España

El juez del ‘caso Pujol’ ordena a un forense valorar la enfermedad de Marta Ferrusola

El magistrado del Juzgado Central de Instrucción Número 5 de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, ha solicitado que un forense viaje a Cataluña para valorar el estado de salud de Marta Ferrusola, mujer de Jordi Pujol, cuyo letrado envió recientemente varios informes médicos en los que aseveran que la matriarca del clan Pujol sufre una enfermedad grave. Dicha enfermedad, Alzheimer, haría que Ferrusola fuera declarada inimputable dentro de la pieza principal del caso Pujol y se archivara la parte de la causa abierta contra ella.

Marta Ferrusola sufrió un accidente doméstico el pasado verano debido a la enfermedad que padece, lo que obligó a trasladarla en helicóptero desde su domicilio en Queralbs (Girona) al hospital Vall d’ebron en Barcelona, donde permaneció ingresada en estado grave varias semanas. Un accidente que según su defensa empeoró su estado de salud.

Escrito

Tras el accidente, la defensa de Ferrusola envió un escrito al juzgado, que ahora dirige Pedraz tras la salida de José de la Mata. El abogado remitió como prueba para el juez el informe firmado por los doctores de de la unidad de neurología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona. Dicho informe certificaría que la mujer de Jordi Pujol padece Alzheimer desde el año 2018. Enfermedad que se habría visto agravada que por el accidente doméstico sufrido el pasado mes de agosto.

Aseveraban los letrados de la familia, Cristóbal Martell y Albert Carrillo, que Ferrusola sufre “una demencia severa sobrevenida que, tras larga evolución, ha terminado por anular su capacidad para comprender los hechos de la causa”, por lo que solicitan el archivo de la misma contra ella.

Las fuentes de la Audiencia Nacional consultadas por OKDIARIO explican que, si los forenses certifican la inimputabilidad de Marta Ferrusola por causas médicas, “obviamente el magistrado instructor archivará la causa contra ella, pues no tendría capacidad para comprender de qué se la acusa, ni podría prestar declaración en un juicio”.

‘Caso Pujol’

El pasado mes de julio, el entonces magistrado instructor José de la Mata dictó el auto de procesamiento contra Ferrusola y toda su familia, incluidos sus siete hijos y su marido, el ex presidente Jordi Pujol, por formar una organización criminal que, «aprovechando su posición privilegiada de ascendencia en la vida política, social y económica catalana durante décadas, acumuló un patrimonio desmedido directamente relacionado con percepciones económicas derivadas de actividades corruptas».

En el auto de pase a procedimiento abreviado, que supuso el final de la investigación judicial de la instrucción de la pieza principal de este caso, el magistrado del Juzgado Central de Instrucción 5 consideró que los hechos investigados serían constitutivos de organización criminal o asociación ilícita, blanqueo de capitales, contra la Hacienda Pública y falsedad documental.

En su resolución judicial, José de la Mata procesó al ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol Soley, a su mujer Marta Ferrusola Llados y a sus siete hijos, además de a otras 18 personas que participaron o colaboraron en las actividades ilegales. Así, pasarán por el banquillo, entre otros, la ex mujer de Jordi Pujol Ferrusola, Mercé Gironés, así como los empresarios Luis Delso Heras, Carlos Sumarroca Coixet y Carlos Sumarroca Claverol.

El auto del juez De la Mata, de 509 páginas, explicaba que queda absolutamente descartado que el inmenso patrimonio de la familia Pujol proceda de la herencia del abuelo Florensi Pujol Brugat, como ha sostenido el ex presidente de la Generalitat durante toda la fase de instrucción. A este respecto, explicaba el magistrado que “a lo largo de la investigación no se ha aportado elemento alguno que permita contrastar la veracidad de esta versión, ni tampoco se ha suministrado explicación alguna razonable y contrastable”

«En ocasiones, el origen de los fondos», señala el auto judicial, «está en los pagos ilícitos realizados por terceras personas, en su mayor parte vinculadas con distintas empresas, que realizaban pagos millonarios a la familia, disimulados bajo distintas estructuras societarias más o menos sofisticadas y utilizando diferentes paraísos fiscales y fórmulas contractuales» de contratos adjudicados por parte de la familia Pujol Ferrusola aprovechando el poder que ostentaban en la Generalitat.

Según el juez, los Pujol habrían amasado su fortuna unas veces “simulando supuestas operaciones contractuales de asesoramiento en los campos más variados, dotadas de la más perfecta apariencia de regularidad formal, cuya existencia real no ha quedado acreditada”, y por el contrario, “en múltiples ocasiones ha quedado acreditado exactamente lo contrario, es decir, la inexistencia del supuesto negocio subyacente”.

Así, la familia entera habría “aprovechado su posición privilegiada de ascendencia en la vida política/social/económica catalana durante decenios”, entre los años 1992 y 2014, “para acumular un patrimonio desmedido, directamente relacionado con percepciones económicas derivadas de actividades corruptas”.