‘Ley mordaza’ en Podemos: suspende a 12 militantes críticos por discrepar en público
Podemos actúa sin contemplaciones con los afiliados que muestran sus discrepancias en público. Tal como desvela OKDIARIO, el partido de Ione Belarra ha dictado resoluciones de suspensión de militancia a una docena de miembros de Podemos Coslada, en Madrid. ¿El motivo? Disentir de los concejales morados que el partido tiene en esa localidad. Afeaban que no cuentan con el respaldo de las bases moradas y que no cumplen con el programa electoral que les llevó a gestionar tres concejalías.
Los expedientes disciplinarios fechados a 8 de octubre no dejan lugar a dudas del autoritarismo que rige el partido morado. Cualquiera que haga un comentario discordante queda fuera de la organización. Decir en redes sociales que un edil de Podemos «no representa» el sentir de la militancia en el municipio es «una flagrante infracción de los estatutos, reglamentos y código ético de Podemos». Además, no dan opción a presentar alegaciones o a recurrir.
«Podemos no puede ser una fuerza de gobierno que traslade el ruido interno a la ciudadanía, como sucedió. Debemos aprender de los errores pasados y asegurar estabilidad y certezas a los ciudadanos, más si cabe, se es fuerza de gobierno en el territorio», indica una alto cargo de Podemos Comunidad de Madrid, que ejerce de instructora del procedimiento sancionador.
Recuerda que en Coslada «se produjo una negociación presupuestaria dentro del Gobierno que es llevada también al círculo mediante mecanismos de debate que a la postre se han visto insuficientes. Esta división interna provoca que el portavoz del grupo municipal y otro concejal votaron a favor de los presupuestos, mientras que la portavoz del Círculo, también concejala, y otra concejala votaron en contra».
«Se estableció una mediación para intentar revertir la situación que se está dando en el municipio y atemperar las relaciones y dinámicas. Durante la mediación percibimos que no podíamos dar estabilidad al grupo municipal sin dar estabilidad al círculo, ya que la mayoría de los conflictos provenían del continuo pulso del círculo hacia el grupo municipal», reprochan desde la cúpula autonómica. Al intervenir desde la dirección regional, «un grupo de personas se organizan para boicotear cualquier tipo de avance, incurriendo en comportamientos contrarios a nuestros reglamentos y dañando seriamente la imagen de Podemos».
Se publican comentarios como: «No me representas por tus hechos y los de tu concejalía»; «Largaos ya»; «Compañero, nosotros vamos a seguir defendiendo estos valores que mi personalmente me habéis enseñado en Podemos». También difundieron el hashtag «¿Y Coslada para cuándo?», en referencia al malestar entre los críticos porque la dirección no apartaba a los concejales señalados. Igualmente, organizaron una rueda de prensa para dar a conocer sus posiciones a los medios.
Todas esto son para Podemos infracciones «leves y graves» según su reglamento interno. «Ante la gravedad de lo acontecido, las consecuencias que la conducta de los denunciados pueden tener no sólo en Coslada, sino en el resto del territorio de la Comunidad, y como hasta la fecha los mismos han desoído las solicitudes de que se abstuvieran de realizar más comentarios, el Consejo de Coordinación propone la incoación la medida cautelar de suspensión de derechos de afiliación por periodo de siete meses», zanjan.
Chats
La dirección autonómica de Podemos también incluye en el expediente capturas de los chats internos en una red social del círculo morado en Coslada. Ahí la cúpula regional urge en un momento dado: «Hay que borrar los comentarios de estas publicaciones».
Otro consejero autonómico de Podemos señala: «Pido que los comentarios negativos hacia cualquier componente de Podemos sean borrados inmediatamente de la página oficial del círculo, que se tome nota de quién los ha hecho y que si persiste en su actitud de criticar negativamente sea bloqueado para que no acceda a la página. Da igual que sea a las personas que están en la institución, en el círculo, en la organización autonómica o estatal. Las páginas oficiales de Podemos no deben consentir ese trato».
Ante esto, los militantes muestran su espíritu contestatario que no gusta en el aparato. «¿Y las personas que no son nada de eso?, ¿por ejemplo, a un votante, también se le censura? Cuando apretéis más la soga de los que estáis oprimiendo peor resultado vais a obtener en el 2023 [en las elecciones autonómicas y municipales]», afea una militante.
A continuación, agrega en los canales internos a los responsables autonómicos: «Deberíais replantearos vuestra ‘hoja de ruta’. Lo estáis empeorando desde que os mandaron a solucionar el tema enquistado de Coslada. Está claro que no sólo la situación no mejora sino que empeora y vosotros por lo que sea no sabéis hacerlo».
A esto otro alto cargo puntualiza para tratar de meter en razón a los díscolos: «Las redes sociales son el escaparate del proyecto. Tenemos la obligación de velar por una correcta comunicación e imagen. Primero desde el nivel municipal, y si esto no se diese desde los niveles superiores. Y es lo que se está pidiendo. No hay más vuelta de hoja». De todas formas, finalmente Podemos ha sacado su particular ley mordaza y ha echado de la formación temporalmente a los críticos. A todo esto se suma que no ha abierto primarias en la localidad para elegir a su candidato a los comicios locales que se celebran a final del curso político abierto.