España
Diada de Sant Jordi

Torra utiliza Sant Jordi para pedir a Europa que se involucre con la «represión» en Cataluña

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, ha recordado este martes por Sant Jordi a los líderes independentistas encarcelados y a los que se encuentran en el extranjero por su implicación en la organización del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017, y ha pedido a la comunidad internacional involucrarse para avanzar en resolver la situación en Cataluña.

«La solución del conflicto es una oportunidad para la democracia de todo el mundo», ha remarcado Quim Torra en una declaración institucional en inglés y también en catalán por Sant Jordi, que este año, ha dicho, es diferente porque miembros del anterior Govern están «en prisión o en el exilio por la represión del Reino de España».

Así las cosas, ha pedido que Europa y la comunidad internacional se involucren para resolver esta situación de forma democrática porque, en su opinión, «los juicios políticos no pueden ser tolerados». «Una democracia no puede tolerar la voz de personas siendo silenciadas con violencia y amenazas», ha remachado.

Reivindicación de la lengua

Durante su alocución, el presidente catalán sostiene que Sant Jordi es también una jornada de reivindicación de la lengua resaltando que este caballero «encarna el espíritu de un pueblo que se ha batido con muchos dragones, y que no se ha dejado vencer nunca».

«Hoy es un día muy importante para los catalanes, porque celebramos que existimos como país», ha defendido Torra, incidiendo en que la rosa y el libro son la síntesis de una manera de entender los valores de la vida y la comunidad y son la definición de un pueblo que ha vivido momentos de plenitud y momentos de dificultades, como todos los de la tierra, ha dicho.

El president ha subrayado que la lengua es la gran aportación de los catalanes a la riqueza cultural del mundo, y que ésta «ha sido perseguida y prohibida a lo largo de los siglos, y todavía hoy tiene adversarios, leyes e instituciones que querrían hacerla desaparecer».

Ha defendido que, como Cataluña, Sant Jordi acumula mucha historia, pero es una tradición que está viva, sobre todo por su vocación de futuro, y ha asegurado que esta fiesta es un clamor a la riqueza y a la diversidad cultural y una expresión de civismo de primera categoría: «Renovemos hoy, como cada año, pero con más fuerza que nunca, la lucha por el retorno de la victoria y de la libertad».