Igualdad incapaz de controlar el fraude en el cambio de sexo: sólo exige que se haga «con buena fe»
En la última semana han salido a la luz dos casos de maltratadores que se han cambiado de sexo para eludir la ley
El Ministerio de Igualdad ha difundido el tríptico que se ofrece a las personas que acuden a registro con información relativa al cambio de sexo recogido en la Ley Trans. El organismo encabezado por la socialista Ana Redondo recoge en este folleto informativo que el único mecanismo que se ofrece para evitar que los maltratadores eludan sus condenas al cambiarse de sexo es «la buena fe» de las personas que en virtud de esta ley acuden al registro. Un mecanismo que, a la luz de los casos de violencia de género con personas que han modificado su sexo en las últimas semanas, no parece ser muy efectivo.
El folleto informativo recoge que el cambio de sexo sólo será efectivo a partir de su inscripción en el Registro Civil. Una vez sea válido, la persona puede ejercer todos los derechos inherentes a su nueva condición. Sin embargo, este tríptico promulgado por el Ministerio de Igualdad también hace referencia a los fraudes que se cometen para burlar la ley. «Los derechos deben ejercitarse conforme a las exigencias de la buena fe. Es importante recordar que quien actúe en fraude de ley para acceder a beneficios que no le corresponden, tendrá que responder ante la ley», apunta el organismo de Ana Redondo.
Así, en primera instancia, la única herramienta de la que dispone el ministerio de Ana Redondo para fiscalizar los cambios de sexo es confiar en «la buena fe» de las personas que acuden al registro. A pesar de ello, el propio folleto deja claro que la Ley Trans no permite eludir condenas en firme. «Si tiene una condena o cualquier otra situación jurídica relativa a la Ley de Medidas de Protección contra la Violencia de Género, el cambio registral NO le permitirá eludir dicha condena», señala el tríptico.
Asimismo, el Ministerio del Interior, dirigido por Fernando Grande-Marlaska, «no dispone» de un registro de los maltratadores que han cambiado de sexo, utilizando la Ley Trans que aprobó la ex ministra de Igualdad Irene Montero, para tratar de eludir la ley de protección contra la violencia de género, que conlleva penas más graves para ese tipo de delitos. «Los distintos Registros Civiles no comunican información al Sistema VioGén, por lo que esta Administración Central no dispone del dato solicitado», ha manifestado el Ministerio del Interior, en una respuesta oficial por escrito a OKDIARIO.
Cambios de sexo para sortear penas
En la última semana, se han producido dos casos de maltratadores que han cambiado de sexo para eludir la ley. El pasado 21 de agosto en Sevilla, un maltratador reincidente se cambió de sexo para intentar evitar ser juzgado por violencia de género. Durante el año 2014, le fueron concedidas a la víctima varias órdenes de protección frente a su agresor, las cuales «ha quebrantado de forma reiterada en numerosas ocasiones». En 2019, el agresor fue condenado a quince meses de prisión por un delito de quebrantamiento de condena y por un delito de amenazas. Tras varios recursos, todos ellos desestimados, el Juzgado de lo Penal nº 3 de Sevilla, ordenó en septiembre de 2023 su ingreso inmediato en prisión.
Sin embargo, en agosto del año pasado, según el letrado, el inculpado habría formalizado un cambio de sexo, extremo que califica de «fraude de ley»; porque este hombre, «que cuenta con antecedentes penales en materia de violencia de género», busca ser enjuiciado por un tribunal penal y no por uno específico de violencia de género y, por ende, quiere «evitar las penas concretas para el hombre que ejerza violencia física o psicológica contra su mujer o exmujer». Por su parte, la defensa del inculpado ha solicitado un indulto. Tras ello, el pasado 13 de agosto, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer que conoce el caso, «ha dictado auto de inhibición a los Juzgados de Instrucción porque el sexo de la persona denuncia ha cambiado, siendo ahora el de mujer, y por ende, sobreviene falta de competencia objetiva».
Ese mismo día, en Bilbao un ertzaina intentó agredir a su mujer y sus hijas con un cuchillo en San Sebastián. Posteriormente, se conoció que había modificado su sexo el pasado mes de noviembre, conforme a la Ley Trans, no cambió su nombre tras registrarse como mujer. Mantuvo su nombre de hombre, pese a registrarse como mujer. En cuanto a un posible fraude de ley en el cambio de sexo, la Fiscalía no contempla presentar una demanda, que abriría un proceso civil independiente del caso penal. En tal escenario, para solicitar la nulidad, se deberían encontrar datos objetivos suficientes para demostrar que la finalidad en el cambio de sexo se dio con un fin ilícito.