España
Trató de intimidar a los agentes

La podemita destrozacoches también robó un teléfono a un policía durante su detención

La diputada de Podemos que se enfrentó a la Policía Local de Santiago de Compostela durante los actos vandálicos del pasado sábado no sólo trató de intimidar a los agentes que pidieron identificarse a los radicales con que se encontraba, sino que intentó robar el teléfono móvil a uno de los policías.

Así lo recoge el atestado policial sobre unos hechos que ocurrían pasada la una de la madrugada. Un grupo de 15 jóvenes con síntomas de haber ingerido bastante alcohol recorrían la calle Pitelos. Tres de ellos la emprendieron a golpes y patadas con los retrovisores de los coches estacionados, lo que provocó que un vecino llamara a la policía.

Vandalismo e insultos a la policía

Al presentarse los agentes, que fueron recibidos con cortes de manga y gritos de «Policías, hijos de puta», hubo un forcejeo en el que uno de los jóvenes más violentos empujó a un policía. El individuo, según recoge el atestado es Fernando Balsa, dirigente del partido independentista gallego Anova, encuadrado en En Marea y muy cercano a su líder y portavoz, el también diputado Antón Sánchez.

Al intentar identificarlo, los radicales comenzaron a llamar a una tal «Paula». No era otra Paula Quinteiro, la parlamentaria de la corriente Anticapitalista de Podemos, encuadrada en la coalición independentista En Marea, y a la sazón la diputada más joven de Galicia con 28 años.

Atestado de la Policía Local de Santiago

Según el parte de la Policía de Santiago,  Quinteiro no solo se encaró con los agentes, tratando de obstruir la identificación de uno de los sospechosos de los destrozos, sino que además tiró de su condición de parlamentaria, Como señala textualmente el informe de la Policía les dijo: «Están secuestrando mi labor parlamentaria y deben saber que tengo un régimen especial».

El móvil del policía, «al bolsillo»

Pero además de este particular ‘Usted no sabe con quién está hablando’ de la diputada gallega de Podemos, llama la atención que tratara de sustraer el teléfono móvil con el que la Policía se comunica o graba imágenes de altercados. La denuncia policial revela que Quinteiro «en medio del revuelo, aprovechó para coger disimuladamente el teléfono móvil que se usa como material de la dotación policial que había caído al suelo durante la intervención y se lo introdujo en el bolsillo del chaquetón».

Al serle requerido, se excusó diciendo que «lo había cogido porque pensaba que era de un compañero suyo». El incidente ha provocado que el Sindicato Unificado de Policía (SUP) denuncie en un comunicado «el uso y el abuso de cargo público al amparo del aforamiento»  y la petición de «disculpas o dimisión» de una diputada que incluso se ha permitido acusar a los policías de proceder «de manera violenta» por su actuación contra los vándalos.