Presos de ETA montan una fiesta para celebrar que Sánchez ya ha trasladado a todos los etarras
Las plataformas de presos de ETA, acompañadas de numerosas organizaciones sindicales, han organizado para este viernes, 30 de junio, un desfile callejero con música para festejar el fin de la política de dispersión puesta en marcha por Pedro Sánchez. Un logro alcanzado en este 2023 tras cuatro años de acercamientos impulsados y ejecutados por el Gobierno socialcomunista, facilitados a cambio del apoyo parlamentario de EH Bildu al PSOE.
«Esto sí es un cambio», advertían el pasado otoño desde el colectivo de presos de ETA al constatar que apenas quedaban dos docenas de terroristas cumpliendo condena fuera del País Vasco o Navarra. Una cifra que terminaría en cero a poco de terminar 2022, y que despertaría el aplauso de estas plataformas al Gobierno de Pedro Sánchez por finiquitar esa política de dispersión. El primer paso para la «vuelta a casa», expresión tras la que esconden la exigencia de una amnistía.
Ese aplauso, meses después, se convierte en fiesta: la que han organizado los amigos y familiares de los presos de ETA en Pamplona y en varias localidades vascas para celebrar que ya no hay acercamientos que llevar a cabo y que el proceso ha entrado en una nueva fase. La de las excarcelaciones, que sólo obstaculiza en estos momentos la Audiencia Nacional.
Despedida y fiesta
Este viernes es el día señalado para esa despedida oficial del lema etxera (a casa). Dirigentes de la plataforma de presos aseguran que esa pancarta «pide paso para abandonar la calle y quedarse fijada para siempre en la memoria de nuestro pueblo».
«Bailaremos con la ilusión y las infinitas ganas de pasearla por última vez. Porque sinceramente creemos que ya toca su retirada. Toca que Etxera pase de ser una reivindicación a convertirse en un logro de todas y todos. Un avance del que todas podamos sentirnos satisfechas y todas ganemos», ha señalado Mikel Mundiñano.
Para esa despedida de la pancarta y para celebrar el éxito de sus reivindicaciones, tras más de 200 acercamientos consumados por el Ministerio del Interior en toda la legislatura, los colectivos de presos van a desplegar en las calles de Pamplona una kalejira. Un desfile festivo con DJ, atracciones para niños y charangas. Las actividades de la capital navarra se unirán a las que están previstas en varias docenas de municipios vascos, con igual finalidad.
Nueva bandera
El colectivo de presos etarras, para escenificar ese fin de la dispersión, presentó el pasado mes de enero una enseña para sustituir a la tradicional bandera de etxerat. La del País Vasco con las flechas apuntando hacia dentro para reclamar el traslado de los presos a cárceles vascas.
Se trató, explicaban entonces desde Sare y Etxerat, de un «cambio histórico» que requería un cambio de marca: abandonaron la reivindicación del acercamiento, ya culminado, y la sustituyeron por dos simples flechas negras enfrentadas en un mensaje velado a la Audiencia Nacional. Ahora, el mensaje es otro y reclama la excarcelación masiva de cara a 2023: «¡A casa!».
Según estas plataformas, su nuevo objetivo era poner fin a la política penitenciaria de «excepcionalidad», de modo que los presos puedan «recorrer el camino de vuelta a casa».
«Los presos están en Euskal Herria, sí; nos hemos quitado una gran carga de encima, pero aún continua vigente la política penitenciaria de excepción», han proseguido, antes de reivindicar «un camino sin obstáculos, donde las progresiones de grado o los permisos penitenciarios se apliquen sin excepción».