España

Junqueras y Puigdemont batallan por liderar la negociación con el Gobierno

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

La relación entre el Govern y el Ejecutivo mide el pulso entre Carles Puigdemont y Oriol Junqueras para reafirmarse dentro del Gobierno catalán y apuntalar sus caminos políticos, cada vez más alejados.

La actitud que en público mantienen ambos dirigentes es reflejo de su escasa sintonía. Despreocupados por disimular sus diferencias, apenas se cruzan palabras ni tan siquiera miradas. El último ejemplo se vio este mismo martes en Madrid, donde ambos participaron, junto al expresident Artur Mas, en un acto previo a la aprobación en el Congreso del suplicatorio para que Francesc Homs sea juzgado por su papel el 9N. El responsable económico del Govern optó por mantenerse en un segundo plano, ajeno a los corrillos en los que sí participaban Mas y Puigdemont, en su día el elegido ‘a dedo’ por el expresident para salvar la presidencia del veto de la CUP.

La intensa agenda que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha asumido como interlocutora ante la Generalitat es ahora el gran motivo del rifirafe. Fuentes del Parlament catalán coinciden en que ambos ven en ello la ocasión de apuntalar su papel dentro del Ejecutivo autonómico, y más allá, su propia hoja de ruta política: la de Junqueras, fuera de la coalición de Junts pel Sí. 

Esa aspiración se ve alentada en el entorno republicano por la reciente encuesta del Centre d’Estudis d’Opinió, CEO, de la Generalitat, según la cual, las formaciones independentistas verían peligrar su mayoría absoluta en el Parlament tras retroceder un par de escaños sobre las elecciones del 27 de septiembre del 2015.  Junts pel Sí conseguiría ahora entre 60 y 62 diputados, mientras que la CUP bajaría de 10 a entre 6 y 8 parlamentarios. Un dato que no dudan en atribuir a las dudas sobre la gestión de Puigdemont. Según el mismo sondeo, Junqueras supera a Puigdemont en valoración de líderes, con un 5,29 frente al 5,25.

Hasta ahora, el líder republicano había asumido la interlocución directa con el Gobierno central, en vistas de que el tema prioritario de esas conversaciones, la financiación autonómica, es de su competencia. 

No obstante, la buena sintonía que se destaca entre Junqueras y Santamaría ha desatado los recelos del propio Puigdemont, que aspira a ocupar un papel prioritario en la futura agenda catalana del gobierno de Mariano Rajoy. Desde el Govern se resta importancia al ‘pique’ y se asegura que ambos tienen las mismas agendas de conversaciones con el Gobierno.

Este lunes Junqueras remitió a Santamaría una carta en la que la invita a un “encuentro formal” en Barcelona con el objetivo de “retomar un diálogo” más allá de las “discrepancias” sobre el referéndum catalán que tiene intención de convocar el Govern el próximo mes de septiembre de 2017.  Lo previsible es que sea el republicano quien asuma el protagonismo en ese encuentro.

Por su parte, Puigdemont no desaprovechó la cena posterior a la entrega de premios de Foment en Barcelona, la pasada semana, para conversar directamente con Santamaría, a la que trasladó su disposición a reforzar personalmente el diálogo con el Gobierno central.

Solo unos minutos antes, Puigdemont había exhibido  un tono agresivo contra el Ejecutivo, que desagrada en Madrid. La actitud dista de la mantenida por Junqueras, quien prefiere las intervenciones más moderadas.

El dirigente republicano se ha ganado buen crédito en los distintos círculos políticos por su disposición más abierta al acuerdo, más más allá de las diferencias políticas.  Una actitud que, por otra parte, contrasta también con el tono que acostumbran a exhibir sus representantes en el Congreso, Gabriel Rufián y Joan Tardà. Es ya voz populi el descontento de Junqueras con la imagen que se traslada desde el hemiciclo.