ELECCIONES VENEZUELA

Zapatero se borra de todos los encuentros del Grupo de Puebla con la oposición venezolana

Sus compañeros del Grupo de Puebla sí se reunieron con todos los representantes y candidatos de la oposición

José Luis Rodríguez Zapatero y Leonel Fernández, cabeza visible del Grupo de Puebla.
José Luis Rodríguez Zapatero y Leonel Fernández, cabeza visible del Grupo de Puebla.
Pelayo Barro

El ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, que acudió a Venezuela para apoyar a Nicolás Maduro en su campaña y para ejercer como verificador internacional de las elecciones nacionales que terminaron bajo evidentes signos de pucherazo, sigue sin pronunciarse sobre el resultado de los comicios. De hecho, pese a proclamar que acudía como observador imparcial, no participó en ninguna de las reuniones que sus compañeros del Grupo de Puebla -en el que fue integrado- mantuvieron en días previos con partidos de la oposición. Tampoco ha reclamado la entrega de las actas.

El papel de Zapatero en Venezuela ante la cita electoral fue, supuestamente, el de un observador que acudía a comprobar que todo se ejecutaba conforme a la legalidad. Sin embargo, tan sólo mantuvo contactos con Maduro y su equipo. No figura en ninguna de las reuniones que el ex presidente de República Dominicana y cabeza de la delegación del Grupo de Puebla, Leonel Fernández, mantuvo con prácticamente todos los candidatos. A Fernández le acompañó también el ex presidente de Colombia, Ernesto Samper.

En el ciclo reuniones que mantuvieron los representantes del Grupo de Puebla se incluyó  un encuentro con Edmundo González, candidato de la oposición y virtual ganador de las elecciones, según los datos del 80% de las actas conocidas.

Los representantes del Grupo de Puebla se reunieron también con Antonio Ecarri, del partido Alianza del Lápiz, con Timoteo Zambrano, diputado y Secretario General de Cambiemos, con Luis Eduardo Martínez, del partido Acción Democrática (AD), entre otros.

Zapatero, Martín Torrijos, Samper y Leonardo Fernández fueron invitados como «observadores internacionales» por el propio Consejo Nacional Electoral de la República Bolivariana de Venezuela. El mismo organismo que custodia y no revela las actas y que el pasado lunes proclamó a Maduro como presidente pese a todas las irregularidades detectadas.

Desaparecido

El dirigente socialista no se ha sumado a un pronunciamiento realizado por otros miembros del llamado Grupo de Puebla, un foro que apoya a Maduro, en un llamamiento para que el gobierno chavista revele las actas de las elecciones. La clave que demuestra que hubo un amaño.

Silencio total. Nadie sabe dónde está Zapatero, si sigue en Venezuela o ha vuelto a España, ni tampoco qué le han parecido los resultados y el devenir electoral de la cita con las urnas del pasado domingo, de la que Maduro salió de nuevo presidente. O al menos, autoproclamado presidente por el Consejo Electoral Nacional.

Pese a que Zapatero llego a Venezuela como parte del Grupo de Puebla, una organización que defiende los valores de izquierda por todo el continente americano, el ex presidente socialista no se ha sumado a la petición de otros miembros destacados de este grupo -también desplazados a Caracas- que han valorado de forma un tanto crítica los resultados. Y sobre todo, la forma en la que el gobierno venezolano los ha anunciado, sin ni siquiera aportar a la ciudadanía las actas de los colegios de votación.

El ex presidente de República Dominicana Leonel Fernández, uno de los dirigentes del Grupo de Puebla que acudió con Zapatero a Caracas invitado por Maduro, sí ha publicado un llamamiento para que el régimen chavista haga públicas esas actas. Según la oposición, reflejarían que entre un 60% y 70% de los electores apostaron por el candidato de la oposición, Edmundo González. A esta declaración también se sumó Ernesto Samper, ex presidente de Colombia.

El Gobierno le defiende

El ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero se ha convertido en uno de los grandes apoyos internacionales de Nicolás Maduro. Zapatero ha ejercido de observador en las últimas elecciones celebradas en Venezuela, en representación del Grupo de Puebla, foro político y académico integrado por representantes de la izquierda política latinoamericana. Su conexión con Maduro ha quedado demostrada en múltiples ocasiones, con la connivencia del Gobierno español. El Ejecutivo de Pedro Sánchez justifica que estas actuaciones son «a título personal» y se inscriben, por tanto, en el ámbito privado.

Así resolvía el Gobierno una reciente pregunta por escrito en el Congreso de los Diputados, registrada por el diputado de UPN, Alberto Catalán. «¿Ha encomendado el Gobierno de España alguna gestión a Rodríguez Zapatero ante el actual gobierno de Venezuela? ¿Informa Zapatero al Gobierno de sus actividades en Venezuela? ¿Tiene el visto bueno del Gobierno para los viajes que realiza a Venezuela?».

En su respuesta, el Gobierno de Sánchez evita, en cualquier caso, censurar la proximidad de Zapatero con el régimen chavista, limitándose a asegurar que «los desplazamientos y actuaciones que se realizan a título individual, en pleno respeto de los derechos y libertades públicas, reconocidas y protegidas en nuestro ordenamiento jurídico, se inscriben en el ámbito de lo personal». Y añade: «La política exterior española es dirigida por el presidente del Gobierno, y planificada y ejecutada por el titular del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación».

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