Se la jugó con personalidad ante Eslovaquia y le salió bien

Puerta grande para Luis Enrique

La selección española se coronó y firmó el pase a octavos de final de la Eurocopa con una gran victoria ante Eslovaquia, y Luis Enrique sacó matrícula de honor con un planteamiento arriesgado, que levantó ampollas antes del comienzo, pero acabó sacando al seleccionador por la puerta grande

Luis Enrique: «Hemos demostrado estar preparados para superar dificultades»

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Puerta grande para Luis Enrique.
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Luis Enrique estaba en un ‘7’ de preocupación, como él mismo reconoció en la rueda de prensa previa al encuentro ante Eslovaquia, y no era para menos. España se encontraba en el alambre, sujeto, pero con la opción de que una derrota le desatara y firmara una eliminación sonrojante, temprana e inesperada de la Eurocopa. Lucho apostó, fuerte y de forma impopular, y 90 minutos después se llevó la razón, con un ’10’, una matrícula de honor que le devuelve el crédito de cara a las eliminatorias.

Cuestionado por su convocatoria y por las decisiones en los dos primeros partidos, Luis Enrique entró en el partido haciendo ruido y salió por la puerta grande, con una goleada bajo el brazo y con sus jugadores llevándole a hombros después de una actuación completísima en cuando a juego y acierto. Enfrente, una Eslovaquia mareada por la circulación del balón de España, con un Busquets –MVP- majestuoso y Pedri y Koke como escuderos inmejorables para conectar con la delantera.

En la línea más adelantada, el fallo de Morata en el penalti sirve para rellenar los memes, pero no para mermar la confianza del seleccionador en uno de sus jugadores fetiche. Álvaro le fija a los centrales, corre en primera línea de presión y siempre está dispuesto en el remate, aunque desacertado hasta el vacile de los internautas. La alineación del ‘7’ fue una de sus decisiones, pero las más sorprendentes residieron en la defensa, una línea que se mantuvo infranqueable atrás y con protagonismo en los goles.

Azpilicueta, lateral relegando al banco a Marcos Llorente, aportó la solidez necesaria para soltar al resto del equipo hacia delante. Lo agradeció el carrilero en la banda opuesta, un Jordi Alba que asistió a Sarabia y se mostró profundo como en sus grandes días en el Barça de Messi. Eric, aseado y centrado, compartió dupla de centrales con un gran Laporte, que además de jefe por fin desde su perfil, el izquierdo, anotó el 2-0 tras un centro de Gerard Moreno.

Busquets, el ‘chivato’ para sacar un 10

Luis Enrique planteó el partido y sacó la matrícula de honor, pero lo hizo con ciertas trampas. El asturiano tuvo un chivato, que le sopló las preguntas, y con el que todo fue más fácil. Busquets fue el eje y completó un encuentro que no sólo le hizo las cosas más sencillas al seleccionador, sino también al resto de sus compañeros. Alguno de ellos, como Sarabia, contaba con la única confianza del seleccionador, pero la aprovechó a las mil maravillas con un gol, una asistencia, y la sensación de peligro constante que le vale una prácticamente segura titularidad en octavos.

Ahora toca Croacia, en unos octavos que no son los más sencillos pero pudieron ser peores, y queda por conocer si Luis Enrique confirmará a sus once elegidos como los titulares de aquí al final de la Eurocopa o si seguirá experimentando con los 24 elegidos. Sea de una manera o de otra, el seleccionador ha ganado –crédito y derecho– a base de arriesgar y ganar.

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