1906 en la esquina de Carrer Ferran y Carrer de Rauric, fue un pionero en la oferta de comida para llevar en Barcelona. Fundado por Jean Pince y su esposa Catalina Ros, el restaurante se destacó por su refinada cocina y su innovador concepto de ‘take away’.

En sus primeros años, el local recibió prestigiosos reconocimientos, incluidos premios del Ayuntamiento y medallas en exposiciones internacionales como Bruselas y París. Decorado por el renombrado arquitecto Joan Alsina, colaborador de Antoni Gaudí, el restaurante se convirtió rápidamente en un referente para la burguesía barcelonesa.

El restaurante de Cataluña que combinó sofisticación y estrategias innovadoras en el siglo XX

El éxito de Casa Pince se debía no solo a su exquisita oferta gastronómica, sino también a su sofisticada decoración. Joan Alsina diseñó un interior elegante con detalles como copas de cristal de Bacarrá y mantelerías de Lyon.

Catalina Ros, conocida por su creatividad y energía, ideó estrategias publicitarias que atrajeron a la alta sociedad local, utilizando el aroma de su famoso pollo asado para captar la atención de los clientes saliendo de la misa del mediodía en la cercana iglesia de Sant Jaume.

La transformación y el renacimiento del restaurante

A pesar de su éxito inicial, Casa Pince cerró en 1919 debido a problemas financieros. Sin embargo, más de 100 años después, el nombre Pince ha vuelto a resplandecer en la escena gastronómica barcelonesa. El nuevo Casa Pince, ubicado en el mismo lugar que el original, ha renovado la tradición con una propuesta que respeta la esencia de la cocina catalana y mediterránea.

Ahora, el restaurante ofrece un menú del mediodía a 18,50 euros y una variada carta que incluye tapas clásicas y platos principales como judías de Santa Pau con butifarra, arroz meloso de gambota y filete con foie.

Su acogedor ambiente en el Gòtic es ideal para disfrutar de una comida bien elaborada y abundante, no solo revive la historia de Barcelona, sino que también establece un nuevo estándar en la gastronomía catalana contemporánea. Su regreso es un testimonio del impacto duradero de su legado.