España
Cartas bomba

El jubilado que envió cartas bomba a Sánchez tenía propaganda de ETA y un póster de La Pasionaria

  • Ángel Moya/ Luis Miguel Montero

El jubilado que envió cartas bomba a Sánchez tenía un póster de La Pasionaria en el dormitorio. Comunista, defensor de ETA y rendido admirador de Dolores Ibarruri ‘La Pasionaria’. Pompeyo González, guardaba todo esto y más en su vivienda de Miranda de Ebro que ha sido registrada hasta el último centímetro por la Policía en la mañana de hoy. Tras el registro se cae el mito del unabomber ultraderechista para dar paso a la realidad: el arrestado es un nostálgico del comunismo y un admirador de terroristas. Pompeyo González Pascual, sin antecedentes penales, no era un simple jubilado que le dio por hacer una gamberrada. En su casa los agentes de la Brigada de Información encontraron, además de un póster de la Pasionaria, varios ejemplares de Gramma, el periódico oficial del Partido Comunista Cubano y recortes de prensa que ensalzaban a la banda terrorista ETA. Entre sus libros un ejemplar de El Capital de Karl Marx.

Nadie se imaginaba que el presunto ultraderechista con conexiones con los servicios secretos rusos, era en realidad este jubilado de 74 años, comunista convencido, y muy activo en las redes según los investigadores, tenía un nivel de ideologización tan elevado y una capacidad más que demostrada por la investigación para confeccionar artefactos explosivos con los que intentó amedrentar a España entera.

El registro se ha producido desde primeras horas de esta mañana en su reducido piso de poco más de 40 metros cuadrados, donde se apretaban decenas de policías de la Brigada de Información, de la unidad canina, especialistas del Tedax y toda la comitiva judicial. La intervención policial terminaba con el registro del altillo propiedad del arrestado, que ha asistido a toda la diligencia con una calma extraordinaria que solo ha roto para pedir agua.

González es un prorruso, nostálgico de la grandeza de la Unión Soviética y que apoya a Putin en la guerra contra Ucrania. Esa sería la principal motivación para haber mandado seis cartas a Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, Margarita Robles, ministra de Defensa, a la base de la OTAN en Torrejón y a la Embajada de Ucrania en España. Todavía se investigan todas las posibles líneas para tratar de averiguar si el hombre actuaba en solitario o estaba apoyado por algún grupo. Aunque no se descarta nada no está probada ninguna adscripción política concreta. Los investigadores creen que la única motivación habría sido protestar por el apoyo de España a Ucrania en la guerra que le enfrenta con la Rusia de Putin.

Los investigadores no creen que el detenido sea un «loco», es más, le suponen una inteligencia por encima de la media y siempre inciden en que «sabía muy bien lo que hacía en todo momento». El hombre se maneja muy bien en todo lo relacionado con la tecnología. Las vinculaciones con una organización extranjera no están probadas todavía, pero tampoco descartadas a la espera del registro de su casa. Lo que sí está probado hasta el momento es que Pompeyo era una persona solitaria, no tenía hijos y había vivido casi siempre en el piso 3º C de este edificio de la calle Clavel. Un edificio construido en 1987 con 20 vecinos en pisos modestos, el de Pompeyo apenas tiene 42 metros cuadrados. El hombre había celebrado el pasado 27 de diciembre su 74 cumpleaños, ya que nació en 1948. En su casa se encontró material explosivo para elaborar otros artefactos.

Durante el registro estuvo acompañado de su abogado Jesús Alegre del bufete «Herrero Alegre Abogados» y su impresión es que pasará a disposición judicial ante la Audiencia Nacional el próximo viernes acusado de terrorismo.