Sánchez usa el Super Puma y el Falcon para ir a un concierto de Serrat en Barcelona
El presidente del Gobierno vuelve a utilizar el avión presidencial para ir a un concierto en Barcelona
Sánchez se jacta en una reunión con víctimas de ETA de «consolidar la libertad y la democracia»
Sánchez despilfarra 6.000 litros de combustible en 2 vuelos vacíos del Falcon para la foto en La Palma
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a echar mano del avión presidencial y del helicóptero Super Puma para hacer un viaje Madrid-Barcelona. El líder socialista ha acudido a la ciudad condal para asistir a un concierto de Joan Manuel Serrat junto al ministro de deportes Miquel Iceta y la consellera de Cultura de la Generalitat de Cataluña, Natalia Garriga. El jefe del ejecutivo, que reivindica siempre que puede el ecologismo, no ha escatimado en gastos de combustible para hacer un viaje de apenas 600 Km. Concretamente el modelo de Falcon que utiliza el Gobierno de España consume 1041 litros de queroseno y emite dos toneladas de CO2 por hora de viaje. Cabe decir que el trayecto en avión entre Madrid y Barcelona tiene una duración de 1 hora y 15 minutos.
Según ha informado el Gobierno, Sánchez acudirá a las 21.00 horas de este viernes al último de los tres conciertos que Joan Manuel Serrat ofrece estos días en el Palau Sant Jordi de Barcelona para despedir al mítico cantante. Serrat, muy ligado históricamente a los socialistas, protagonizó este viernes su tercer concierto con el que concluyó su gira de despedida de los escenarios, que arrancó hace ocho meses en Nueva York, y que lleva por título El vicio de cantar, 1965-2022.
No es la primera vez que el líder socialista se sube al Falcon a pesar de que no sea estrictamente necesario. El pasado mes de agosto, el presidente se desplazó a la isla de La Palma para mantener un encuentro institucional con la ministra de Sanidad, Carolina Darias y el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres. Como avanzó OKDIARIO, el desplazamiento en Falcon del líder socialista obligó a la aeronave oficial a realizar dos vuelos en vacío: entre la Base Aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) y Lanzarote -donde Sánchez pasa sus vacaciones- y, de vuelta, entre Lanzarote y Madrid. En esos movimientos, el Falcon consumió entre 6.000 y 6.700 litros de combustible, según las fuentes consultadas por este periódico.
El gusto de Sánchez por el avión oficial ha sido muy criticado por el Partido Popular, que considera que el jefe del Ejecutivo no puede pedir sacrificios a los españoles imponiéndoles su plan de «ahorro energético» mientras sigue subiéndose al Falcon, una aeronave que implica un enorme gasto en combustible y también desde el punto de vista medioambiental.