Eurocopa
PUBLICIDAD ENCUBIERTA

Denuncian a Cristiano Ronaldo por desvelar su frecuencia cardiaca en el último partido de Portugal

La UEFA prohíbe cualquier publicidad ajena a los patrocinadores oficiales de la Eurocopa

Una empresa tecnológica difundió los datos cardiacos de Cristiano en el duelo ante Eslovenia

Revelan la frecuencia cardiaca de Cristiano antes de tirar el penalti ante Oblak

Cristiano Ronaldo ha sido denunciado en la Eurocopa por el llamado marketing de emboscada, una estrategia de publicidad en el que las marcas publicitan un producto sin decirlo de forma clara. El futbolista portugués es acusado de llevar a cabo este método de publicidad que no permite la UEFA, ya que el máximo organismo del fútbol europeo sólo permite hacer publicidad de los patrocinios que ellos han contratado.

El problema al que se enfrenta Cristiano Ronaldo se debe a la publicación de los datos de su ritmo cardíaco durante el último partido de Portugal ante Eslovenia en la Eurocopa. WHOOP, una empresa tecnológica que monitoriza diversos aspectos de la salud y con la que el propio Cristiano colabora, difundió la frecuencia cardiaca del jugador portugués durante ese partido de octavos.

Esos datos, que fueron muy interesantes para saber cómo vivió Cristiano Ronaldo, los estudia la UEFA como una posible publicidad prohibida por parte del capitán portugués. Existe un caso similar -con publicidad en otro tiempo de producto- en otra Eurocopa, la de 2012. En aquella edición Nicklas Bendtner, internacional por Dinamarca, celebró un gol levantándose la camiseta enseñando unos calzoncillos de una marca que él quería publicitar. La UEFA se dio cuenta del acto voluntario de Bendtner y le puso 80.000 libras de multa por hacer publicidad por su cuenta sin que esa marca fuera patrocinador oficial del torneo.

Los datos cardiacos de Cristiano Ronaldo

Esta publicidad encubierta -llamada marketing de emboscada- viene por los datos que la empresa WHOOP facilitó sobre la frecuencia cardiaca de Cristiano Ronaldo. En concreto, se comprobó que tenía su ritmo cardíaco por encima de las 170 pulsaciones por minuto en el momento del pitido final, cuando se consumó la tanda de penaltis ante Eslovenia, con un sentimiento de culpabilidad alto debido a ese penalti que le negó en la prórroga Jan Oblak. Fue en ese momento cuando el portugués comenzó un proceso mental para reducir su ppm al mínimo, entrando en un estado de calma, preparándose para su segundo lanzamiento de penalti en la tanda.

Los datos, recogidos por WHOOP, demuestran que la frecuencia cardiaca de Cristiano antes de tirar su segundo penalti ante Oblak estaba en su nivel más bajo, por debajo de las 110 ppm, disparándose hasta las 150 ppm en el momento de celebración de su gol y volviendo a picos de máxima actividad, rondando los 180 ppm cuando se consumó la clasificación a cuartos de Portugal tras la actuación heroica de Diogo Costa.

Cabe destacar que la frecuencia cardíaca media de los futbolistas puede superar las 140 ppm, con picos que alcanzan entre 170 y 190 ppm, dependiendo del puesto de cada jugador sobre el terreno de juego y su influencia en el juego. A medida que aumenta la intensidad del ejercicio realizado, los músculos requieren más oxígeno, lo que hace que el corazón trabaje más intensamente disparando este medidor cardíaco.