España
Apertura solemne de las Cortes

El Rey llama al Congreso a cumplir la Constitución para conservar «una España unida y sin divisiones»

Así lo ha manifestado Felipe VI en su discurso con motivo de la apertura solemne de la XV legislatura

Los socios separatistas de Pedro Sánchez plantan al Rey Felipe VI en el acto institucional

El Rey Felipe VI ha aprovechado la apertura solemne de la legislatura en el Congreso de los Diputados para reivindicar la Constitución. «Nuestra obligación, la obligación de todas las instituciones, es legar a los españoles más jóvenes una España sólida y unida, sin divisiones ni enfrentamientos», ha proclamado en un discurso en el que ha advertido a todos los parlamentarios que garantizar eso es «la obligación de todas las instituciones».

El monarca, en una intervención de gran trascendencia política tras la conformación del segundo Gobierno de coalición de nuestra democracia gracias a una mayoría con todos los grupos separatistas y republicanos, ha recordado que hace más de cuatro décadas «los españoles nos dejaron una Constitución, que es el alma de nuestra democracia y libertad, con un espíritu inclusivo de ideales y convicciones y un propósito común como jamás habíamos tenido».

«Reivindicar el profundo significado de aquel gran pacto entre los españoles que está en el origen de nuestra democracia no es, en absoluto, mirar atrás con nostalgia; sí es, en cambio, una orgullosa y consciente reafirmación de nuestras mejores capacidades como país y del mejor logro que ordena, en nuestros días, la vida de la sociedad española: la Constitución», ha proclamado el Rey.

Felipe VI también ha recordado que la Carta Magna «establece la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político como valores que en los que se basa nuestra convivencia democrática». «Unos valores que no están anclados en el pasado y que deben proyectarse permanentemente hacia el futuro», ha remachado.

Echando la mirada atrás, concretamente a la Transición democrática, Felipe VI ha puesto valor «un país que en 1978 alcanza su mejor expresión en el entendimiento mutuo sin imposiciones ni exclusiones y en la voluntad de integración que enriquece, con la diversidad y el pluralismo, nuestro proyecto común, nuestro vínculo emocional y solidario como Nación». Unas palabras que hoy cobran más fuerza tras los acuerdos alcanzados entre el PSOE y sus socios minoritarios, todos ellos empeñados en romper precisamente la unidad unidad nacional y la Constitución.

El de este miércoles en el Congreso era uno de los discursos más esperados del Rey Felipe VI por la situación política derivada de las elecciones del 23 de julio. La Ley de Amnistía, que Sánchez cedió a Junts y ERC por la imperiosa necesidad personal de seguir en el poder, es una enmienda a la totalidad al discurso que el monarca realizó el 3 de octubre de 2017, en contra del golpe separatista que ahora Sánchez le obligará a amnistiar.

Los socios de Sánchez plantan a Felipe VI

Esquerra Republicana (ERC), Bildu y el Bloque Nacionalista Galego (BNG), que no han acudido al discurso del Rey Felipe VI, han difundido un manifiesto conjunto donde critican que la Corona es una institución que no ha sido «elegida democráticamente», acusándola de «intentar imponer proyectos y valores antidemocráticos».

En dicha declaración, titulada No tenemos Rey. Democracia, libertad, Repúblicas, los socios separatistas tachan a la Monarquía de «anacrónica» e «incompatible con principios democráticos esenciales» por ser «hereditaria y vitalicia» y sostienen que es una «herencia del franquismo».

«La Monarquía española es un estamento que no responde a los valores republicanos de libertad, igualdad y democracia que tanto los ciudadanos y ciudadanas de nuestros pueblos como las mayorías sociales del Estado anhelan», sentencian.

Además, en su comunicado han emplazado al Rey a «dejar de ejercer» la «tutela» que, a su juicio, ejerce «sobre la ciudadanía y sobre los gobiernos y parlamentos» que, a diferencia de la Corona, sí nacen de la elección democrática, esgrimen.

«En el camino democrático hacia la libertad de nuestros pueblos, que no solo es una aspiración legítima sino improrrogable, el Rey español no es un interlocutor válido para nosotras y nosotros. Ni tiene la legitimidad de nuestros pueblos, ni le reconocemos ninguna función política. Menos aún cuando su papel para con nuestras naciones no ha sido otro que el de intentar imponer proyectos y valores antidemocráticos», añaden los independentistas.

De este modo, ERC, Bildu y BNG aseguran que seguirán trabajando para hacer efectivo «más temprano que tarde» el «ideal de democracia, libertad y repúblicas», concluyen.