El PP acusa al Gobierno de «vetar» la comparecencia en el Congreso de cuatro altos cargos de Sanidad

Cayetana Álvarez de Toledo PP
La portavoz del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, durante su intervención en la primera sesión de control al Ejecutivo en el Congreso tras el fin del estado de alarma. (Foto: Efe)
Juanan Jiménez
  • Juanan Jiménez
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El PP ha cargado este sábado contra el Gobierno socialcomunista por «vetar» la comparecencia de cuatro altos cargos de Sanidad para responder a preguntas sobre la gestión de la crisis del coronavirus en la Comisión de Sanidad. En las primeras ocasiones fueron el PSOE y Podemos los que impidieron las comparecencias. La excusa la última vez para no enfrentarse a las preguntas de la oposición es que ninguno de los cuatro «podía» por problemas de agenda.

Los ‘populares’ han afeado la conducta del Gobierno ya que los responsables, entre ellos la directora de Salud Pública, Pilar Aparicio, debían responder a preguntas sobre la información que tenían a cerca de la pandemia antes del 8-M y cuáles fueron sus recomendaciones en ese sentido. La propia Aparicio dijo días antes de la manifestación feminista que «valoraba la cancelación de eventos masivos». Ahora, con las últimas disculpas, el Gobierno quiere dilatar la comparecencia de estos altos cargos que pueden arrojar luz, ante los taquígrafos, sobre las decisiones del Gobierno socialcomunista en los días previos al 8-M.

El Grupo Popular ha presentado un escrito de amaro a la Mesa del Congreso. En el documento, que está firmado por la portavoz del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, se recuerda que el pasado día 30 de junio estaban convocados a la Comisión de Sanidad el secretario general del Ministerio, la directora general de Mediocamentos, la directora general del Centro Nacional de Epidemiología y la directora General de Salud Pública.

Según denuncia el PP, el secretario de Relaciones con las Cortes informó el pasado día 26 que el secretario general de Sanidad estaba convaleciente de una intervención quirúrgica y que los otros cargos no tenían disponibilidad en la fecha señalada por «razones de agenda» relacionadas con el ejercicio de sus funciones en la gestión de la pandemia.

Desde el PP consideran que estos hechos constituyen un «auténtico escándalo democrático» y un «nuevo acto de desprecio al Parlamento» por parte del Gobierno, del que han dicho que está «acomodado en las formas autoritarias y reacio a someterse al contro político».

La número 3 de Salvador Illa y directora general de Salud Pública, Pilar Aparicio, que no descartó la cancelación de eventos masivos apenas 4 días antes del 8-M –como publicó OKDIARIO– no comparecerá finalmente este martes en el Congreso de los Diputados, como estaba previsto.

Con Aparicio, también tenían previsto acudir al Parlamento el secretario general de Sanidad, Faustino Blanco, y la directora de la Agencia Española del Medicamento, María Jesús Lamas. Ninguno de los tres lo hará. Según fuentes parlamentarias consultadas por este diario, han alegado que no acudirán por «problemas de agenda».

No es la primera ocasión sin embargo que los partidos de la oposición se quedan sin poder escuchar a estos responsables políticos de la gestión de la pandemia. Hasta en dos ocasiones, PSOE y Podemos llegaron a bloquear su comparecencia, de forma que el control parlamentario se ha ido retrasando hasta ahora.

El 20 de abril, el PSOE se ausentó de la reunión de la Mesa del Congreso en la que se debía votar la comparecencia de estos altos cargos, lo que evitó que se alcanzase el quórum necesario. Más tarde, los socios del Gobierno socialcomunista rechazaron con sus votos estas comparecencias y alegaron que se darían explicaciones «cuando bajara su volumen de trabajo».

Cancelación de eventos

La comparecencia de Aparicio es especialmente esperada. Como reveló OKDIARIO, el 4 de marzo, en una entrevista en Radio Euskadi, la número 3 de Illa no descartó la cancelación obligatoria de eventos de masas. Desde ese momento, la directora de Salud Pública -con una función esencial en la pandemia- no protagonizó nuevas apariciones públicas.

En la entrevista, Aparicio no escondía la preocupación del Ministerio por el avance de la epidemia. Incluso aseguró la inquietud por que se pudiese «instalar en nuestra sociedad» y por el especial impacto entre el personal sanitario lo que, dijo, preocupaba «doblemente» por ser necesario «que estén disponibles al cien por cien para atender a la población y porque, además, están en contacto con personas vulnerables».

Cuando quedaban sólo cuatro días para las marchas ideológicas, el Ministerio no descartaba que los casos siguiesen en aumento. Aparicio asintió a preguntas del entrevistador que «la curva irá hacia arriba». 

«Estamos en un momento con un número importante de casos, los casos van aumentando y probablemente en los próximos días se irán actualizando. Tenemos varios pacientes en UCI y eso nos preocupa. También en trabajadores sanitarios, que nos preocupa doblemente, y ya tenemos un primer fallecido. Nos preocupa que este virus se pueda instalar en nuestra sociedad», admitió.

Por entonces, se contabilizaban 198 contagiados y se acababa de conocer el primer fallecimiento en España por coronavirus, un paciente en la Comunidad Valenciana que había muerto ya el 13 de febrero a causa de una neumonía grave de origen desconocido. Una investigación retrospectiva reveló que tenía el Covid-19.

Posible cancelación de eventos

El departamento de Salvador Illa se mostraba preocupado por la transmisión del virus, a partir del «contacto cercano, a través de las vías respiratorias y de gotitas».

En un momento dado, el presentador pregunta si «se puede dar la circunstancia de que la limitación de movimientos y la cancelación de eventos masivos pueda ser obligatorio». 

Frente a la postura de Sanidad, que por entonces negaba públicamente los riesgos e insistía en jalear la concentración del Día de la Mujer, Aparicio no lo rechazó. «Lo vamos a ver en cada momento, en el Ministerio hacemos reuniones continuamente, estamos haciendo un seguimiento de la situación, nos coordinamos con las comunidades autónomas… No descartaría nada. Tenemos que ir al día, y hoy nos volveremos a reunir en un ratito y volveremos a analizar la situación con los últimos datos», concluyó.

Admitió también que los contagios entre profesionales médicos se habían producido en su mayor parte «por la atención sanitaria» y que, en este sentido, la situación en la Comunidad de Madrid y Andalucía era preocupante para su departamento. Sin embargo, finalmente mostró confianza en el sistema sanitario, «muy sólido y fuerte». «Se está haciendo todo lo posible para que podamos disponer de los recursos al cien por cien», destacó.

Pese a que en los primeros momentos de la epidemia Aparicio ejerció como portavoz del Ministerio, desde ese momento quedó completamente relegada en público. Fue Fernando Simón, director del Centro de Alertas y Emergencias -que depende orgánicamente de su departamento- quien asumió la voz oficial durante toda la crisis.

Como publicó este periódico, Aparicio firmó como coordinadora un informe, el 28 de febrero, en el que pedía mantener la distancia de dos metros para evitar los contagios.

También firmó la carta en la que, unos días antes del 8-M emplazaba a los organizadores de un congreso evangélico a suspender este evento previsto para el 19-21 de marzo por el riesgo de contagio que ya suponía el coronavirus.

 

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