Moreno: «Lo idílico sería sacar 30 diputados en Andalucía, eso serían más de 160 para Feijóo»
PREGUNTA.-Pedro Sánchez se va a despedir fastidiándonos la vida, convocando elecciones en julio.
RESPUESTA.- Sánchez va a firmar su epitafio al estilo de Sánchez, tomando decisiones absolutamente fuera de lo normal y pensando exclusivamente en él y en sus propios intereses. Y por eso nos lleva a este absurdo de tener unas elecciones en pleno verano.
P.- ¿A qué temperatura se va a votar en Andalucía?
R.- Pues vamos a tener temperaturas por encima de 40 grados en muchas zonas del interior, el Valle del Guadalquivir, Jaén y muchos pueblos, y por encima de 32 y 35 grados en la costa. Se van a producir situaciones muy incómodas para muchos ciudadanos, interventores, funcionarios y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
P.- ¿Qué recomendación hace a sus conciudadanos para que no sufran un golpe de calor y no haya más disgustos de la cuenta?
R.- Lo más importante es no salir a votar en las horas centrales del día, es decir, entre las doce y las seis de la tarde, que es cuando el calor se concentra más en Andalucía. Yo les recomendaría que salieran a votar a primera hora, una vez que estén los colegios abiertos, que es cuando hace más fresco y suele haber menos asistencia de personas. Además, es una manera de garantizar que ya has cubierto tu responsabilidad constitucional del voto y, a partir de ahí, ya puedes desarrollar un domingo con normalidad.
P.- Con la polémica del voto por correo, ¿ha habido mucha gente, simpatizantes y militantes del PP, que se han quedado sin poder votar porque les han llegado las papeletas cuando ya no estaban en su domicilio?
R.- Sí, y es verdad que en las últimas 24 horas muchos ciudadanos han hecho un esfuerzo, especialmente aquellos a los que no les había llegado el voto por correo y que han ido directamente a Correos para votar. Aún así, creo que hay miles de ciudadanos que no van a ejercer ese voto. Un presidente tiene que ser responsable y buscar una fecha para facilitar el voto a los ciudadanos, no para desmovilizarlo, que es lo que ha hecho Sánchez. Y eso ha provocado una eclosión monumental del voto por correo. El Gobierno tendría que haber previsto que ese voto por correo iba a batir récords y planificar refuerzos en tiempo y forma, cosa que evidentemente no ha hecho.
P.- En Andalucía está prohibido celebrar comicios en julio y en agosto, por razones obvias de temperatura, ¿quién implementó esa prohibición?
R.- Pues curiosamente el Partido Socialista, con lo cual, fíjese usted el disparate. Se hizo así porque cualquier presidente que tuviera la tentación de convocar en julio y agosto jugaba con el ventajismo de desmovilizar a una parte del electorado y, para que eso no se produjera en esta España meridional y calurosa, se tomó una decisión que me parece sensata. Pero quiero recordar que el domingo no solamente se van a superar los 40 grados en Andalucía, también en Zaragoza y en muchos puntos de Extremadura y Castilla-La Mancha. Por eso, me parece muy oportuna la reforma electoral que propone Alberto Núñez Feijóo para que los presidentes no convoquen elecciones en meses calurosos.
P.- Menuda responsabilidad la suya, porque el mayor caladero de votos es Andalucía. Hay 6 millones y medio de electores. La presidencia de Alberto Núñez Feijóo está en buena medida en sus manos. Desde luego, más que en las de otros barones autonómicos, ¿eso le pesa?
R.- Claro que pesa, pero lo hemos asumido con mucha determinación y mucha responsabilidad. La primera alegría la dimos el 19 de junio del año pasado, con una mayoría absoluta que cambió las dinámicas de Pedro Sánchez. El 28 de mayo sacamos el mejor resultado de la historia y gobernamos las ocho capitales de Andalucía y seis diputaciones. Hemos entrado en el interior de Andalucía, cosa que hasta ahora era prácticamente imposible. Y ahora, evidentemente, aspiramos a ganar estas elecciones y aportar el mayor número de diputados, dado que somos la comunidad donde más españoles vivimos. Es verdad que es una gran responsabilidad y eso hace que tanto mi equipo como yo nos hayamos matado en estas elecciones, como si fuesen nuestras. Vamos a esperar. A veces se siembra y se recoge y otras se siembra y no se recoge. En política uno está acostumbrado a eso. La fecha electoral es inédita y hay muchas variables que no somos capaces de controlar, como el calor o que mucha gente no está en su domicilio habitual, y todo eso puede distorsionar un poco el resultado final. Pero yo tiendo a ser optimista y creo que España necesita un cambio. La mayoría de los españoles ya han calado quien es Pedro Sánchez y consideran que no es la persona indicada, que no tiene la altura institucional para representar un gran país como es España.
P.- El PP de Andalucía tiene 15 diputados en el Congreso, ¿cuál sería un resultado óptimo y cuál uno sólo decente?
R.- Lo óptimo sería ganar en Andalucía. Pasó con la mayoría de Rajoy de 2011. Pero entonces no existía Vox y, por tanto, no compartíamos esa franja. Treinta diputados sería un resultado idílico.
P.- ¿Y eso cuánto supondría para Feijóo?
R.- Pues por encima de los 160 escaños, sin lugar a dudas.
P.- ¿Usted lo ve posible?
R.- Sí, es difícil pero lo veo perfectamente posible, sobre todo si conseguimos arañar voto útil de votantes de Vox y de aquellos otros frustrados y decepcionados del sanchismo. Nuestro primer objetivo es ganar y 25 diputados sería un buen resultado. Pero 30 sería un muy buen resultado que acercaría a Alberto a esa posibilidad de gobernar en solitario, que es nuestra obsesión.
P.- En Sevilla, la patria chica de Alfonso Guerra y de Felipe González, ustedes no han ganado nunca, siempre lo ha hecho el PSOE. Ahora tienen la posibilidad de ganar por primera vez en unas elecciones generales, ¿lo ve factible?
R.- No habíamos ganado ningún proceso electoral desde 1979 hasta estas elecciones autonómicas, cuando ganamos por primera vez en Sevilla, un resultado que nadie esperaba. Después de ver el resultado de las elecciones municipales, sí lo veo factible. Es verdad que es una lucha difícil. En Sevilla está instalado el cuartel general del socialismo andaluz desde hace más de cuatro décadas y hay unas raíces muy profundas y unas terminales que siguen funcionando. Nosotros las estamos desmontando, pero todavía tienen una enorme influencia en algunas comarcas. Vamos a soñar en grande. Es difícil, pero vamos a intentarlo. No pudimos ganar con las dos mayorías del PP, ni con Aznar ni con Rajoy, pero vamos a ver si esta vez lo conseguimos.
P.- ¿Qué le parece la rival de Juan Bravo, María Jesús Montero? Una médico metida a ministra de Hacienda.
R.- Híbrida.
P.- No sé cómo se puede saber de tributos siendo médico, que sabes de vísceras, de corazones, de cánceres.
R.- En el ámbito personal es una persona afable y cercana. En el político, aquí ha dejado una herencia envenenada, de pésima gestión durante su etapa como consejera de Sanidad, con grandes agujeros, problemas de organización y un enorme rechazo por parte de los profesionales y trabajadores sanitarios. Y, como ministra de Hacienda, no ha cumplido ni siquiera lo que ella reivindicaba. Cuando era consejera reclamaba un modelo urgente de financiación autonómica para Andalucía, de 5.000 millones, y como ministra no ha movido ni un músculo para que Andalucía tenga una financiación adecuada. Somos la última comunidad de España en financiación por población.
P.- ¿Se sienten maltratados por María Jesús Montero?
R.- Absolutamente. Montero ha maltratado a los andaluces por una razón: porque ha obedecido a Pedro Sánchez. ¿Por qué Sánchez no viene a Andalucía? Porque sabe que no tiene nada que traer aquí. No ha hecho proyectos de infraestructuras, en términos de red viaria o de AVE, ni tampoco ninguna obra hidráulica, con lo importantes que son aquí debido a la sequía. Sus incumplimientos hacen que Andalucía sea ahora mismo una tierra hostil. Sánchez ha perdido el sur y no hay que perder nunca el sur.
P.- ¿Y en Doñana qué ha pasado? Los socialistas montaron una campaña de agitprop de manual, con la colaboración de todos los medios de izquierdas. Todos fueron contra usted. Pero los ciudadanos no entendimos muy bien qué pasaba, con lo cual, no sé si le han hecho mucho daño…
R.- Básicamente , lo que ha pasado en Doñana es que, a un problema heredado del gobierno socialista, le hemos intentado buscar una solución equilibrada entre la sostenibilidad medioambiental y el desarrollo económico. Nadie puede creer que modificar la ordenación de un territorio que no está dentro del Parque Natural ni del Parque Nacional, de 700 hectáreas, implique la destrucción de un parque que tiene 122.000 hectáreas. Nosotros planteamos dar una solución a este problema enconado a través de un proyecto de ley, abierto a las propuestas de todo el mundo. Propuestas que no ha sido capaz de hacer el Partido Socialista. Pero las mentiras tienen las patas muy cortas. Sánchez empezó a hablar de Doñana en todos los mítines, hasta en La Coruña o en Zaragoza, y pensó que iba a movilizar voto, que había encontrado por fin un elemento de distorsión y de desgaste hacia el Gobierno andaluz.Y lo que pasó es que en Andalucía sacamos el mejor resultado de la historia. No se puede engañar al ciudadano. Han faltado a la verdad y cuando se han dado cuenta que no cuela la mentira, han retrocedido. Sánchez no ha vuelto a hablar de Doñana, ni tampoco el PSOE. Porque saben que han fracasado en esa estrategia de la mentira.
P.- ¿Usted sigue adelante con el proyecto?
R.- Sí, sigue adelante. Pero también estoy abierto a que me hagan propuestas para mejorarlo. No me cierro en banda. Yo he buscado una solución, que es la que técnicamente me ha buscado mi equipo. Pero puede haber otra visión complementaria. Y estoy dispuesto a escucharla e incluso, si es positiva, a incorporarla al proyecto de ley. Por supuesto que vamos a blindar y a proteger Doñana, como no puede ser de otra manera, pero la sostenibilidad medioambiental tiene que venir aparejada a la económica y social.