España

Iglesias tras el veto a Montero en Sumar: «Me voy a callar para que no se me caigan las lágrimas»

«Me voy a callar para que no se me caigan las lágrimas, eso sí, de orgullo». Así ha reaccionado este viernes el ex vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, tras el veto en las negociaciones de acuerdo a su pareja Irene Montero, ministra de Igualdad, en Sumar tras la decisión de Podemos de concurrir con el proyecto de Yolanda Díaz en las próximas elecciones del 23J. Única tabla de salvación para mantenerse a flote en lo que se ha convertido en una gran marejada política tras el tsunami popular en las elecciones del pasado 28M.

Unas palabras que se subrayan después de que en los últimos días se haya puesto de manifiesto la poca sintonía entre Yolanda Díaz, elevada por Iglesias, Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y líder de la formación morada, e Irene Montero, en los intentos de Podemos y Sumar de llegar a un acuerdo. Mientras, los diferentes integrantes de Podemos han buscado colocarse en las listas y otros puestos ante la debacle de su partido. Un «obstáculo insalvable», ha sido cómo en Sumar han definido a Montero, según ha denunciado Ione Belarra en una comparecencia sin prensa.

La propia Belarra, que a última hora de este viernes se ha confirmado su presencia como quinta en las listas por Madrid, ha destacado que Podemos corre el peligro de no obtener representación en el Congreso en la próxima legislatura. Por ello, ha pedido un «acuerdo justo» y seguir negociando porque no aceptan el veto a su número dos.

Las palabras de Iglesias de este viernes, en una escueta intervención en el programa que presenta en la televisión por internet Canal Red, se unen a las pronunciadas el pasado lunes en la radio. Entonces, indicó que Más Madrid, comunes y Compromís no querían un acuerdo con Podemos porque estos tres partidos son «de ámbito territorial» y estaban planteando vetos a dirigentes de la formación morada de cara a la confección de las listas de Sumar para las elecciones generales del 23 de julio, como ya se ha apuntado a lo largo de estos días.

Unas palabras que contrastan con sus embates del pasado. Ahora, sin embargo, ha preferido también recitar unos versos de la canción Guerra Fría de Los Chikos del Maíz, un grupo musical marxista valenciano, que, según ha afirmado, dan «energía en los días difíciles», cuya procedencia coincide con el lugar donde Yolanda Díaz empezó a dar los portazos a Podemos.

La también ministra de Derechos Sociales no ha querido darse por vencida: ha señalado que la firma de su partido en la coalición con Sumar y otras fuerzas progresistas está «garantizada». Unas palabras que se contradicen con sus propias declaraciones, ya que a su vez pide seguir negociando y replantear los términos de la confluencia que se están negociando, sobre todo sus puestos en las listas a su organización y la situación de Montero del Congreso, donde como se ha mencionado con anterioridad su formación corre el riesgo de desaparecer.