España

Rajoy advertirá a Sánchez de que la única respuesta en Cataluña será «la ley y solo la ley»

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, advertirá este jueves a Pedro Sánchez de que, ante el desafío independentista en Cataluña, sólo caben «los tribunales y la ley», según fuentes gubernamentales.

Ambos dirigentes mantendrán un encuentro este jueves, a las 11 de la mañana, en La Moncloa, en un momento caliente para la cuestión territorial tras el anuncio de la futura Ley del Referéndum ilegal. Rajoy quiere conocer de primera mano la visión de Sánchez sobre Cataluña y, sobre todo, reiterarle la urgencia de formar un frente común frente al separatismo.

Hasta ahora, la única conversación entre ambos, tras la reelección de Sánchez como secretario general del PSOE, se produjo el pasado 29 de mayo, y en ella, el líder socialista se comprometió a que su partido estará en la «defensa de la legalidad y de la Constitución», y en contra del referéndum.

No obstante, tanto en el Ejecutivo como en el PP existen dudas sobre la posición de Sánchez y su voluntad real de apoyar al Gobierno. De hecho, las palabras del socialista, este lunes tras su encuentro con el Rey, han provocado indignación en Moncloa. Sánchez instó a Rajoy a encontrar «una solución política» al desafío independentista y avanzó también que esa será la postura que este jueves trasladará al presidente del Gobierno. En fuentes gubernamentales se agarran a que la única medida que cabe aplicar en Cataluña es «la ley y solo la ley».

«Problemas internos» del PSOE

No obstante, la desconfianza hacia Sánchez es mayor en el partido que en el propio Gobierno. En medios ‘populares’ se le ataca por su insistencia en considerar a España como «nación de naciones», una definición que el PP entiende «totalmente incompatible» con la defensa de la Constitución.

Pero, además, se considera que la postura del líder socialista viene muy determinada por los «problemas internos» del PSOE y su compleja relación con el PSC, lo que, opinan, puede acabar frustrando cualquier posibilidad de acuerdo.  Los socialistas catalanes-con los que Sánchez se reunirá precisamente la próxima semana- insisten también en que el Gobierno debe dar un paso «político» para tratar de resolver la situación, que pasaría por una reforma federal de la Constitución que reconozca la «plurinacionalidad» del Estado.

La postura del Ejecutivo, por su parte, sigue inquebrantable. Así lo advirtió públicamente este miércoles el presidente del Gobierno, quien aseguró que los «delirios autoritarios y frentistas» de los independentistas «nunca» podrán «vencer a la serenidad y al equilibrio» del Estado democrático.

Un día después de que el Gobierno de Carles Puigdemont anunciase lo que los secesionistas han denominado futura ‘Ley del Referéndum de Autodeterminación de Cataluña’-que, entre otros, contempla la independencia inmediata si gana el ‘sí’-Rajoy ha destacado que «España es un país con una democracia ejemplar capaz de dar respuesta a los retos del futuro y a los desafíos de aquellos que nos quieren llevar de vuelta al pasado».

Moncloa baraja «todos los escenarios»

En Moncloa tienen previstos «todos los escenarios» para dar respuesta al desafío independentista, aunque se prefiere guardar cautela en vistas de que cualquier gesto pueda ser utilizado por Puigdemont para «atacar» al Estado. Existe un mutismo casi absoluto aunque sí se asegura que el ‘catálogo’ de medidas incluye tanto soluciones «preventivas» como «reactivas».

Y en las primeras, comparten distintos dirigentes, se encuentra también la aplicación del artículo 155, que permitiría al Gobierno tener el poder sobre Cataluña en distintos niveles, desde el control de la policía autonómica y los colegios, a la suspensión de la autonomía.

En las últimas horas, también la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ha avisado a los independentistas de que al Estado «le bastan 24 horas para recurrir-la ley de independencia- y obtener su paralización». Santamaría calificó de «provocación» que los independentistas hablen de garantías jurídicas para llevar a cabo un referéndum ilegal.