Tensión y disparos al aire en un buque de la Guardia Civil en Mauritania con 168 inmigrantes a bordo
La Guardia Civil denuncia las "condiciones penosas" que padecen agentes e inmigrantes
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Agentes de la Guardia Civil han disparado al aire para tratar de contener la tensión creciente en el buque Río Tajo, que fondea en el puerto de Nouadhibou, en Mauritania, con 168 migrantes a bordo.
Según informan fuentes de la Guardia Civil, la patrullera de salvamento española se encuentra desde el 24 de agosto con estos inmigrantes a bordo, a la espera de autorización para el desembarque en Mauritania o para proceder al traslado hasta las Islas Canarias.
Estas fuentes añaden que la situación de tensión ha ido en aumento con el paso de las horas, motivo por el que se ha decidido reforzar el número de agentes en el buque de la Guardia Civil, movilizando a efectivos destinados en el destacamento de Nouadhibou.
En las últimas horas, además, los agentes que custodian a los 168 migrantes han disparado al aire en dos ocasiones para tratar de sofocar los posibles conatos de motín.
AUGC, asociación profesional de la Guardia Civil, también ha recabado información sobre la situación para denunciar las «condiciones penosas» que padecen agentes y migrantes, lo que achacan a la falta de cooperación de Mauritania, según han precisado fuentes de esta organización.
#ÚLTIMAHORA| Máxima atención y apoyo en estos momentos desde AUGC a nuestros compañeros que se encuentran fondeados con la Patrullera Río Tajo en bahía de Nouadhibou con 170 inmigrantes rescatados en cayuco.
Autoridades de Mauritania no permiten el desembarco de rescatados. pic.twitter.com/vKtEw3CcyQ
— AUGC Guardia Civil 🇪🇸 (@AUGC_Comunica) August 26, 2023
En su cuenta en las redes sociales, AUGC ha añadido este sábado por la tarde que hay negociaciones por el momento infructuosas entre la agencia europea Frontex y las autoridades de Mauritania.
Desde sectores de la Guardia Civil denunciaron que sus homólogos de la Policía les dejaban «a ciegas» en lo relativo a las comunicaciones de coordinación para hacer frente a la inmigración irregular con los medios financiados por Frontex. También hubo quejas al interpretar que Interior había respaldado la gestión de comisarías en los recintos aduaneros, en detrimento de sus competencias.
Las fuentes de Interior subrayan que el error en la versión de la primera orden ministerial se limitaba a la gestión del sistema de comunicaciones encriptadas con Frontex, y que la decisión del Ministerio es que esto se regule desde un espacio neutral con representantes de Guardia Civil y Policía, pero bajo la dirección de la Secretaría de Estado de Seguridad.