Sánchez reúne mañana a algunos barones para evitar fisuras en su mensaje ante el golpe secesionista

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, reúne mañana a algunos barones, no todos, para tratar la posición que la formación mantiene para frenar el órdago independentista en Cataluña. Desde la dirección apuestan por más «coordinación, unidad y un solo mensaje» ante el desafío secesionista.

Tras reunirse una primera vez, Sánchez salió de Moncloa apoyando las medidas del presidente Mariano Rajoy. Días después introdujo en su discurso la conveniencia del «diálogo». Cambio que molestó a algunos de sus barones para la imagen de la formación, a seis semanas de unas generales. Tanto el líder de Podemos, Pablo Iglesias, como el cabeza de lista de Ahora en Común, Alberto Garzón, también apuestan por el diálogo y así se lo transmitieron a Rajoy en sus respectivas reuniones.

Aplicación de la ley, petición de diálogo y respaldo al Gobierno en la aplicación de medidas jurídicas contra los secesionistas. Esa es la hoja de ruta que Sánchez explicará a sus barones y de la que no se deben de salir, incluido Miquel Iceta. «Necesitamos un mensaje unitario», explica un socialista que teme que cada uno diga lo que le sale en gana con unas elecciones a la vuelta de la esquina.

En concreto, Sánchez y Rajoy solo pactaron acudir al Tribunal Constitucional, como más tarde desvelaría Rajoy en uno de sus discursos en el Foro del diario El Mundo. Tras una llamada telefónica para quedar, ambos líderes vuelven a verse las caras y aquí sí que hablarán sobre la posible aplicación del 155 de la CE que implica la suspensión de la autonomía catalana. «Se podría hacer de muchas maneras», insisten desde el Gobierno, ante un caso de desobediencia a la Ley por parte de los secesionistas.

Sin embargo y esta vez, Rajoy podría no entenderse con Sánchez como sí lo hizo la primera vez. Sánchez insiste en una mesa de diálogo antes de que el Gobierno aplicara medidas extremas (el artículo 155) y así lo trasladará a sus barones este miércoles a las 17 horas.

El secretario general del PSOE metió este fin de semana en sus actos de campaña a Rajoy y el problema catalán para asegurar que el Gobierno había permitido que «esto hubiera pasado» y acusó al Presidente de permitir que «el secesionismo suba como la espuma» tras considerar que la mayoría de catalanes «no quieren ni el inmovilismo ni el rupturismo», situando a su formación como la única capaz de evitar «la fractura».

El cónclave de este miércoles viene precedido a su vez de la reunión que mantuvo Sánchez con los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero al que también asistió Joaquín Almunia. No pudo asistir Alfredo Pérez Rubalcaba, al coincidir el encuentro con sus clases universitarias, aseguraron a este medio fuentes socialistas. Dicho encuentro trató de «enderezar» a Sánchez hacia una postura común para el partido y tratar de que los dirigentes lleven una postura unitaria a las tertulias y encuentros. De ahí la reunión de mañana.

Desde Ferraz señalan que no se trata de un Consejo de Política Federal como habitualmente celebran, avisando a todos los barones. En este caso, no están llamados los secretarios regionales que no están al frente de sus respectivos Gobiernos.

Sí que asistirán los siete presidentes autonómicos del PSOE. Susana Díaz (Andalucía), Ximo Puig (Valencia), Javier Fernández (Asturias), Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha), Javier Lambán (Aragón), Fernández Vara (Extremadura), Francina Armengol (Baleares) y Miquel Iceta (Cataluña). Aunque están por confirmar Puig y Armengol, que a estas horas desconocen si por problemas de agenda podrán asistir a la cita. También está pendiente por confirmar la cabeza de lista de Barcelona, Carme Chacón, secretaria de Relaciones Internacionales de la ejecutiva, que antes tiene que presentar la candidatura del PSC por Girona.

Sánchez y los barones socialistas ya se reunieron en Madrid el pasado 28 de octubre en el marco del Consejo de Política Federal, donde aprobaron una resolución en la que se comprometían a respaldar las medidas necesarias para «hacer respetar la Constitución y las leyes», «defender la unidad de España» y «salvaguardar la convivencia democrática en la totalidad del Estado».