España
Sanidad

Mónica García culpa a la prensa de «sobredimensionar» el uso de «drogas de violación»

A pesar de reconocer que no tiene datos fiables sobre el impacto que tienen las nuevas drogas

El Ministerio de Sanidad ha elaborado un estudio sobre las nuevas drogas y su impacto con prácticas sexuales de riesgo. En este informe sobre la sustancia GHB, el departamento de Mónica García acusa a los medios de comunicación de sobredimensionar el uso de «drogas de violación», a pesar de reconocer que no tiene datos fiables sobre el impacto que tienen las nuevas sustancias en los distintos ámbitos de la sociedad. «Estamos más ante un fenómeno mediático que ante una realidad constatable», apunta dicho estudio.

El GHB es un potente depresor del sistema nervioso central que inicialmente puede producir sensación de bienestar y euforia. Es conocido también como éxtasis líquido, aunque sus efectos tienen poco que ver con el éxtasis. En los estudios realizados en España sobre el chemsex, los usuarios hacen una mención particular al GHB como una de las tres drogas más utilizadas en este contexto. Sin embargo, el informe de Sanidad señala que las informaciones que sugieren la utilización de GHB asociado a la violencia sexual se han disparado recientemente son más «un fenómeno mediático que ante una realidad constatable», dado que los datos internacionales apuntan a que los casos de uso de»drogas de la violación» no son tan elevados.

Sin embargo, en ese mismo informe el organismo de Mónica García reconoce que «los sistemas de vigilancia no están pensados para identificar nuevos patrones en el uso de sustancias poco conocidas, lo que hace difícil conocer con certeza las tendencias recientes y su relación con problemas sociales o de salud». Así, pese a no disponer de datos concretos en España, el Ministerio de Sanidad acusa a la prensa de poner el foco en este problema y recomienda a los medios de comunicación «evitar los mensajes que sobredimensionan el uso de drogas de la violación».

Mónica García y el ‘chemsex’

El pasado año, el Ministerio de Sanidad, capitaneado por la líder de Más Madrid, Mónica García, publicaba una guía Reducción de Riesgo en las Sesiones de Sexo y Droga en la que da pautas sobre cómo realizar prácticas sexuales bajo los efectos de las drogas, una práctica conocida como chemsex  en la que recomendaba tener un camello de confianza que «tenga experiencia y conozca bien las drogas que vende».

La guía advierte que este tipo de conductas sexuales bajo los efectos de las drogas pueden hacer «bajar la guardia» a quienes las practican y asumir «determinadas conductas que implican un mayor riesgo de infección por el VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS)». Además, señala, «los efectos de las drogas y la falta de sueño pueden provocar también episodios de ansiedad, alucinaciones, paranoia o psicosis».

Así, el documento recoge ocho puntos para «preservar la salud y reducir el riesgo». El primero de estos puntos es tener un dealer, lo que en español se conoce comúnmente como un camello, es decir, un traficante de drogas, que inspire confianza y que conozca el producto que vende.

El segundo punto aconseja establecer «reglas de seguridad» antes de empezar la sesión, como, por ejemplo, «dónde llamar en caso de sobredosis o problemas con las drogas». Además, sugiere que si las drogas se consumen por vía inyectada, los participantes no se inyecten solos.
La guía también avisa de que las sesiones «pueden ser largas» y que, por tanto, puede resultar «útil» reunir previamente todo el material que se puede utilizar, como «kits de inyección segura, preservativos, lubricantes, guantes de látex, etc». Otro de los puntos que recomienda ese documento del Ministerio de Mónica García es ducharse durante las sesiones. «Tomarse una ducha, como mínimo, cada 24 horas, te resultará muy relajante y te proporcionará energía. Trata de buscar un espacio oscuro y silencioso en el que te puedas relajar durante un rato», señala.