España
Ministerio del Interior

Marlaska tiene a los perros antidroga de Jaén en perreras pequeñas, sin bebederos y llenas de moho

Los perros han sufrido tendinitis por no tener espacio para moverse y actualmente tienen hongos en las patas 

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, tiene a los perros antidroga de Jaén en perreras pequeñas, sin bebederos y llenas de moho. Esta situación se está produciendo en el cuartel de la Guardia Civil de Bailén (Jaén) y ha provocado tendinitis a los canes por falta de espacio para moverse. Además, debido a la humedad, todos ellos tienen actualmente hongos en las patas y uno de ellos también sufre de artrosis.

Ésta es la terrible historia de los perros policiales Hurcan, un pastor alemán macho de ocho años; Ocho, un labrador macho de cuatro años; Sonja, una pastor belga malinois hembra de tres años, y Zaida, una pastor alemán hembra de un año. El que además de hongos tiene artrosis es Hurcan.

Además, Sonya estuvo el año pasado tres meses con una tendinitis «por dar vueltas en la perrera, ya que prácticamente no tenía espacio para moverse». Posteriormente, se adaptó su perrera poniendo la puerta en otro sitio para que tuviera más libertad de movimiento.

Ha dado la voz de alarma a OKDIARIO la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), la mayoritaria, denunciando que estos agentes caninos viven «en unas condiciones pésimas, en las peores perreras que han visto», y exige que de una vez por todas se solucione de forma urgente.

«Nos consta que los compañeros del Seprona echan el cierre a perreras de cazadores en mejores condiciones que éstas», apunta esta asociación, destacando que todo aquel que ve las instalaciones de Bailén se echa las manos a la cabeza.

Llevan años así

Esta situación ha sido denunciada de forma interna en el cuartel por varios agentes exigiendo que se construyan unas perreras nuevas conforme a la normativa, pero la respuesta de los mandos siempre viene siendo que se le dará solución «el año que viene». Y así «vamos ya camino de tres años» de la primera denuncia, según detalla a este diario Valentín Blanco, coordinador nacional de cinológico de la AUGC.

Caseta de perros.

Ha sido al enfermar los agentes caninos cuando la asociación mayoritaria de guardias civiles ha decidido revelar públicamente la «lamentable situación que padecen» estos canes, para que se arregle cuanto antes y puedan vivir «dignamente» y hacer su trabajo profesional.

Su importante labor consiste en la búsqueda de sustancias estupefacientes ilegales en control de vuelos en aeropuertos, control de equipaje en puertos, control de mercancías, así como el control de estas sustancias en dispositivos operativos en carreteras y zonas de ocio. También en la búsqueda y detección de dichas sustancias en registros domiciliarios, naves y áreas de paquetería. Además, realizan la búsqueda y detección de cebos envenenados, indicios de fuego, dinero, tabaco, droga en personas y armas de fuego.

Para esta asociación, es necesario habilitar un nuevo lugar para estos perros policía. La AUGC reclama al teniente coronel de la comandancia de Jaén, responsable de las instalaciones, que tome medidas cuanto antes, y al Servicio Cinológico, responsable de los perros y guías, que vele por que se cumpla la ley.

«Es una vergüenza que el cuerpo policial que debe velar por que los animales se encuentren en condiciones dignas no actúe contra esta situación. Por desgracia, si está clase de situaciones no se hacen públicas, se va dejando pasar el tiempo sin ninguna solución», señala a OKDIARIO Eugenio Nemiña, responsable jurídico de la asociación.

«La Guardia Civil hace grandes actuaciones gracias a los perros del Servicio Cinológico, ¿qué menos que los animales tengan unas instalaciones dignas?», plantea, avisando que de, no solucionarse el problema, la AUGC estudiará otras vías legales como la denuncia contra la administración.

No hay desagüe de excrementos

Las perreras se componen de una zona exterior y de una caseta de madera. Al moho y las reducidas dimensiones de los habitáculos se suma que a las instalaciones «nunca les da el sol» y, por ende, tampoco a los perros, dado que están situadas junto a un muro alto.

«Los perros lo pasan mal porque hace frío y las perreras siempre están húmedas debido a que se limpian todos los días y, al no darles el sol, no se secan», apunta Valentín Blanco.

Imagen de una de las perreras cuyo estado ha sido denunciado.

Además, «no cuentan con bebederos automáticos, por lo que el agua se les pone en cubos y, si los tiran, se quedan sin ella hasta que algún agente se dé cuenta».

Por si fuera poco, las instalaciones tampoco tienen canalización de excrementos y, cuando se limpian, las heces se quedan obstruidas en las arquetas. Además, debido a que las perreras son pequeñas, los canes se manchan de heces con frecuencia, al pisotearlas.

Como tampoco disponen de instalaciones cubiertas con bañeras para el aseo de los perros, son lavados a la intemperie, en pleno patio, con una manguera y sólo con agua fría.

A esto se suma, además, que las paredes de la perrera tienen grietas y  «algunas, sobre todo dos, presentan riesgo de derrumbe». Y las vallas son viejas y están oxidadas, por lo que los perros las rompen fácilmente, produciéndose «heridas en el hocico y las patas».

Según apunta la AUGC, el cuartel recibió hace varios años unos bebederos automáticos, pero no se han instalado porque cada perrera requeriría de una toma de agua y no tienen.

No cumplen la normativa

En 2015 salió una normativa y todas las unidades del servicio cinológico tienen que cumplir una serie de requisitos. Sin embargo, han transcurrido ya 11 años de ella y «no se cumple en estas perreras», según denuncia esta asociación.

Un perro de la Guardia Civil en uno de loss precarios habitáculos.

Dicha normativa dispone que la perrera debe tener «una leve caída hacia el exterior, de manera que no se almacene el agua en ella y facilite su limpieza», así como «un canalón de desagüe de fácil acceso para su limpieza en caso de obstrucción».

Además, la memoria de calidades para perreras indica que deben contar con acometida de luz con al menos dos puntos de corriente elevados (enchufe e iluminación); acometida de agua con grifo para bebedero, uno exterior y otro interior con posibilidad de conexión para mangueras; conducciones en pvc y grifería en acero inoxidable; suelo en hormigón pulido (o compactado) antideslizante, de manera que no se formen charcos y resista los lavados diarios con agua a alta presión; y paredes en igual material hasta un metro, al menos.

También deben tener barrotes redondos de material inoxidable, con una distancia mínima suficiente para que el perro no pueda sacar la boca; portillo del canil y guías con iguales características; canalón y desagüe exterior en pvc; puertas de tablero de especiales características y dotado con bisagras de apertura oscilobatiente y pestillos en ambos lados, para facilitar la limpieza; ventanas en carpintería de aluminio; bebederos y comederos en acero inoxidable sin rebordes y desmontables; tornillería inoxidable; así como orientación sur-sureste en lo posible; y sobre techo en material ondulado que deje paso a la radiación visible y atenúe la radiación infrarroja.

Condiciones tercermundistas

Como ha informado esta semana OKDIARIO, Marlaska también ha dejado sin agua caliente a las guardias civiles de El Pardo y destina el caudal disponible a fregar el suelo. Esta situación se está produciendo desde el pasado mes de septiembre en el Centro de Adiestramiento de Perros de la Guardia Civil (CAPEDE), ubicado en El Pardo (Madrid) y afecta a las ocho profesoras.

También han sido sonadas las condiciones tercermundistas –igualmente reveladas por este diario– en las que tuvieron que prestar servicio los guardias civiles que blindaron al ex presidente socialista José Luis Zapatero durante sus dos meses de vacaciones en Lanzarote: sin luz ni aseo.