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Comunidad Foral de Navarra

‘Pin parental’: El PSOE se alía con Bildu en una moción por el «desarrollo de la personalidad humana»

El PSN-PSOE firma una moción con sus socios en el Gobierno de Navarra y Bildu para defender el "derecho a la educación" en el respeto a "los derechos y libertades fundamentales"

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

En plena polémica por el ‘pin parental’ de Vox, los socialistas del PSN han firmado una moción conjunta con los partidos que sostienen el Gobierno de María Chivite en la que se «insta al Gobierno de Navarra a velar por el cumplimiento del artículo 27.1 y 2 de la Constitución española, relativo al derecho a la educación y el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales».

Para presentar la iniciativa, los socialistas se alían con Bildu, formación cuya abstención fue necesaria para que prosperase la investidura de María Chivite, que no condena los asesinatos de ETA y que promueve homenajes a etarras.

«Pluralidad de pensamiento»

En la moción se insta además al Gobierno de Navarra a «continuar con la implantación del programa Skolae en todos los centros financiados con dinero público».

Se promueve también que el Ejecutivo de Chivite «garantice la pluralidad de pensamiento, la enseñanza de principios de convivencia, respeto y tolerancia que una sociedad democrática debe compartir a todos los alumnos y alumnas» y a «promover una campaña de apoyo a la profesionalidad e independencia del docente para que fomente una educación basada en la libertad de pensamiento». 

En su exposición de motivos, los socialistas consideran que «lamentablemente, la escuela se ha convertido en foco de adoctrinamiento para la derecha, intentando implantar un modelo conservador y parcial, que limita el currículo educativo a los contenidos que consideran aptos pero que excluyen realidades sociales e incluso históricas». Así, acusa a la ‘derecha’ de «buscar introducir un mayor centralismo y control de la educación y de los procesos educativos».

El partido de Santiago Abascal abrió la polémica con su iniciativa de ‘pin parental’, la «autorización expresa» de los padres en actividades que puedan «afectar a cuestiones morales socialmente controvertidas» e «intrusivas para la conciencia y la intimidad» de los menores.

Aunque la propuesta de Vox se ha asimilado fundamentalmente a la ideología de género, el concepto sería extensivo a otras cuestiones polémicas y permitiría que los padres puedan «conocer y analizar de antemano» materias, charlas, talleres o actividades para «reflexionar sobre ellas» y, en base a ello, «dar consentimiento o no» para que el menor «asista a dicha formación».

Polémica por ‘Skolae’

En el caso de Navarra resulta especialmente sensible el programa ‘Skolae’, aprobado por el anterior Ejecutivo de Uxue Barcos, y que ha sido avalado también por Chivite, que lo impondrá en todos los centros financiados con fondos públicos.

Este programa ha resultado especialmente polémico, ya que en uno de sus puntos, y dirigido a niños de entre 0 y 6 años, se propone el «reconocimiento de la sexualidad infantil desde el nacimiento, despenalizando el reconocimiento y la vivencia de dicha sexualidad en el ámbito de la escuela y la familia» mediante, cita, la «curiosidad sexual» o «juegos eróticos infantiles».

Este apartado generó una especial controversia, aunque desde el Gobierno navarro se aseguró que con «juegos eróticos» se refería a «algo tan sencillo como al conocimiento del propio cuerpo y el del resto, y a nombrar esas diferencias». El dossier del programa destaca también que «nunca se propondrán ni se animarán ni se promoverán en las aulas actividades de contenido sexual, ni se llevarán al aula juguetes eróticos». Una aclaración que no libró a esta propuesta de las críticas.

«Memoria compartida»

Pero, más allá de la sexualidad, existen otros asuntos controvertidos, como las cuestiones relativas a ETA y el tratamiento de etarras y víctimas.

En este sentido, cabe recordar que el acuerdo programático para la investidura de Chivite incluía el impulso a la «memoria compartida», en relación a la violencia etarra, en el sistema educativo y distintos ámbitos sociales. Se trata de un relato en el que se incluye tanto a los muertos a manos de la banda terrorista, como a las víctimas de organizaciones paramilitares, grupos de extrema-derecha o la lucha contra ETA.

Según esa propuesta, se «potenciarán las áreas de educación en valores, de promoción de los derechos humanos y de participación de la sociedad navarra en la construcción de una memoria compartida y un relato contrastable con el pasado».

En el mismo acuerdo, el PSOE se comprometía además a «avanzar en un relato no excluyente» de las «consecuencias de la violencia terrorista», así como a «impulsar con un amplio acuerdo político y con las asociaciones de víctimas la modificación o actualización» de la Ley de Víctimas del Terrorismo y a «desarrollar y aplicar» la Ley de abusos policiales -Ley de reconocimiento y reparación de las víctimas por actos de motivación política provocados por grupos de extrema derecha o funcionarios públicos- recurrida por PP, Ciudadanos y Vox al Tribunal Constitucional y que equipara a víctimas y verdugos.

En este contexto, cabe recordar por ejemplo el polémico programa ‘Herenegun!’ (Anteayer), diseñado por el Gobierno del País Vasco para llevar a las aulas la historia de ETA y que, como informó OKDIARIO,  blanquea a Arnaldo Otegi, de quien se dice: «Apostó por las vías claramente democráticas». El programa otorga también autoridad a etarras condenados o líderes de Batasuna, recogiendo sus testimonios sin cuestionarlos.