La UE alerta de que el avance de la variante india llegará al 90% en agosto mientras Sánchez la devalúa

Pedro Sánchez covid
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (Foto: Europa Press)
Carlos Cuesta

“La probabilidad de que el SARS-CoV-2 delta VOC se convierta rápidamente en dominante en la UE se considera muy alta”, señala el informe Implications for the EU/EEA on the spread of the SARS-CoV-2 Delta (B.1.617.2) variant of concern de la agencia de la UE encargada del control del Covid (ECDC). Y es que el estudio añade que la penetración de la variante india llegará a convertir a esta cepa en la responsable del “70% de las nuevas infecciones por SARS-CoV-2 a principios de agosto y el 90% de las infecciones a finales de agosto”. Toda una alerta que, sin embargo, no ha llevado al Gobierno de Pedro Sánchez a tomarse en serio, una vez más, la gravedad de la variante. En España, Sánchez prefiere decir adiós a las mascarillas y dar paso a la «España de las sonrisas».

El estudio del European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC) de la UE pone el acento en la gravedad de esta cepa. El informe, del pasado 23 de junio, aclara que “según la evidencia disponible, la variante preocupante (VOC) del SARS-CoV-2 delta (B.1.617.2) [la variante conocida popularmente como india] es un 40-60% más transmisible que el VOC alfa [británica] (Β.1.1.7) y puede estar asociada con mayores riesgos de hospitalización”. Además, señala el organismo, “existe evidencia de que aquellos que sólo han recibido la primera dosis de un ciclo de vacunación de dos dosis están menos protegidos contra la infección con la variante delta que contra otras variantes, independientemente del tipo de vacuna”. Pese a ello, “la vacunación completa proporciona una protección casi equivalente contra la variante delta”.

Aumento rápido de las infecciones

Por todo ello, el informe señala que, “sobre la base de la ventaja de transmisión estimada de la variante delta y utilizando pronósticos de modelos, se prevé que el 70% de las nuevas infecciones por SARS-CoV-2 se deban a esta variante en la UE / EEE a principios de agosto y el 90% de las infecciones a finales de agosto”.

Es más, el estudio advierte de que “los escenarios de modelización indican que cualquier relajación durante los meses de verano de la rigurosidad de las medidas no farmacéuticas que estaban en vigor en la UE / EEE a principios de junio podría conducir a un aumento rápido y significativo de los casos diarios en todos los grupos de edad, con un aumento asociado en hospitalizaciones y muertes, alcanzando potencialmente los mismos niveles del otoño de 2020 si no se toman medidas adicionales”.

Pese a todo ello, Pedro Sánchez se ha empeñado en defender que ya somos la España “de las sonrisas”. Que debemos empezar a quitarnos la mascarilla en exteriores porque, por lo visto, hemos vuelto a derrotar al virus, como afirmó el año pasado por las mismas fechas. Y lo ha hecho con tal dedicación que hasta los datos de penetración de la variante india son distintos si se leen las estadísticas españolas que si se miran los datos que los laboratorios publican en el observador GISAID.

Así, en las bases de datos internacionales se señalaba ya este pasado lunes que esa variante supone el 20,9% de todos los nuevos contagios en España. Pese a lo cual, los datos del Ministerio de Sanidad, que en realidad, deben beber de los mismos laboratorios de secuenciación del virus que se recogen en GISAID, sólo reconocen un 2,7% de casos con posibilidad de llegar en sitios puntuales a superar el 10%.

El ECDC no escatima en alertas: “La probabilidad de que el SARS-CoV-2 delta VOC se convierta rápidamente en dominante en la UE / EEE se considera muy alta”, apunta. “Existe una probabilidad muy alta de que haya un aumento de infecciones por SARS-CoV-2 en la comunidad”, añade.

Protocolo de secuenciación

Lo más llamativo es que todos los informes -GISAID, ECDC y Ministerio de Sanidad-, en teoría, beben de los mismos datos. La diferencia en el reconocimiento del avance de la variante india del Covid, de este modo, no tiene explicación científica. El propio protocolo de secuenciación del Ministerio de Sanidad recoge en su página 4 la explicación al mecanismo de publicidad de los datos de evolución de las distintas variantes del coronavirus: “El Centro Nacional de Microbiología será el responsable de la comunicación de los resultados de secuenciación a los organismos de vigilancia internacionales (OMS, ECDC). Los laboratorios que realicen secuenciación depositarán las secuencias de los virus en la base de datos internacional GISAID”.

Es decir, que Sanidad conoce los datos de los laboratorios encargados de investigar el avance de las cepas del virus. Es más, esos mismos datos son los que deben depositar en la base de datos GISAID. Ese mismo protocolo en su página 5 señala lo siguiente: “Cualquier laboratorio que realice la secuenciación tiene la obligación de enviar los resultados de este análisis a salud pública de la comunidad autónoma correspondiente, para garantizar la integración de la secuenciación con la información epidemiológica”.

Traducido: los datos de GISAID y de Sanidad no deberían diferenciarse. Pero, lo cierto es que la estadística de GISAID para España y las alertas del ECDC no coinciden ni por lo más remoto con los de las actualizaciones de variantes del Ministerio de Sanidad. Y casualmente, los de Sanidad favorecen claramente a las tesis políticas del Gobierno de Pedro Sánchez.

Así, GISAID adjudicaba a España este pasado lunes un peso de la variante india (delta) sobre el total de un 20,9%. Es más, lo ofrece como un dato estable tras analizar la evolución en las últimas cuatro semanas. Y en el último informe de actualización de la evolución de las variantes del Ministerio de Sanidad, del 28 de junio, por el contrario, no se aporta ese dato ni de forma lejana. En ese informe, en su página 1, incluye el siguiente comentario: “Variante delta (B.1.617.2): Mayoritaria en India y Reino Unido. Probablemente más transmisible. Los primeros indicios en Reino Unido indican mayor probabilidad de ingreso. Ligera disminución de la eficacia vacunal con dos dosis, más acusada con una sola dosis”. Y añade la cuantificación nacional: “En España, La variante Delta (B.1.617.2) ha ido incrementando su porcentaje en los muestreos aleatorios hasta alcanzar un 2,7% en la semana 22 (con información preliminar de secuenciación en muestras aleatorias en SiViEs).

Sin embargo, su distribución es muy irregular de manera que, aunque su presencia es todavía muy baja o nula en algunas comunidades, en otras comunidades progresa rápidamente alcanzando porcentajes superiores incluso al 10% en muestreos aleatorios”.

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