España

Sánchez quiere que los españoles más ricos paguen más del 60% en impuestos

Pedro Sánchez quiere que los españoles con más sueldo y patrimonio paguen más del 60% de sus ingresos anuales en impuestos. Y, por supuesto, eso sólo contando con el Impuesto de la Renta y el de Patrimonio. Es decir, adicionalmente iría el pago de todos los impuestos autonómicos, locales, o indirectos (como el IVA).

La medida que quiere aprobar Sánchez ha sido considerada hasta el momento literalmente como convocatoria y, por lo tanto, inconstitucional. Pero él quiere subir los impuestos hasta ese punto.

Se trata de subir el conocido y temido ‘límite conjunto’ de pago que pueden llegar a tener que asumir los contribuyentes con rentas altas y patrimonio elevado. Un límite que calcula la suma del pago del IRPF y del Impuesto de Patrimonio -recuperado ya en la mayoría de autonomías- y que limita el porcentaje total que se puede pagar por esa suma con respecto a los ingresos anuales percibidos por el contribuyente.

Hoy en día ese tope de pago se encuentra legalmente establecido en el 60% porque sobrepasar ese nivel se considera confiscatorio. Sánchez quiere ahora elevarlo aún más.

El tipo máximo del Impuesto de la Renta se encuentra en estos momentos en el 45%. Un tipo que entra para los ingresos del trabajo que superan los 60.000 euros de sueldo anual.

El Impuesto sobre el Patrimonio, por su parte, está bonificado en alguna comunidad como Madrid. Pero lo cierto es que ya ha vuelto a buena parte de España castigando a todos aquellos que ahorran y han conseguido acumular más de 300.000 euros en la valoración de la vivienda habitual y más de 700.000 euros de patrimonio neto.

Es decir, una vez excluida la vivienda habitual (con ese máximo de 300.000 euros), si el patrimonio neto supera los 700.000 euros se entra en el pago de este impuesto. Y los tipos fiscales son notables: hasta un 2,5% de toda la valoración del patrimonio del contribuyente, un pago que se puede disparar para personas que reciben en herencia una empresa, o una cartera de participaciones en Bolsa o de propiedades inmobiliarias.

Pues bien, cuando la suma del pago anual de esos dos impuestos -IRPF y Patrimonio- llega al 60% de los ingresos declarados en el IRPF, el contribuyente ya no tiene que pagar más según la legislación actual.

Y es que si a ese pago fiscal se le suman los impuestos como el IVA, hidrocarburos, ITP, IBI, etc. se puede llegar al absurdo de que el contribuyente no cuente con dinero líquido suficiente para asumir el pago de impuestos y tenga que vender patrimonio -si es que lo consigue- para pagar el atraco fiscal. Y en caso de no conseguirlo acabar siendo considerado un defraudador pese a no tener dinero material con el que pagar. Sánchez ahora quiere cambiar ese límite y ha ofrecido ya a Podemos trabajar sobre una elevación del límite conjunto IP-IRPF.

El impacto de esta medida no afectará a un volumen gigantesco de contribuyentes. Pero se puede convertir en uno de los peores anuncios de cara a conseguir la atracción de talento a España: grandes investigadores, directivos, inversores, deportistas, etc. Y es que la tributación del patrimonio en España -como en muchos países- es universal. Es decir, que los directivos o deportistas de élite deben mirar mucho esta tributación porque se les hace pagar por todos los ahorros en todo el mundo.
Y un anuncio de estas características, desde luego, no ayudará.