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La portavoz ordena blindar el polígono industrial de su ciudad para evitar abucheos a Sánchez

Pedro Sánchez vuelve a pisar la calle, en actos de pequeño formato y muy limitados y controlados, tras la derrota electoral del domingo en Castilla y León

Sánchez blinda el acto con jóvenes en Alicante para evitar abucheos

Sánchez retrasó su llegada al desfile para que los abucheos se solapasen con los aplausos al Rey

  • Joan Guirado
  • Puertollano
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

Más de un centenar de policías uniformados y todas las calles del polígono industrial cortadas. Todo para evitar que el presidente Pedro Sánchez sea abucheado en su visita al Centro Nacional de Hidrógeno, en Puertollano. El jefe del Ejecutivo se ha desplazado a Ciudad Real, tras la sesión de control al Gobierno, junto a la vicepresidenta Teresa Ribera, la ministra portavoz Isabel Rodríguez -que fue alcaldesa de la ciudad- y el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, para una visita de veinte minutos, con las imágenes muy controladas y todos los trabajadores públicos dispuestos para una foto que engrandezca al presidente tras la derrota socialista en Castilla y León. En un acto en el que, de nuevo, los periodistas se han quedado a las puertas, permitiendo el acceso solo de algunas cámaras.

Tras el batacazo que sufrió el PSOE el pasado domingo, y tras las críticas de varios barones, Moncloa ha reactivado su agenda territorial. Pisar calle y pasear por España. Salir del despacho para conocer la realidad del país, aunque sea en actos breves, de pequeño formato y con tanto control como este. Lo que no acerca a los mandatarios a la realidad diaria de miles de españoles que sufren los estragos de las políticas socialcomunistas y de la crisis económica. Y es que como en otros municipios que ha visitado en las últimas semanas como jefe del Ejecutivo, todos ellos en manos del PSOE, hoy también ha habido quién se ha acercado al polígono industrial para abuchearle, aunque se han quedado fuera del perímetro por las exhaustivas medidas de seguridad. Solo unos pocos, alrededor de cinco, han logrado acercarse a escasos veinte metros del presidente para aplaudirle y vitorearle.