España

Òmnium Cultural llama a la desobediencia apoyando un referéndum ejecutado «sin pedir permiso a nadie»

El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, ha manifestado su convencimiento de que los ‘comuns’ y el conjunto de fuerzas independentistas secundarán un referéndum en el que no deba pedirse «permiso a nadie» en caso de que el Estado se cierre de nuevo a acordarlo con la Generalitat.

«Estamos convencidos de que todo el soberanismo tendrá bien presente que el eje central del catalanismo hoy está haciendo un clamor unánime a no pedir permiso a nadie. Y cuando decimos que no pediremos permiso a nadie, estamos convencidos de que también nos encontraremos a los entornos de los ‘comuns», ha resaltado en una entrevista de Europa Press.

Según Cuixart, los independentistas no dejarán que les frene una negativa del Gobierno o los organismos legislativos , lo que ve muy probable: «Cuando llegue este momento, estamos seguros que, como dijo Gerardo Pisarello, por encima de todo, este gran consenso de país de celebrar un referéndum lo debemos a la ciudadanía. Y cuando uno tiene una deuda con la ciudadanía de Catalunya debes cumplir».

También ha llamado a la corresponsabilidad al conjunto del soberanismo y a «dejarse la piel» para garantizar que será un referéndum efectivo y vinculante, y no duda que así lo harán los ‘comuns’, ERC, PDeCAT y la CUP. Después de que el nuevo proyecto político de los ‘comuns’ asumieran que quieren una República catalana que comparta soberanías con un Estado plurinacional, Cuixart ha constatado que en la República catalana está el «punto de encuentro» de los soberanistas.

«Todos decimos que queremos una República catalana para que los catalanes vivan mejor, y entonces, muy legítimamente, hay una parte del soberanismo que querría que ésta se federara con una República española. Sensacional. Lo que es del todo imposible es federar una República catalana en una monarquía española», ha apuntado.

En declaraciones hechas antes de las diferencias abiertas entre el PDeCAT y ERC, Cuixart ha dado un «toque de atención colectivo» a las fuerzas independentistas para que aparquen debates y diferencias públicas porque, a su juicio, los catalanes no perdonarían que no pudieran votar en un referéndum este año.