España

El comisario de la ‘Kitchen’ Martín Blas sigue negando su participación en la operación Cataluña

El comisario jubilado Marcelino Martín Blas negó ayer una vez más en un Juzgado su participación en la conocida como Operación Cataluña junto a José Villarejo. Las palabras del que fuera jefe de la Unidad de Asuntos Internos (UAI) de la Policía entre 2012 y 2015 pierden todo valor si se comparan con las cintas intervenidas a Villarejo. En ellas, el ex responsable de la UAI reconoce sus viajes a Barcelona y la dirección de las investigaciones contra la familia Pujol.

Martín Blas, que declaraba como imputado ante el magistrado Manuel García-Castellón por el espionaje a Luis Bárcenas (caso Kitchen), aseguró ante el juez que su labor policial en Barcelona se limitó a colaborar de manera limitada en la operación contra la agencia de detectives Método 3. Pero las pruebas sonoras y los testimonios de algunos de los integrantes del operativo policial en la Ciudad Condal constatan que el entonces responsable de la UAI (23-2-2012/7-4-2015) no dice la verdad.

En una de las grabaciones registrada por Villarejo mientras hablaba con Martín Blas, a comienzos de 2015, un par de meses antes de que fuera cesado de su cargo, el comisario le reconocía que sus jefes le habían dado instrucciones para “ir metiéndose en Cataluña”. Aunque Martín Blas ya había desarrollo su trabajo en Barcelona, el nuevo plan contemplaba apartar definitivamente a Villarejo de sus misiones en tierras catalanas, como finalmente se produjo.

Villarejo, que logró una fecha para encontrarse con su colega, le comentó: “La semana que viene tengo que ir a Barcelona”. Y Martín Blas siguió eludiendo el encuentro porque, según él, tenía la agenda saturada: “Ahora mismo, la instrucción que tengo es ir metiéndose en Barcelona”.

Cuando pronunciaba esas palabras Martín Blas ya disponía de un equipo en la Ciudad Condal de agentes de la UAI y de una serie de colaboradores externos, a quienes su unidad pagaba con fondos reservados, como ha podido constatar OKDIARIO con el testimonio de algunos de ellos.

Investigación contra los Pujol

El equipo de Martín Blas, que se desplazaba a menudo a Barcelona, ya trabajaba en asuntos como las finanzas de los Pujol y otros dirigentes independentistas. Los trabajos eran realizados por la Segunda Brigada de la UAI, mandada por el inspector Rubén Eladio López, que era quien pagaba a los colaboradores con fondos reservados, según las confesiones de los integrantes de su equipo.

Villarejo, durante la conversación grabada, insistía: “Podíamos vernos, maricón. Yo voy el martes. Podíamos ir juntos. ¿Vas a estar un día más?”. A lo que Martín Blas respondía: “Pero Pepe yo puedo tener la intención y hasta los billetes y no estar seguro de ir”.

Sin embargo, ante el juez García-Castellón, Martín Blas una vez más se puso de perfil, incluida la operación Kitchen contra Bárcenas, responsabilizando de todo a Villarejo y al ex DAO de la Policía, Eugenio Pino. Incluso, a las preguntas del fiscal y de los abogados de la acusación tuvo la desfachatez de negar su relación con Villarejo: “Mantenía una relación normal entre compañeros. De manera habitual, no. Hablé tres o cuatro veces con él. Sólo las grabaciones que hay. También lo vi, alguna vez, en el despacho del DAO Eugenio Pino, pero sin cruzarnos la palabra. Nada más”.

Martín Blas se aprendió de memoria el mismo guión que ya había reescrito en su comparecencia ante los diputados de la Comisión de Investigación del Parlamento Catalán sobre la Operación Cataluña en 2017. Entonces, el ex jefe de la UAI manifestó sin ruborizarse: “Quien diga que yo estaba en esa unidad miente”.

Martín Blas sorteó referirse a la conversación que mantuvo con Villarejo, en esas charlas habituales entre compañeros, sobre los seguimientos que coordinó contra los Pujol y otros investigados en la corrupción de Cataluña. El jefe de la UAI recogió el testigo de Villarejo, que había captado a informantes como Victoria Álvarez y Javier de la Rosa.

Una de las grabaciones de Villarejo, que registraba su conversación con Martín Blas, el 29 de abril de 2014, demuestra que el entonces jefe de la UAI también participó activamente en la investigación contra la familia Pujol. En la cinta, en poder de la Audiencia Nacional, ambos policías comentan una fotografía en la que se veía a Jordi Pujol Ferrusola, el mayor del ex presidente de la Generalitat, con la que había sido su pareja sentimental en Argentina y aliada en el negocio del puerto fluvial de Rosario, junto a un automóvil deportivo Lamborghini.

Villarejo le comentó: “La foto esa se la he enseñado a mi prima (la ex pareja de Jordi Pujol, Victoria Álvarez) y me dice que es la argentina”. A Martín Blas, al oír esas palabras, le dio un subidón: “¿Ella? ¿La chica? Estaba yo preguntando por ella porque no sabía quién era”.

Fondos reservados

Y el comisario, encarcelado en 2017, le apuntaba: “La pava ésta con la que iba él es la puta de la argentina con lo cual sería bueno hacer gestiones. Me dice (Victoria Álvarez) que es la novieta”. Y Martín Blas concluía: “¿Es de la que hablaba ella?”, dando a entender que también conocía a Victoria Álvarez, la ex pareja de Jordi Pujol.

En las conversaciones entre Villarejo y Martín Blas utilizaban un argot que iba más allá de unas simples charlas habituales. Martín Blas se dirigía a él con un “dime corazón”, mientras Villarejo echaba mano a un lenguaje de colegas: “Venga, tronco. Te haré una notita y te la enviaré”.

En otra de las conversaciones telefónicas entre Villarejo y Martín Blas, grabada el 6 de mayo de 2014, quedaba patente que los hombres de Villarejo en Barcelona, como el ex policía Antonio Giménez Raso ‘Melli’, ya estaban bajo las órdenes del jefe de la Unidad de Asuntos Internos. La llamada la realizaba Villarejo desde la sede del DAO de la Policía.

El ex inspector Giménez Raso se convirtió en el hombre de Martín Blas en Barcelona como se puede constatar en una grabación del 17 de junio de 2014. Martín Blas reconocía que había establecido una relación directa con el ex policía, a quien conocía como ‘El Melli’. Éste trabajó sobre el terreno con el jefe de la Segunda Brigada de la UAI, dirigida por el inspector Rubén Eladio López. El grupo se desplazó de Madrid a Barcelona y montó su centro de operaciones en un céntrico hotel de la Ciudad Condal, sin que sus compañeros de la Jefatura Superior tuvieran conocimiento.

Según confesó a OKDIARIO uno de los colaboradores del operativo, Rubén Eladio López le pagaba los gastos a él y a sus compañeros con fondos reservados del Ministerio del Interior. El colaborador, eso sí, destacó que él fue contratado por Martín Blas en su despacho de Madrid.

El inspector López, tras pasar por un sindicato policial, ocupa hoy día el cargo de jefe de Seguridad del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana de José Luis Ábalos.

Lo niega todo

En su declaración de ayer ante García-Castellón, Martín Blas no sólo negó su participación en la operación Barcelona, sino que también pretendió eludir sus responsabilidades en otros dos turbios asuntos: la operación Kitchen y la investigación contra Francisco Marco, el propietario de la agencia de investigación Método 3. Por desmentir, el comisario, incluso, no dijo la verdad sobre su salida de la Unidad de Asuntos Internos.

Según declaró Martín Blas ante el juez, dejó de ser jefe de la UAI desde noviembre de 2014, pero la verdad es que su cese no se produjo hasta el segundo trimestre de 2015, como queda acreditado en la nota oficial que emitió el Ministerio del Interior el 7 de abril de aquel año. Inmediatamente, pasó a formar parte del Consejo Asesor de la Dirección General de la Policía hasta su jubilación.

El comisario negó así mismo que pagara con fondos reservados a Sergio Ríos, el ex chófer del tesorero del Partido Popular. Llegó más lejos y afirmó que jamás había participado en ninguna misión policial con Villarejo.

También negó su participación en el operativo para detener a Francisco Marco. El fiscal le preguntó por qué la UAI intervino en una investigación de esas características y Martín Blas le contestó: “Lo había pedido el Juzgado de Barcelona”.

En el libro La España Inventada (Editorial Indicios), el detective y doctor en Derecho Francisco Marco relata la persecución que tuvo que sufrir –él y su empresa Método 3– de Martín Blas y Villarejo, que acabó con su ingreso en prisión. Desvela también que el grupo de Asuntos Internos que Martín Blas situó en Barcelona, al frente del que estaba el inspector Rubén Eladio López, tenía entre otras misiones seguir todos sus movimientos. Las acusaciones contra Marco quedaron diluidas con el tiempo.

Falacias y medalla

En medio de tanta falacia, Martín Blas no perdió la oportunidad para destacar que había caído en desgracia por culpa de una campaña de desprestigio orquestada por Villarejo y un grupo de periodistas: “Informé de que había una organización criminal que la formaban Villarejo, Pino, García Castaño, Gago, Eduardo Inda, Esteban Urreiztieta y Montero. Le pedimos al juez que hiciera gestiones para demostrar que existía tal organización criminal la campaña”.

Martín Blas seguía la línea de Público. El diario podemita de Roures publicó en junio de 2019 que la policía había exonerado a Martín Blas de cualquier implicación en las investigaciones en Cataluña. La autora de la información afirmaba: “La contestación es una de las pruebas que constan en el procedimiento abierto contra el policía José Villarejo y sus hombres de confianza en los medios, Eduardo Inda y Manuel Cerdán, que están también imputados. En diversos artículos difundieron informaciones que suponen un delito de injurias y calumnias con publicidad contra un funcionario”.

Durante la declaración de Martín Blas el fiscal le recordó al comisario que la querella presentada contra los periodistas de OKDIARIO había sido archivada por la Audiencia Provincial de Madrid. El comisario le contestó que pensaba recurrirla.

Para finalizar el interrogatorio, el abogado de Villarejo, entre otras cuestiones, le preguntó a Martín Blas: “Por qué el general Sanz Roldán le concedió a usted la medalla del CNI?”. El comisario respondió: “Pregúnteselo usted a él”.