España

La ministra Montero justificó ante Monasterio la agresión a una militante de VOX: «Es por sembrar el odio»

El debate de candidatas de La Sexta dejó un feo gesto por parte de la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero. Mientras la representante de Vox, Rocío Monasterio, pedía solidaridad al resto de candidatas por la «paliza» sufrida por una militante de su partido en Sestao, la socialista se negaba a condenar la agresión contra la mujer y justificaba que ésta se había producido porque «ustedes siembran el odio».

La ministra Montero no sólo se negó a condenar el ataque que este mismo jueves había recibido la nº 1 de Vox en Vizcaya, Nerea Alzola, sino que aseguró que le mismo se había producido «por sembrar el odio». Monasterio replicó esta afirmación asegurando que es culpa de los socialistas ya que «cada vez que ustedes llaman xenófobo a alguien de Vox es lo que ustedes siembran».

Los hechos se produjeron este jueves por la mañana. Mientras Alzola repartía propaganda en una mesa electoral, un grupo de bilduetarras han pateado a la candidata local de Vox y han destrozado la mesa informativa.

Así lo contaba la propia representante de Vox en su cuenta de Twitter: «Mesa en Sestao esta mañana. El poso del odio que siembra el consenso progre, recoge sus frutos. ¿Pedro Sánchez a dónde nos llevas? Agresiones físicas y amenazas. Seguimos. Hay que cambiar todo esto, solo VOX puede. Voto útil».

Alzola ha publicado poco después otro mensaje adjuntado un vídeo en el que se ve cómo ha quedado la mesa informativa de Vox y mostrar a los agresores proetarras. «Qué horror. Pues esta vez sí que nos han reventado. Yo les grabo ahora a todos, no vaya a ser que luego se escapen», ha denunciado la dirigente de Vox. «¡Qué no me grabes!, ¡¿Por qué me estás grabando?», grita uno de los supuestos agresores en el vídeo. «Se acababa de ir la patrulla y en 5 minutos así ha quedado todo», ha añadido Nerea Alzola en otro tuit.

La candidata ha sido entrevista en el programa ‘La tarde de Dieter’ de EsRadio después de este incidente: «Me han pegado varios puñetazos y un rodillazo. Han estado allí toda la mañana con una pancarta del acercamiento de presos de ETA y cuando se ha ido la Ertzaintza lo han aprovechado». «Esta no es la peor cosa que me ha pasado por defender a España y la libertad en Euskadi. No hay daño físico, sino daño a la integridad de la persona y la sociedad. Duele ver el silenciamiento de los medios que dicen que ya no pasa nada aquí», ha señalado en esta entrevista.