España
En la calle donde tiene su domicilio en Pozuelo

Los vecinos de Sánchez en Pozuelo se echan otra vez a la calle para pedir su dimisión

España se moviliza contra el Gobierno de Pedro Sánchez. De los aplausos en los balcones se ha pasado a las caceroladas y ahora la ciudadanía se echa a la calle para protestar contra la labor del Ejecutivo. Y hasta los vecinos del presidente del Gobierno piden que se marche de La Moncloa.

Pedro Sánchez cambió su apacible vida en Pozuelo (Madrid) por el Palacio de La Moncloa tras convertirse en presidente del Gobierno. Lo que no podía esperar es que sus propios vecinos en la localidad madrileña, los mismos con los que se cruzaba para ir a por el pan o saliendo a correr, sean los que ponen el grito en el cielo contra su gestión y piden, sin paliativos, su salida inmediata de La Moncloa, aunque eso suponga volver a encontrárselo cada día en Pozuelo.

Gritos de «¡Sánchez dimisión!» se han podido oír en la misma calle en la que Sánchez tiene su domicilio particular. Vecinos, con banderas de España, primero han hecho sonar sus cacerolas, mientras pedían la marcha de todo el Ejecutivo socialcomunista, y después han puesto a tronar el himno de España.

Ni son cuatro «pijos con palos de golf» ni unos «cayetanos» los que protestan contra la gestión sanitaria y económica de la pandemia. Son ciudadanos de a pie, de toda condición, los que a lo largo y ancho de toda España –a medida que se ha ido aliviando el confinamiento– han salido a la calle tras dos meses obedeciendo al Gobierno y quedándose en sus casas.

En ese tiempo han podido comprobar, también los vecinos de Sánchez, cómo España se convertía en el primer país en fallecidos por millón de habitantes, han visto caer a sanitarios a los que la nefasta compra centralizada del Ministerio de Sanidad ha dejado desprotegidos ante la virulenta pandemia. También han podido comprobar cómo empresarios, autónomos y todo tipo de trabajadores sufrían los estragos del cierre de la economía. Un cierre que ha provocado un daño irreparable y que ha sumido a miles de familias en el más absoluto abandono.

Por todo ello, miles de españoles ya no se cortan. Salen a la calle y gritan contra el Gobierno. Esto no ha hecho más que empezar.