España
Día de la Fiesta Nacional

Los ministros comunistas Garzón y Castells plantan a los Reyes en la recepción del Palacio Real

Los ministros de Unidas Podemos Alberto Garzón y Manuel Castells han dado plantón a los Reyes en la recepción oficial que los monarcas han ofrecido en el Palacio Real a los representantes de la sociedad civil, cultural, deportiva y política tras el desfile militar del 12 de octubre. Aunque el titular de Consumo había participado en los actos del Paseo de la Castellana, ni Castells ni Garzón han formado parte de la delegación gubernamental en el besamanos que ha encabezado el presidente Pedro Sánchez.

El jefe del Ejecutivo ha sido el primero en pasar frente a los Reyes en un paseíllo que ha durado apenas unos diez minutos. Iba solo, precediendo a la presidenta del Congreso Meritxell Batet. A diferencia de Garzón y Castells sí han acudido al Palacio Real, tal como marca el protocolo institucional, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y las ministras Ione Belarra e Irene Montero. La titular de Industria Reyes Maroto había excusado su presencia por un compromiso internacional.

La ministra de Igualdad, Irene Montero.

La ministra de Asuntos Sociales, Ione Belarra.

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

El Palacio de la Plaza de Oriente ha recuperado un acto sobrio y formal que en esta ocasión tenía muchas novedades. Los buenos datos de la pandemia, que obligó a modificar por completo los planes de celebración de esta conmemoración con un homenaje a los trabajadores públicos en la Plaza de Armas, han permitido a la Casa Real volver a un acto en el interior. Aunque con menos aforo y algunos cambios, pero con la voluntad de recuperar el simbolismo de un día especial como el de hoy.

Los Reyes, como marca el protocolo, han sido los grandes protagonistas en un momento más tranquilo para la monarquía, después del revuelo que provocó el año pasado la huída semanas antes del emérito Juan Carlos l por las revelaciones de OKDIARIO.

El que fuera Jefe del Estado tampoco ha estado presente en el Palacio Real, por segunda vez, pero su retiro en Abu Dhabi ha alejado un poco la presión mediática sobre él y sobre su hijo. Pero la ausencia más destacada ha sido la de la Princesa de Asturias, que no ha podido regresar de Gales por las restricciones del país donde estudia para frenar la expansión del virus.

Lejos de las más de mil personas que se daban cita antes de la irrupción del virus, la Zarzuela ha tramitado este año poco más de doscientas invitaciones. Los miembros del Gobierno, los representantes de las principales instituciones del Estado, los presidentes autonómicos con excepción de Alberto Núñez Feijoó, Emiliano García-Page, Pere Aragonès e Iñigo Urkullu, o los abanderados españoles en los Juegos Olímpicos de Tokio, Mireia Belmonte y Saúl Craviotto, han sido algunas de las personas que se han acercado hasta el Palacio Real.

Primer besamanos de Podemos

La llegada al poder de Podemos ha hecho que varios dirigentes de su partido, como los ministros Díaz, Belarra y Montero, hayan tenido que acudir por primera vez a un besamanos de los Reyes.

No así Garzón, muy crítico con la monarquía, y el representante de los Comuns Manuel Castells, que se han saltado el protocolo oficial. Hasta ahora la tónica habitual mientras Pablo Iglesias lideraba la formación morada ha sido esa, evitar la participación en este tipo de actos, que tan a menudo habían criticado.

Aunque los ministros morados ya hicieron acto de presencia en el acto que se celebró el año pasado, «por representación institucional», el formato no incluía el tradicional besamanos que consideran «antiguo».

Un acto austero y sin catering

Los actos de este 2021 han tenido más novedades. El Estado ha optado por una celebración más pequeña y austera, sin la pomposidad de otras ocasiones. En el Palacio Real, hoy martes, ha habido menos invitados que en las recepciones de antes de la pandemia. Representantes de la sociedad civil, cultural y política de nuestro país, que no han podido degustar el tradicional cóctel que les ofrecían los reyes para evitar así un mayor tiempo de exposición sin mascarilla entre los presentes.