Pedro Sánchez se deja ver por los stands de regiones del PSOE y desprecia a las del PP en Fitur

Pasadas las 12 horas de hoy viernes, 20 de enero, en los amplios pasillos de la Feria Internacional de Turismo de Madrid Fitur se dejaban observar al servicio secreto del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, estratégicamente diseminados con gran antelación a la llegada de su jefe. Los servicios del Gabinete de Presidencia llevaban varios días preparando la llegada de Sánchez llamando a los principales líderes privados españoles del sector turístico –Barceló, Meliá, Iberia, etc.-, además de a los presidentes de las comunidades autónomas gobernadas por el PSOE. Algunos de ellos acompañaron en su recorrido al jefe del Ejecutivo.

En el enorme grupo que rodeada a Pedro Sánchez en Fitur, encabezado por la todavía ministra de Turismo, Reyes Maroto, además de colaboradores de Moncloa y conmilitones y un fuerte dispositivo de seguridad, pasó por delante del stand de Galicia, donde en ese momento se encontraba el presidente del gobierno autónomo, Alfonso Rueda, acompañado por el presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo y del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.

Pedro Sánchez, sabedor de estas presencias que en esos momentos contemplaban un vídeo en Fitur sobre las excelencias turísticas gallegas, pasó de largo sin tomarse siquiera la molestia de contemplar el vistoso stand galaico. Unos metros más adelante se encontraba el stand de Castilla y León, rodeado de cámaras de televisión y fotógrafos porque se había anunciado la presencia del polémico y controvertido vicepresidente de Vox, García-Gallardo. En el mismo recinto se hallaba el mandatario autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, y numerosos alcaldes y presidente de diputación de la región más extensa de Europa. Ni se dignó mirar y mucho menos detenerse.

Da la casualidad de que justo enfrente del stand de Castilla y León se encuentra el de Asturias, región gobernaba por el PSOE y fue ahí donde le interesó pararse y conversar con sus representantes, todos ellos militantes y cargos del Partido Socialista. El gesto presidencial duró unos siete minutos entre halagos y agasajos al primer ministro.
Acto seguido, se dirigió al stand de La Rioja –gobierno presidido por la socialista Concepción Andreu- donde sí tuvo a bien interesarse por las novedades turísticas de la tierra.

Los presentes en esos momentos en el stand de Castilla y León se hacían cruces. Esperaban, al menos, algún gesto de que existían, «algo protocolario, porque, entre otras cosas, en esta comunidad también pagamos impuestos y hay votos socialistas…» declaraba indignado un alcalde renombrado de la provincia de Salamanca.

No hará faltar reseñar las imprecaciones que la actitud de Sánchez cosechó en los dos stands pertenecientes a gobiernos regidos por el Partido Popular. Sin embargo, fue de ver en silencio pulcro el feo presidencial. «¿Qué se puede esperar a estas alturas de un tipo como Pedro Sánchez?». Era la afirmación de un conselleiro gallego, compartida por la mayor parte de los asistentes.