España

Nuevo golpe de Sánchez a las empresas: limitará la subcontratación tras elevar el sueldo mínimo

Mientras el tejido empresarial brama contra la subida del salario mínimo interprofesional (SMI), el Gobierno prepara ya el segundo hachazo a las empresas: la limitación de las posibilidades de subcontratación. El Ejecutivo pretende modificar la legislación sobre contratación y subcontratación laboral con el propósito de limitar este mecanismo, absolutamente extendido en la actividad diaria empresarial, para que sólo pueda ser usado en la contratación de servicios especializados ajenos a la actividad principal de la compañía.

La patronal CEOE es consciente ya de este propósito y no oculta su nerviosismo por esta nueva reforma legislativa. Y es que el daño a la actividad empresarial española puede ser incalculable dependiendo del alcance de la reforma.

Hoy por hoy, la subcontratación se extiende a infinidad de prácticas y actividades de las empresas. Muchas totalmente relacionadas con la actividad principal de las mismas. Desde asesorías, hasta el trasporte, pasando por el refuerzo de áreas básicas que se diseñan por medio de la subcontratación de servicios en muchas ocasiones.

El Gobierno quiere ahora limitarlo. Nadie oculta que el Ejecutivo ya no se mueve sólo por una cuestión ideológica en este aspecto. Sino que lo hace también por la evidencia de que el encarecimiento de los costes laborales provocados, principalmente, por la subida continuada del SMI está provocando una salida del mercado asalariado e incluso legal de infinidad de trabajadores. Ahora, los socialistas pretenden cortar una de las vías de huída: pasar del trabajo asalariado a la subcontratación.

Subida del SMI

El Ejecutivo socialcomunista ha aprobado ya el real decreto que establece la nueva subida del 5,5% del SMI, hasta los 950 euros mensuales por 14 pagas con efecto retroactivo desde el pasado 1 de enero.

La nueva subida afecta a más de dos millones de trabajadores, con un especial impacto en el Régimen General y, de forma más particular, sobre dos colectivos: el de los trabajadores del hogar y del sector agrario, casualmente dos de los sectores más castigados en los últimos datos de empleo.

La nueva subida del SMI se produce después del alza del 22,3% aprobado ya en 2019. En concreto, el salario mínimo se sitúa tras la subida en 31,6 euros al día, 950 euros al mes y 13.300 euros al año. Con la jornada legal, en el caso de trabajadores temporales y eventuales cuyos servicios a una misma empresa no excedan los 120 días, el SMI será de 44,99 euros al día. También será de 7,43 euros brutos por hora trabajada en el caso de los empleados del hogar.

El nuevo Gobierno de Pedro Sánchez se ha marcado, además, un objetivo mayor, tal y como se recoge en el acuerdo programático suscrito entre el PSOE y Unidas Podemos: situar el SMI en el 60% del salario medio a final de legislatura. Traducido: situarlo entre los 1.000 y los 1.200 euros.

Pero todo ello ha levantado ya la crítica encendida de las empresas –pese a que CEOE ha firmado el acuerdo de subida del SMI–. La patronal ha aclarado, sin embargo, que su firma responde simplemente al hecho de que, en caso contrario, la subida habría sido hasta los 1.000 euros. Unos 50 euros superior.

El campo, de hecho, se encuentra en plena movilización por la pérdida de sus márgenes económicos y la imposibilidad de mantener la producción. Y uno de los motivos apuntados es, precisamente, la subida de los costes laborales.