España
NEGOCIACIONES JUNTS-PSOE

Junts cree que el PSOE corre el riesgo de no llegar a tiempo para la amnistía: «Estamos lejos del acuerdo»

Pedro Sánchez está decidido a agotar los tiempos del reloj electoral asumiendo que no habrá investidura exprés. Los socialistas ya no tienen prisa y eso agota, no ya los tiempos, sino la paciencia de Carles Puigdemont en las negociaciones entre el PSOE y Junts que incluyen la amnistía. El golpista fugado de la Justicia hace tiempo que no se fía del Partido Socialista, y ve con preocupación el calendario. «Nos preocupa que no den los plazos para sacar una ley de amnistía. Si en el PSOE creen que el acuerdo está hecho, se equivocan. Estamos muy lejos», dicen fuentes de Junts a OKDIARIO.

Y esa ley es la condición sine qua non para conseguir los siete votos necesarios para apoyar la investidura de Sánchez. Pero el PSOE sigue dando vueltas en círculos exasperando a los independentistas. Su estrategia consiste en agotar los tiempos para presionar a Puigdemont a aceptar tramitar la amnistía después (y no «cobrarlas por adelantado», como exige el fugado) de la investidura. Los socialistas tampoco se fían y temen que, una vez aprobada la investidura, Puigdemont no respete el acuerdo. Además, influye el factor de las elecciones catalanas: las encuestas dan por ganador al PSC y dejan a Junts en segundo o tercer lugar.

De momento, siguen analizando con absoluta discreción la exposición de motivos -la descripción de las necesidades y objetivos que trata de cubrir la norma- que les entregó el equipo negociador encabezado por Félix Bolaños. «Les pedimos solvencia jurídica en la redacción de la ley y sólo nos han presentado hasta ahora la exposición de motivos. Ni rastro del articulado. No sabemos a qué están esperando», admiten las mismas fuentes sin ocultar su desasosiego ante la calculada parsimonia del PSOE.

Puigdemont mete presión

«Los socialistas deberían estar menos eufóricos y trabajar más en que no queden flecos inconstitucionales en la ley», explican. Tal como publicó OKDIARIO, en Junts no están satisfechos con el texto de la ley de amnistía y exigen al PSOE «menos florituras y más solvencia jurídica» para blindar la ley ante un recurso de inconstitucionalidad.

Por ahora, Junts mantiene el pulso. Sus condiciones son la amnistía, el referéndum y un mediador para las negociaciones. Mientras, Puigdemont mete presión. El equipo negociador de Junts ha comunicado al PSOE que no se abstendrá en la investidura de Sánchez y que su voto será o un sí o un no. Es un mensaje nítidamente claro para que el PSOE deje de mercadear apoyos con Coalición Canaria y cumpla con lo exigido por los independentistas.

Mientras tanto, la ERC del presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, busca también hueco protagonista en la aspiración secesionista. No quiere quedar ensombrecido por los de Puigdemont, conscientes de que, en clave doméstica, ambos partidos compiten entre sí. La tensión entre las dos formaciones es evidente por la pugna electoral. Ven con recelo el protagonismo asumido por Junts en sus negociaciones con el PSOE sobre la amnistía.

En este sentido, Aragonés afirmó este domingo que su gobierno, y por tanto ERC, redoblarán sus objetivos separatistas. Ante la multitudinaria manifestación que llenó las calles de Barcelona para clamar contra la pretendida amnistía a los golpistas catalanes, el presidente de la Generalitat animó «a seguir batallando, más que nunca, con más fuerza, por la amnistía y por la autodeterminación».