Xavi Palau: «Hay que expulsar al inmigrante que delinque y devolver a los menas con sus padres»

«Hay que expulsar al inmigrante que delinque y devolver a los MENAS a su país con sus familias de origen. Tampoco puede haber ayudas municipales para los delincuentes reincidentes». Así de rotundo lo afirma en una entrevista con OKDIARIO Xavi Palau, jefe de la oposición en el Ayuntamiento de Lleida y presidente provincial del PP: «Yo lo tengo claro. O aportar o apartar. No pueden estar aquí quienes vienen a aprovecharse del sistema». Xavi Palau tiene claro que «la inmigración irregular está generando una enorme tensión social en los barrios» y que «hay relación» (así lo afirma) entre ese fenómeno y la alta tasa de delincuencia y criminalidad que sufren en la capital de la Cataluña interior.

Lleida tiene ya más de un 20% de extranjeros. La primera impresión del forastero al bajar del AVE de Madrid, pasear por la estación y adentrarse en el centro histórico es la de una ciudad absolutamente sucia (que huele mal en algunas zonas del centro) y llena de inmigrantes magrebíes y subsaharianos deambulando sin oficio ni beneficio. Un grupo de ellos se lava en una fuente pública frente a la estación y llena varias garrafas de agua. Otros tirados por el suelo cerca de la catedral. Uno de ellos hace pis en una esquina.

Cuenta Xavi Palau que el anterior gobierno municipal de ERC (la única excepción al PSC en 45 años) «empadronó sin ningún control a los okupas y les puso, además, contadores de agua gratis». Recuerda Xavi Palau que, a partir del momento de estar empadronados, se convierten legalmente en personas con derechos que usan los servicios públicos.

Xavi Palau destaca que «Lleida es una ciudad de acogida para quienes quieren venir aquí a vivir y trabajar» y recuerda a las familias de temporeros en la recogida de la fruta y distingue de «quienes vienen a servirse del sistema sin respetar nuestras tradiciones». «Hay que poner orden en las calles de Lleida», afirma categórico Xavi Palau.

Para el líder del PP en Lleida, «la inmigración irregular está generando una enorme tensión social en los barrios», que empiezan a estar irreconocibles. Xavi Palau señala que «la gente teme perder su identidad». El PP ha lanzado una campaña «transversal» en defensa de los barrios que está siendo un éxito: ya lleva más de 1.200 firmas: «Está firmando todo tipo de personas, no sólo del PP; también independentistas y socialistas». La campaña trata de evitar la «imposición» por parte del alcalde socialista, Fèlix Larrosa, de nuevas mezquitas y espacios públicos para inmigrantes musulmanes: «Queremos que se pregunte primero a los vecinos y a los comerciantes si están de acuerdo y la ubicación».

Pongan ustedes Lérida o Lleida en Google y vean las noticias sobre delincuencia e inseguridad que aparecen. Hace pocos días, se hicieron virales las imágenes de cuatro ciudadanos desarmando y deteniendo a un delincuente que acaba, cuchillo en mano, de robarle su reloj a un señor de 60 años en la calle Costa de la Magdalena, del centro histórico. El barrio de La Mariola está considerado uno de los mas conflictivos de toda España. Hace apenas dos fines de semana, dos apuñalamientos en 48 horas. Según el ministerio del Interior, en 2023 se registraron en la provincia de Lleida 22.350 delitos, la mayoría en su capital de apenas 140.000 habitantes, a razón de 2,5 delitos la hora con un incremento de la criminalidad de un 3,4% respecto a 2022. Las agresiones sexuales subieron un 36% en 2023. Las violaciones pasaron de 77 a 105 en un año, la mitad de ellas en la capital.

Para Xavi Palau, «el socialismo es cómplice de la delincuencia y de la situación que se vive en las calles de Lleida». Para él, forma parte de su ADN: «El socialismo sólo ha traído ruina y decadencia a Lleida. El socialismo premia al vago y al delincuente y castiga al autónomo, al emprendedor y al estudiante y es lo que vivimos en Lleida. Hay un establishment de socialistas e independentistas que se reparten el poder y son los únicos que viven bien. Llevan décadas haciendo perder a Lleida enormes oportunidades».

El nuevo PP de Xavi Palau consiguió ser en las municipales del año pasado la segunda fuerza política en La Paeria, como se conoce al ayuntamiento situado en un precioso edificio románico (rehabilitado) del siglo XIII. Paer proviene del latín paciari que significa «hombre de paz» y tiene su origen el privilegio otorgado por el Rey Jaime I de Aragón en 1264. Por eso, a los concejales se les conoce como paers. El paer en cap es el alcalde y, desde 1979, sólo ha habido alcaldes socialistas del PSC, salvo en la última legislatura que fue de ERC. Duró nada. De ERC, los ilerdenses volvieron al PSC con Fèlix Larrosa. El PP de Cataluña, con Xavi Palau y su equipo, consiguió por primera vez en su historia ser la segunda fuerza más votada en una capital de provincia.

Xavi Palau no tiene dudas. Será alcalde de Lleida: «Tenemos las ideas claras y podemos mirar a los vecinos a la cara». Quiere ley y orden para Lleida, empezando por el problema (grave) de la inmigración irregular y la delincuencia. «Primero, lo nuestro», dice Xavi Palau. Suena un poco al «America first» de Trump, pero nada que ver. Palau es, simplemente, consciente, del deterioro de la Lleida y de los problemas que preocupan a sus vecinos: «Me votaron gente del PP y gente que no lo era, incluso independentistas».

Xavi Palau tiene claro: «A mí nunca me votarán los delincuentes y los okupas». Al despedirme, le hago la broma siendo del PP viendo su manera contundente, sin complejos y sin ambages de hablar: «No pareces del PP». Se ríe. Entiende la indirecta: «Yo nunca hablo de Vox. Yo tengo las ideas claras».

De camino de vuelta hacia la estación del AVE, pega el sol de la tarde en la calle Mayor («la calle comercial más larga de Europa», presume Xavi Palau, como de la Catedral Vieja, la Seu Vella, símbolo de la ciudad). Más inmigrantes tirados en el suelo, pero a la sombra. Un señor de aspecto pakistaní tira desde una ventana un cubo de agua sucia que casi nos tragamos. La fuente junto a la estación sigue okupada por varios subsaharianos que deben de estar acabando con las reservas de la ciudad. Sale gratis.