España

Sánchez se enroca: sólo le ofrecerá a Iglesias cargos intermedios

  • Juanan Jiménez
  • Especializado en información nacional e internacional, breaking news, periodismo de datos y visualización, también escribo sobre motor y tecnología.

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se han citado esta tarde en Moncloa. El presidente del Gobierno en funciones continúa su ronda para recabar apoyos de cara a la investidura. En esa reunión, según fuentes socialistas, Sánchez no ofrecerá a Podemos ningún ministerio, como adelantó OKDIARIO, y únicamente abre la vía a que los podemitas puedan ocupar puestos intermedios.

El gran anhelo de Pablo Iglesias siempre ha sido ocupar una cartera ministerial. Sin embargo, tras el batacazo electoral de los morados y el ascenso del PSOE, esa posibilidad se va desvaneciendo. Hoy en Moncloa, Iglesias sólo tendrá dos salidas: o traga con el ofrecimiento de Sánchez o hace saltar por los aires un posible gobierno progresista.

La primera posibilidad es la que cada día que pasa, y se descuenta para la convocatoria de la sesión de investidura, se hace más real. Incluso algunos miembros de Podemos empiezan a asumir que la debilitada formación de izquierdas no tendrá más remedio que tragar.

Pablo Echenique ha escrito este martes un tuit esclarecedor de la posición de su partido. «Es una falta de respeto a la ciudadanía el ruido vergonzante sobre los sillones», ha dicho sin referirse, claro está, a las peticiones de su líder de ocupar poltronas ministeriales. El defenestrado secretario de Organización de Podemos se refería a los pactos entre PP, C’s y Vox.

A continuación ha apostillado que «Nosotros no vamos a entrar en eso. Lo importante es un gobierno de progreso es el ¿para qué? Y para trabajar esa hoja de ruta es fundamental contar con los actores sociales».

Por tanto, la postura de Podemos parece clara. Facilitarán la investidura de Pedro Sánchez a cambio de algunos puestos intermedios en la Administración e intentarán, durante la nueva legislatura, hacerse valer para intentar recuperar los votos que se fueron al bando socialistas tras la deriva y las luchas fratricidas en el partido de Pablo Iglesia.