Vicente Gil: «Zapatero es el ‘capo di tutti capi’ de la banda de Sánchez, Bolaños y Santos Cerdán»

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Zapatero ha salido este fin de semana, otra vez, a defender públicamente al soldado Sánchez, las carreras de Santos Cerdán por los aeropuertos como si fuera la Pantoja huyendo de paparazzis, la negociación secreta en Suiza y lo del mediador salvadoreño especializado en guerrillas y derechos humanos. Dice Zapatero que Sánchez tiene todo el derecho del mundo a reunirse con quien le dé la gana y donde le dé la gana. Cuando Zapatero sale a la palestra es porque Sánchez está apurado y lo necesita. Como en las elecciones de julio.

Es lógico. En mentiras, amoralidad y sectarismo político Zapatero es el campeón. Es el maestro, pese a su apariencia de Mr. Bean, y Sánchez sólo un aprendiz. A Sánchez se le ve a la legua porque su narcisismo enfermizo le delata. A Zapatero la derecha no supo verlo.

En Génova le llamaban Bambi, pero mandó al PP a su casa el 14M de 2004, después del 11M. Y, años después, aún le colocó a Rajoy su llamado «proceso de paz» con ETA, que no era más que el acta de defunción del PP, firmada por el PSOE y los separatistas, para que el PP no volviera nunca más a gobernar. Y en estas estamos. De aquello viene esto. No es de extrañar, por tanto, que Zapatero siga rompiéndose el espinazo por defender a Sánchez.

Zapatero inició hace 20 años, con ETA, este proceso de rendición del PSOE al independentismo catalán y vasco. El bien de España o el fin del terrorismo y la sangre derramada le importaban un carajo. Con una mano firmó el Pacto Antiterrorista con Aznar mientras con la otra mandaba a Eguiguren a hablar con Otegi para traicionar al gobierno de Aznar. El único propósito de aquello fue conformar, con visión de largo plazo, nuevas mayorías políticas con tal de que la derecha no pisara nunca más La Moncloa. Aunque fuera con asesinos y golpistas. Va en el ADN del PSOE. Léase su historia. Tienen poco de qué presumir.

Sánchez, ahora, simplemente está continuando con el independentismo catalán el plan que Zapatero inició con ETA y no pudo completar. Sus mentiras sobre la economía y la ruina a la que sumió al país le desalojaron del poder en 2011.

Zapatero se fue a su casa por ser un inútil gestionando el país, pero el plan ya estaba en marcha. En el caso de Cataluña, con lo de respetar la decisión del Parlament y el lío del Estatut. Aquello inició el procés y la violencia brutal vivida en 2017 que, por supuesto, se comió el PP en el Gobierno para que ellos -el PSOE- pudieran venir después, en 2018, a ofrecerles impunidad penal y económica y sacarlos de la cárcel a cambio de seguir en el poder para siempre. Lo mismo que Zapatero con ETA después de que Aznar la dejara prácticamente derrotada y a falta de una puntilla que la victoria del PSOE evitó en las elecciones del 14M de 2004.

El julio pasado, durante la campaña electoral, Zapatero salió, presuroso, a salvar al soldado Sánchez. Siempre sale cuando está en apuros. La izquierda tiene ese sentido corporativo de clan mafioso. Sabe que lo primero de todo es conservar el poder como sea y no soltar la poltrona aunque sea vendiendo a su madre para manejar el BOE y el presupuesto nacional, enchufar a miles de personas, dar paguitas y bonos gratis y manipular los medios de comunicación que dependen de las subvenciones y la publicidad institucional para mantener a la masa atontada y sin discernir el bien y el mal o lo importante de lo intrascendente.

Sánchez estaba en julio en la cuerda floja y Zapatero, el capo del clan, salió, con éxito, a su rescate, ayudándole a movilizar a la izquierda con el cuento de que él había derrotado a ETA. Y lo hizo porque sabe que la amnistía de Sánchez y Cataluña es sólo la continuación del pacto que él selló con ETA. Ese acuerdo que le colaron a Rajoy y al PP por la escuadra de forma estúpida («Mariano, no hagas nada») y que está metido en una caja fuerte de la Fundación Henry Dunant de Suiza a buen recaudo de la sociedad española.

Por eso, con Bildu no hace falta firmar ahora pactos de investidura ni hacerse fotos. El pacto ya lo firmó Zapatero hace 20 años y la condición fue que el PSOE rindiera al Estado ante ETA, excarcelar a los presos, blanquear a la banda terrorista, darles en su momento (cuando los presos estén libres) el poder en Euskadi a cambio del de Madrid para el PSOE y amnistiarlos si es necesario. Sí. No lo olviden. Amnistiar a los etarras si es necesario, como a Puigdemont, para terminar de cambiar la Constitución, el Régimen del 78 y la monarquía parlamentaria por la puerta de atrás.

Cojan ustedes la Exposición de Motivos de la Ley de Amnistía y donde pone «conflicto catalán» pongan ustedes «conflicto vasco». No necesitan más. ETA quiere a sus terroristas libres y sin mácula. Esto es lo que está en marcha si el felón de La Moncloa por desgracia no pilla, el año que viene, cargo europeo acorde a su ego y necesita seguir en Moncloa.

Ese es el plan del PSOE que inició Zapatero. Un pacto con todos los ultras, delincuentes, golfos y odiadores de España para perpetuarse en el poder. Bolaños o Santos Cerdán son meros mindundis.

Este es el plan del PSOE y de la banda de Sánchez cuyo capo di tutti capi o capo dei capi es, realmente, Zapatero. No le den más vueltas.

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