España
La trama corrupta del PSOE

Sánchez encargó a Cerdán la interlocución con Ábalos y Koldo desde febrero de 2024 hasta el pasado jueves

El secretario de Organización mantuvo el diálogo para evitar que ambos tiraran de la manta y ralentizó el expediente interno contra Ábalos

Ferraz permitió a Santos Cerdán vaciar su despacho pese al riesgo de destrucción de pruebas

Pedro Sánchez encomendó a Santos Cerdán la delicada tarea de mantener la interlocución con José Luis Ábalos y Koldo García tras ser apartados del PSOE en febrero de 2024 tras el estallido del caso que investiga el Tribunal Supremo. Y Cerdán, entre otras cosas, usó la encomienda para eternizar el expediente interno abierto contra Ábalos para su expulsión definitiva, expediente –y expulsión– que sigue sin resolverse 16 meses después de que se abriera.

Según fuentes de OKDIARIO, el recién dimitido secretario de Organización socialista se convirtió en el hombre de confianza del presidente para tenerles controlados y que no cargaran contra el partido. Especialmente para que Ábalos siguiera votando en el Congreso en línea con el Gobierno ahora que es diputado del Grupo Mixto. El resultado es que, a día de hoy, Ábalos sigue sin haber perdido por completo su condición de militante del PSOE. Y la resolución de ese expediente dependía directamente, hasta el pasado jueves, de Santos Cerdán, al que la UCO destapa ahora como pieza del triunvirato corrupto junto a Ábalos y Koldo.

Esta estrategia formaba parte de un operativo más amplio que situaba a Cerdán como el gran articulador de las negociaciones más espinosas del partido. Su dimisión por corrupción tras el informe de la UCO ha dejado huérfanos para hablar con Ferraz tanto a los antiguos cargos socialistas apartados como a los socios independentistas.

El papel de Cerdán como intermediario se extendía también a partidos como Junts, Bildu y PNV, convirtiéndose en la pieza clave de la gobernabilidad parlamentaria de Sánchez. Santos Cerdán era el hombre fuerte de Sánchez para estas labores, confirman las fuentes consultadas. Era el encargado de viajar casi una vez al mes a Bélgica y Suiza para tratar de convencer a Carles Puigdemont de que no dejara caer a Sánchez.

La función de Cerdán como secretario de Organización del PSOE trascendía las labores internas del partido. Desde 2021, cuando sustituyó a Ábalos en el cargo, se había consolidado como el gran negociador de los pactos de investidura y gobernabilidad.

Con Junts mantuvo reuniones en Bruselas, Ginebra y otros escenarios internacionales –con supervisión de la Fundación Henri Dunant– para cerrar tanto el pacto de investidura como la Ley de Amnistía. Sus gestiones abarcaban desde el reconocimiento del catalán en Europa hasta el traspaso de competencias migratorias a la Generalitat.

La interlocución con Bildu y el PNV seguía patrones similares. Cerdán coordinaba el apoyo a los Presupuestos Generales del Estado –cuando todavía se intentaban aprobar en tiempo y forma– y aseguraba la disciplina de voto en decretos sociales y económicos. Los dirigentes de ambas formaciones reconocían su papel como «puente» eficaz con La Moncloa. Precisamente con los proetarras hablaba por al app de mensajería cifrada Signal, tal como recoge el informe de la UCO que le ha hecho caer. En un momento dado, a un interlocutor le pide hablar con Signal como hace con Bildu. Precisamente los agentes por ahora no han podido penetrar esa app.

Además, dentro del Grupo Parlamentario Socialista ejercía una autoridad determinante. Las revelaciones sobre los métodos de Cerdán han comenzado a aflorar desde las propias filas socialistas. Zaida Cantera, ex diputada del PSOE, desveló en laSexta Xplica que una de las razones que la llevaron a abandonar su acta fue precisamente por el ex secretario de Organización.

«Santos Cerdán, junto con algún amiguito, hizo correr por el mundo de la seguridad y la defensa un bulo sobre mí que me ha afectado a mí y familiarmente. Un bulo que afectaba a mi prestigio», declaró Cantera. Ante la campaña de descrédito, decidió marcharse: «Me voy a mi casa al paro y mi familia protegida». «¡Jódete, ya era hora, has hecho mucho daño!», ha expresado con dureza. Cantera subrayó que Cerdán «tenía engañada a muchísima gente» dentro del PSOE.

Control de daños

El estallido del caso Koldo aumentó la complejidad de las interlocuciones. El PSOE, a través de Cerdán, ofreció al ex ministro que el partido le pagaría su defensa judicial, un sueldo en una consultora afín y el compromiso de rehabilitarle políticamente a cambio de entregar su acta de diputado. El ya ex secretario de Organización le trasladó esta oferta por WhatsApp. Ábalos le dijo que no.

Con Koldo García la situación resultó igual de compleja. Tras su detención el 21 de febrero de 2024, el PSOE declaró que «no es militante del PSOE a día de hoy», aunque sigue sin tramitar oficialmente un expediente disciplinario formal. En todo caso, durante una comparecencia en el Senado, Koldo García declaró: «No sé si sigo siendo militante del PSOE… pero volveré».

Aparato de control

Cerdán igualmente coordinaba con las federaciones territoriales, supervisaba el aparato orgánico y gestionaba las relaciones con los barones del PSOE, algunos críticos con los pactos independentistas como Emiliano García-Page o Javier Lambán.

Su labor se complementaba con operaciones más opacas. Según desveló OKDIARIO, utilizaba a la militante Leire Díez como «fontanera» para ofrecer «abogados gratis» a empresarios imputados a cambio de información sobre la UCO y otros elementos judiciales. El objetivo era mantener un férreo control sobre la información sensible antes de que trascienda públicamente.

Vacío de poder

La dimisión de Cerdán tras el informe de la UCO ha generado un vacío de poder significativo en el aparato socialista. Sin su figura mediadora, tanto los antiguos dirigentes apartados como los socios parlamentarios han perdido su canal privilegiado de comunicación con Ferraz.

Este fin de semana se ha evidenciado que la maquinaria de negociación diseñada en torno a Cerdán carece de sustituto inmediato. Su conocimiento detallado de los expedientes más sensibles y su capacidad para tejer complicidades lo convertían en una pieza insustituible del engranaje sanchista.

La crisis actual trasciende la mera corrupción para adentrarse en el ámbito de la gobernabilidad. Sin Cerdán, el Gobierno pierde a su principal operador político en el momento más delicado de la legislatura.

La pregunta que surge es si Sánchez podrá recomponer esta maquinaria sin Cerdán o si, por el contrario, asistimos al principio del fin de una era política a raíz de los escándalos de corrupción destapados en los últimos meses.