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Roberto Vaquero, fundador y presidente del Frente Obrero: «En Europa vamos a guerras civiles»

Defiende que las soflamas izquierdistas nos están induciendo una sociedad más aislada

Opina sobre el feminismo, la inmigración ilegal y la islamización

«En Europa vamos a guerras civiles; va a haber conflictos graves», reflexiona Roberto Vaquero, fundador y presidente del Frente Obrero -un partido político que lucha por ser la voz de los trabajadores en España-. Sostiene que nos acercamos al declive de nuestra sociedad que, como Bauman, la define líquida. Una sociedad vacía de individuos vacíos que abrazan «ideologías para ajustar cuentas con problemas que tienen o encontrar sentido a su vida».

Señala a los partidos de izquierdas y a los sindicatos, que «se han pervertido y degenerado a sí mismos».

Para él, las soflamas izquierdistas nos están induciendo una sociedad más aislada y con consumidores dóciles obsesionados por comprar y mostrar esas adquisiciones y su imagen en las redes sociales, para los que el honor, la palabra, la disciplina, el esfuerzo y la cultura son cosa de otra época.

Siguiendo la línea de Cloushcard apunta a «Mayo del 68» al que define así: «El cambio de una izquierda que defendía a los trabajadores a una que vive de proclamas y está derrumbando la sociedad. Ese cambio se produjo con la conformación de la ideología de la nueva izquierda». Como resultado: una sociedad imperada por lo políticamente correcto. Vaquero dice que «la cultura y la política de lo políticamente correcto es una dictadura encubierta».

En su opinión, «la izquierda se ha convertido en una parodia de lo que era». Insiste en que los partidos de izquierdas de hoy no velan por los intereses de la clase obrera. «Podemos y Sumar han pasado a defender a las grandes empresas porque tienen la misma agenda». En cuanto al presidente Pedro Sánchez, le recuerda a la época del PRI en México.

Por otro lado, cuenta que «la izquierda de la República defendía cosas que ni la Falange». Mira a aquellas juventudes socialistas y recapitula que «hacían campañas contra los moros y el mestizaje».

Del hoy, mirando a nuestro país, afirma que ya no es una democracia. Se detiene en la Fundación Avanza -un laboratorio de ideas vinculado al PSOE para, según describen ellos, plantear ideas de progreso ante la ola reaccionaria que azota el mundo- y en su comité de la verdad para controlar a la prensa. Afirma que «Sánchez quiere hacer un ajuste de cuentas criminal con el control a los medios». «Los periódicos que más fake news hacen son los que están al servicio del Gobierno. Creo que Sánchez va a organizar campañas contra personas concretas para arruinar su imagen, les cortará la financiación e intentará llevarlos a juicio por delitos de odio», señala.

Opina sobre el feminismo, la inmigración ilegal y la islamización, motivos por los que -junto con otros como el abandono del obrero-, explica los trabajadores hayan cambiado su voto. Es el título de su nuevo libro: Por qué el obrero vota a la derecha. La deriva suicida de la izquierda.

Sobre el feminismo y sus reivindicaciones, está convencido de que tiene que haber mujeres en todos los sitios, pero no colocar mujeres por la fuerza, sino por sus méritos. Sobre este punto, dice que «hay leyes que privilegian a la mujer por encima del hombre» y que «el hombre padece más la violencia que la mujer en la sociedad». En el libro especifica que «el hombre sufre más pobreza: el 76% de los vagabundos son hombres» y que el 74,25% de los suicidios corresponden a los llevados a cabo por hombres. «Son ellos los que son enviados, incluso forzosamente, a las guerras y, además, existen una serie de leyes que garantizan los cupos de género y que discriminan al hombre», defiende.

Para Roberto Vaquero no existe el patriarcado, lo afirma respaldándose por la tesis argüida por la filósofa Roxana Kreimer. Lejos del patriarcado, Vaquero sostiene que hoy hay puestos en los que hay más cupo para mujeres que para hombres. Sobre este punto, anota: «Ahora los cupos de mujeres van a estar ocupados en gran parte por hombres que dicen que son mujeres».

Respecto a la inmigración ilegal es rotundo. «Deportaría a todos los que no hayan entrado legalmente o a los legales que delinquen». Nos cuenta que en su barrio, «a partir de cierta hora no se puede salir a la calle porque hay bandas que se dedican a robar», y nos detalla que cerca de su casa hubo un tiro y varias peleas con navajas. Hablamos de San Nicasio, en Leganés, Madrid, para que usted se ubique.

En su opinión, «se dan más visados de los que se deberían dar» y sostiene que «hay que fomentar que la gente salga del colegio siendo un patriota».