España
Investidura de Pedro Sánchez

Puigdemont rompe la negociación con Sánchez porque cree que el PSOE está fortaleciendo a ERC a su costa

Malestar en Junts por el trato preferente de Pedro Sánchez a ERC

La reunión del nº3 del PSOE y Puigdemont, este viernes, ha terminado sin acuerdo

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Todo se ha frustrado en cuestión de horas. La buena marcha de las conversaciones con Junts había instalado el optimismo en Moncloa, donde se esperaba que Pedro Sánchez ataría su reelección de forma inminente. Pero la desconfianza entre los de Carles Puigdemont por el trato de favor del PSOE a ERC -oficializado este jueves con la firma del acuerdo entre Félix Bolaños y Oriol Junqueras- ha bloqueado el acuerdo final, que se retrasa sin fecha en el horizonte.

En Junts existe un malestar indisimulado con Moncloa al considerar que Sánchez está dando prioridad y «fortaleciendo» a ERC en la negociación, con la vista puesta en las elecciones catalanas de 2025. La sospecha es que al socialista le interesa un pacto de largo alcance con los de Junqueras para que sean sus aliados de cara a esos comicios, según trasladan fuentes de Junts a OKDIARIO.

Cesiones a ERC

Hasta ahora, la prioridad evidente del presidente en funciones era lograr los siete votos de Junts, indispensables para que su investidura prospere. Con ese fin, Moncloa ha trabajado durante meses en una ley de amnistía, la condición inexorable de Puigdemont para dar luz verde al acuerdo. Con el texto prácticamente ultimado, y a falta de precisar algunas cuestiones técnicas, el miércoles, el foco se posó por sorpresa sobre ERC, al anunciar el PSOE la firma de un pacto para la investidura.

El acuerdo incluye también una ley de amnistía -que beneficiaría a Tsunami y los CDR procesados por terrorismo, como pretendía Puigdemont-, además del traspaso de Cercanías -una reclamación histórica del independentismo en su conjunto que Junts quería vender a su electorado- y la condonación de 15.000 millones de euros del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). Además, ERC arranca la promesa de un mediador que verifique los acuerdos con el PSOE, una de las principales exigencias del ex presidente de la Generalitat y que generaba reticencias en los socialistas.

Al malestar, que se ha acrecentado en las últimas horas y del que ya informó este periódico, se suma la desconfianza. Especialmente hacia Félix Bolaños, ministro de la Presidencia en funciones y encargado de escenificar el pacto con ERC. Entre los de Puigdemont se comenta que Bolaños «va de listo» haciéndose la foto con Junqueras y, en definitiva, dándole un trato preferente al separatista indultado.

Hace días que en Junts vienen recordando al PSOE que sus siete votos son imprescindibles y que todo pasa por Waterloo, por mucho que en Moncloa insistan por escenificar las buenas relaciones con Junqueras. Esa pugna, de claro interés electoral, mantiene por ahora en tensión a Sánchez, cuya intención era despachar cuanto antes la investidura. Entre sus planes estaba que la ley se amnistía se hubiese registrado ya en el Congreso -como le exige el separatismo- y que Francina Armengol fijase este viernes la investidura para la próxima semana.

Amnistía

Con el malestar acumulado en los días precedentes, la negociación acabó de torcerse en la reunión de la cúpula de Junts en Bruselas, este jueves, donde el partido evidenció sus diferencias sobre la amnistía y el desdén de Sánchez. En cuanto al contenido de la ley, existen discrepancias en el alcance de la amnistía que el socialista ha pactado, de forma paralela, con ERC. Puigdemont considera que la norma no abarca a todos los beneficiarios que exige para otorgar el a la investidura. Tampoco gustan algunas partes del redactado, que el PSOE ha incluido a última hora.

La reunión de Junts, en un hotel de Bruselas, se prolongó durante seis horas y terminó sin acuerdo para investir a Sánchez. Visto el panorama, el socialista encargó a sus negociadores agendar una reunión de urgencia con Puigdemont en Bruselas, que ha tenido lugar a primera hora de este viernes. El encargado ha sido el número tres del PSOE, Santos Cerdán, quien ya el martes mantuvo un encuentro con el dirigente prófugo. El nuevo encuentro ha terminado sin fumata blanca.

En la Presidencia del Congreso aseguran que Francina Armengol no tiene previsto fijar una fecha por el momento. Las partes de la negociación tampoco esperan avances inminentes, la tensión sigue sobrevolando en Moncloa y Puigdemont maneja los tiempos.