España

Sánchez vulnera el ideario que el PSOE firmó en 2021 al pedir el reconocimiento unilateral de Palestina

La propuesta de Sánchez choca con la resolución que el PSOE aprobó en su 40º congreso

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

La propuesta de Pedro Sánchez de reconocer de forma unilateral el Estado de Palestina choca con el propio ideario del PSOE, firmado en el 40 congreso que el partido celebró en octubre de 2021 en Valencia.

La resolución que emanó de ese cónclave, y en la que se fijan las posiciones ideológicas del partido, dedica un apartado a la situación en Oriente Próximo. «Construyendo la paz y la estabilidad», titulan los socialistas. Bajo ese pretencioso epígrafe, se detalla la política con respecto al conflicto entre Israel y Palestina, que ahora Sánchez vulnera. «Los y las socialistas españoles estamos comprometidos con la solución al conflicto entre Israel y Palestina que permita a israelíes y palestinos vivir en paz y seguridad, libertad y democracia», señala el texto.

Con ese objetivo, proponen «impulsar, junto a otros países europeos, el reconocimiento al Estado palestino, que pueda convivir en armonía con el Estado de Israel», descartando así la vía unilateral que Sánchez lanzó la pasada semana y que ha originado una crisis diplomática con Israel.

Ese reconocimiento, prosigue el documento ideológico del PSOE, se haría a través de un proceso de negociación: «Apostamos por un diálogo serio y sincero que derive en una solución viable y justa al conflicto que garantice una paz estable y duradera en la región».

Exigencia de Sumar

El reconocimiento «unilateral» del Estado palestino, urgente y sin esperar un consenso previo en la UE, es una de las exigencias de Sumar para la investidura.

El documento del pacto con el PSOE se remite a la resolución que fue aprobada en el Congreso el 18 de noviembre de 2014, que instaba al Gobierno español a reconocer el Estado palestino, pero vinculándolo a un «proceso de negociación» entre israelíes y palestinos. La iniciativa, que suscitó el consenso de los grupos políticos, pedía «promover de manera coordinada en el seno de la Unión Europea dicho reconocimiento del Estado palestino como Estado soberano, en el marco de una solución definitiva y global al proceso de paz en Oriente Próximo basada en la creación de dos Estados, el israelí y el palestino, coexistiendo en paz, seguridad y prosperidad». Es decir, una apuesta por el diálogo y la «acción coordinada» con la comunidad internacional y en particular con la Unión Europea.

Advertencias

La vía unilateral de Sánchez para Palestina es descartada, además, por el departamento de Seguridad Nacional. En la estrategia de 2021, se destaca «la rapidez y profundidad de los cambios en la región, así como la necesidad de adaptar la posición española para que siga siendo útil en la búsqueda de una solución justa con ambas partes». En definitiva, una solución negociada y con garantías de paz.

Además, informes del Instituto Español de Estudios Estratégicos -vinculado al Ministerio de Defensa- advierten de las consecuencias de un reconocimiento unilateral: «Un desatino político y diplomático», «una narrativa que incentiva la violencia […] y recompensa al terrorismo».

«El momento ha llegado para que la comunidad internacional, especialmente para la Unión Europea tomen una decisión sobre el reconocimiento del Estado palestino. Merecería la pena que muchos miembros de la UE lo hiciéramos juntos, pero si eso no ocurre España por supuesto tomará sus propias decisiones», lanzó Sánchez la semana pasada, desde Rafah.

Sus ataques a Israel durante la visita a Oriente Medio provocaron la reacción inmediata del país y han originado un choque diplomático. Israel ha acusado a España de «apoyar el terrorismo», y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, tachó las acusaciones a Pedro Sánchez de «totalmente falsas, fuera de lugar e inaceptables». Ambos países convocaron a los embajadores.