Sánchez citó a las autonomías tras comunicarle Sanidad una escalada de Ómicron de un 43,8%

ómicron
Pedro Sánchez, en su reunión con los presidentes autonómicos
Carlos Cuesta

Pedro Sánchez se ha sacudido la crisis de Ómicron en los presidentes autonómicos. El presidente decidió convocar de urgencia a los líderes regionales tras comunicarle Sanidad una escalada de la variante del virus desde un 3,4% hasta un 47,2% del total de los casos, esto, una escalada del 43,8%. Las alertas internacionales estaban en marcha desde el 24 de noviembre. Pero Sánchez omitió esos controles hasta verse desbordado. Y la solución, tras admitir de golpe la escalada de Ómicron, no fue la de afrontar personalmente la responsabilidad regulatoria, sino convocar a los presidentes autonómicos.

Las alertas han vuelto a fallar en España en materia de detección del Covid. OKDIARIO ha desvelado ya como los cinco indicadores clave en el seguimiento de las mutaciones del virus han brillado por su ausencia en pleno avance de Ómicron. Y ahora muestra los informes elaborados por Sanidad justo en el momento en el que Sánchez decidió convocar de urgencia a las autonomías el pasado domingo 19 de diciembre.
Sánchez avanzó su comparecencia pública el sábado pasado -día 18 de diciembre- sin concretar el contenido de su intervención. Al día siguiente, domingo 19, realizó su anuncio mediático: citó a los líderes regionales, de nuevo, sin explicar qué pretendía comunicar a los responsables autonómicos.

Pero las prisas y la falta de concreción respondían a un hecho. Sanidad había avisado ya al presidente de que los tardíos indicadores sobre avance del Ómicron recogían un salto espectacular desde el 3,4% de total de casos hasta el 47,2%, o sea, de un 43,8%. Evidentemente, esa medición reflejaba un descontrol. La subida era en picado, pero tanto, que revelaba una desatención en la secuenciación y seguimiento de las variantes en España, pese a las innumerables alertas internacionales.

El informe del Ministerio de Sanidad fechado el anterior 13 de diciembre recogía el siguiente texto: “Variante Delta: Predominante a nivel global. Más transmisible que la variante Alfa y ligera disminución de la efectividad de la vacuna. En España, en estos momentos, es la variante claramente dominante. De acuerdo con los muestreos aleatorios de casos compatibles estimado por PCR: en la semana 48 (29 de noviembre a 5 de diciembre), con datos de 13 CCAA, el porcentaje se encuentra entre 92,9% y 100%. Mediante secuenciación integrada en el sistema de vigilancia, en la semana 47 (22 a 28 de noviembre) el porcentaje fue de 97,2%”.

A la izquierda, con fecha de 13/12; a la derecha, con fecha del 20/12.
A la izquierda, con fecha de 13/12; a la derecha, con fecha del 20/12.

La delta era la COVID dominante, según esos datos. Y, sobre la variante Ómicron señalaba lo siguiente: “Más de 30 mutaciones en el gen S, varias de ellas relacionadas con incremento en la transmisibilidad y escape a la inmunidad. Aunque todavía es pronto para valorar el verdadero impacto en la transmisibilidad, la gravedad o el escape inmune de esta variante, las primeras evidencias indican una mayor transmisibilidad y un escape a la inmunidad mayor que para delta».

Destaca el informe la «rápida expansión en Sudáfrica y, probablemente, países vecinos. Casos y brotes en numerosos países en todo el mundo. Transmisión comunitaria y rápido ritmo de crecimiento en varios países europeos. Treinta y seis casos confirmados en España, 19 de ellos no vinculados a viajes internacionales a países de alto riesgo. Los muestreos aleatorios mediante PCR específica han detectado en la semana 48 (29 de noviembre a 5 de diciembre) porcentajes entre el 0 y el 0,9% (datos de 8 comunidades autónomas)”.

Según esos datos, Ómicron se podía situar en un más que increíble 0% de los casos. Con sólo 36 contagios confirmados. Los datos resultan algo más que sospechosos, pero, lo cierto, es que permitían a Sánchez desatender el avance del virus. El lunes 20 de diciembre, Sanidad publicó el informe que ya conocía Moncloa. Y admitió la escalada que todo el mundo percibía ya en una lluvia de contagios en las calles.

Cita a los presidentes autonómicos

El nuevo informe, admitido, un día después de que Sánchez citara a los líderes autonómicos, señalaba sobre la a variante delta, que era predominante hasta diciembre de 2021, que «en estos momentos está siendo desplazada por la variante Ómicron». Dice de ellas que es más transmisible que la variante alfa y ligera disminución de la efectividad de la vacuna. «De acuerdo con los muestreos aleatorios de casos compatibles estimados por PCR: en la semana 49 (6 a 12 de diciembre), con datos de 12 CCAA, el porcentaje se encontraba entre 86,5% y el 97,8% (se observa un descenso en todas las comunidades respecto a la semana previa)». Establece que mediante secuenciación, en la semana 48 (29 de noviembre a 5 de diciembre) el porcentaje fue de 92,4%. Para la semana 49 (6 a 12 de diciembre), con datos aún muy preliminares, el porcentaje se sitúa en el 51,2%.

Y sobre la variante ómicron admitía el descontrol: “Más de 30 mutaciones en el gen S, varias de ellas relacionadas con incremento en la transmisibilidad y escape a la inmunidad. Las primeras evidencias indican un escape a la inmunidad y una transmisibilidad mayor que para Delta. Rápida en numerosos países en todo el mundo. Transmisión comunitaria y rápido ritmo de crecimiento en varios países europeos. En España se detecta también un rápido crecimiento en las últimas semanas”.

Es más, “los muestreos aleatorios mediante PCR específica han detectado en la 49 (6 a 12 de diciembre) porcentajes entre el 0 y el 15,2% con datos disponibles para 12 comunidades. 
Mediante secuenciación, en la semana 48 (29 de noviembre a 5 de diciembre) el porcentaje fue de 3,4%. Para la semana 49 (6 a 12 de diciembre), con datos aún muy preliminares, el porcentaje se sitúa en el 47,2%”. 
De golpe. Desde el 0% a un corregido 3,4% y de forma instantánea hasta 47,2%.

Pero Sánchez ya se había sacudido el problema en las autonomías.

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