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GOBIERNO DE ESPAÑA

Sánchez reculó y condenó a Irán tras una llamada de la UE: Robles y Albares se lo habían pedido sin éxito

  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

Pedro Sánchez tardó más de doce horas -el tiempo que pasó entre el primer tuit y el segundo- en condenar el ataque de Irán contra Israel perpetrado este pasado sábado. En ese lapso de tiempo, dos de sus ministros, los de Exteriores y Defensa, José Manuel Albares y Margarita Robles, intentaron convencer sin éxito al jefe del Ejecutivo de que su Gobierno debía condenar sin ambages ni condicionantes el lanzamiento de misiles y drones explosivos por parte de Teherán. Ya el domingo por la mañana, tras una comunicación de Bruselas -fuentes consultadas por este periódico señalan que del entorno del Alto Representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell-, Sánchez usó el término condena en una argumentación más extensa en la que rectificó su posición inicial.

España fue uno de los últimos países en condenar lo sucedido. Lo que provocó una reprimenda por parte de Israel. El sábado por la noche, mientras Borrell censuraba el ataque en nombre de la Unión Europea, Pedro Sánchez hablaba de «acontecimientos» para referirse al ataque de Irán contra Israel. Un mensaje que molestó tanto dentro de las propias filas socialistas del Gobierno como en Bruselas y en Jerusalén, ya que rompía por completo el consenso comunitario y occidental de apoyo a Israel.

En las últimas semanas, Sánchez ha comprado por completo el discurso y la argumentación de sus socios de Sumar, Podemos, ERC, Bildu y el BNG respecto al conflicto entre Israel y Palestina, prometiendo el reconocimiento unilateral del Estado palestino por parte del Consejo de Ministros. En plena operación para erigirse como el líder que ponga de acuerdo a los países europeos con los árabes, Sánchez optó inicialmente por un perfil bajo para no molestar a sus nuevos aliados. Aunque eso no hubiera sido entendido en Europa.

En el primer mensaje que publicó en sus redes sociales, tras desoír la opinión de Robles y Albares, el presidente afirmó que «seguimos con máxima preocupación los acontecimientos en Oriente Próximo. Hay que evitar a toda costa una escalada regional». El líder socialista, que horas antes había realizado una gira europea para recabar apoyos de cara al reconocimiento del Estado palestino, dijo que están «en contacto permanente con las embajadas en la región, que permanecen activas, para atender a los españoles en la zona». Pero ni una mención de apoyo a Israel. La relación entre el Gobierno español y el israelí, debido a ese acercamiento de Pedro Sánchez a Palestina, es cada vez más tenso.