España

La Policía teme que los terroristas indultados por Marruecos entren en España como inmigrantes

El pasado 19 de agosto el rey Mohamed VI de Marruecos indultó a 428 personas condenadas por diferentes delitos, incluidos los de terrorismo, en el marco de la celebración del aniversario de la Revolución del Rey y del Pueblo. Las autoridades españolas temen que muchos de ellos aprovechen para cruzar el Estrecho.

La falta de efectivos en las fronteras está provocando la entrada masiva (una media de 600 personas diarias) en España. Cada día acceden a través del Estrecho una cantidad de inmigrantes imposible de controlar.

Esto se traduce en un crecimiento de la dificultad para los funcionarios que allí trabajan de poder averiguar los antecedentes de los que acceden. A todo esto se suman los problemas de los recientes indultos decretados por el rey marroquí.

Entre los absueltos se encuentran 22 personas condenadas en casos de terrorismo y extremismo, anunció el Ministerio de Justicia del reino aluita en un comunicado. Los indultados, en este caso, participaron en la segunda edición del programa «Reconciliación» (Moussalaha), destinado a la reintegración de estos reclusos y su reconciliación con la sociedad.

Fuentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado españoles consultados por OKDIARIO asumen esta liberación de presos marroquíes con antecedentes por terrorismo como incremento en la peligrosidad y dificultad de su misión.

Este miércoles, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha subrayado este miércoles en referencia a las devoluciones en caliente que “humanidad no es igual a permisividad” y ha advertido que el Gobierno no va a “permitir una inmigración violenta que atente contra nuestro país” ni contra las fuerzas de seguridad del Estado.

Lo ha hecho durante su comparecencia en la Comisión de Interior del Congreso, donde ha defendido la devolución del centenar de inmigrantes que asaltaron la valla de Ceuta el pasado 22 de agosto en virtud de un convenio bilateral firmado con Marruecos en 1992.

Sin embargo, estas repatriaciones no impiden la continua entrada de inmigrantes a España y la falta de efectivos que provoca el descontrol de la inmigración.