Guardias civiles sobre la campaña de desprestigio del Gobierno: «Una cortina de humo de sus miserias»

• Pelayo Barro @pelayobarro
• Periodista de la sección Nacional. Especializado en información de Interior y Defensa.
• • 07/06/2020 19:03
  • Actualizado: 08/06/2020 09:10

Destituciones, purgas disfrazadas de reestructuraciones, acusaciones de golpismo e insinuaciones sobre la existencia de una «policía patriótica». Los ataques de los últimos días vertidos por el Gobierno contra la Guardia Civil han provocado la reacción de algunos mandos del Cuerpo. Desde la asociación Unión de Oficiales (UOGC) advierten de que todo se trata de una «cortina de humo» para «difuminar sus propias miserias», en referencia a la gestión política de la crisis del coronavirus.

«Dejen de echar cortinas de humo con el único afán de difuminar sus propias miserias». Con esa contundencia ha respondido la Unión de Oficiales de la Guardia Civil, una asociación profesional con mucha representatividad entre las cadenas de mando de la Benemérita, a las insinuaciones y acusaciones que se han hecho desde el Gobierno contra el Instituto Armado tras la destitución del coronel Diego Pérez de los Cobos, apartado de su cargo por el Ministerio del Interior después de negarse a compartir información sobre el informe encargado por la juez Carmen Rodríguez-Medel en plena investigación sobre un posible delito de prevaricación por parte del Gobierno al permitir el 8-M. Esa destitución provocó la dimisión del DAO, el teniente general Laurentino Ceña, y del Jefe del Mando de Operaciones, teniente general Fernando Santafé.

En una nota a la que ha tenido acceso OKDIARIO, titulada ‘El circo de la política salpica el nombre de la Guardia Civil’, UOGC advierte que «sin pretender ahondar en si fue una programada reestructuración o si por otro lado pudo producirse por parte de ese Ministerio una suerte de llamadas e injerencias varias motivadas por la elaboración del conocido y famoso informe de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Madrid (…) sólo significar que en relación a las injerencias, deberá ser la Autoridad Judicial llegado el caso quién dirima en qué medida se pudieron producir».

Para la asociación profesional, lo que han comprobado en los últimos días es «la dialéctica circense de algunos de nuestros políticos» y el hecho de que «se están esgrimiendo discursos con el único fin de justificar su falta de moral, decencia y sentido de Estado formulando las bases de argumentarios que propician el caldo de cultivo necesario para generar fractura social y crispación en nuestra ciudadanía, situando en el centro de la diana el buen nombre de toda una Institución como la Guardia Civil».

«Policía patriótica»

Insisten estos mandos de la institución que «afirmar desde una tribuna que la Guardia Civil es una policía patriótica o que un grupo de agentes de la Guardia Civil busca desestabilizar al Gobierno, definiéndolos de elementos reaccionarios, e incluso expresarse en términos como “golpe de Estado” seguramente no sea la imagen de la mejor gestión y del compromiso de Estado que ustedes sí nos deben al conjunto de la ciudadanía de este país y que como cargos electos deberían de llevar no en su cartera, pero al menos sí en algún espacio de su corazón de compatriotas». Este mismo domingo, el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, insistía en esa línea de la ‘policía patriótica’.

«La Guardia Civil, cuerpo de reconocida neutralidad, solvencia honorabilidad e imparcialidad, cuenta con un bagaje de 176 años, en los que han demostrado ser y estar con este país», advierten desde UOGC.

«Señores políticos, hagan ustedes lo mismo, gestionen y planifiquen la mejor forma de abordar esta crisis sanitaria y económica que se nos ha venido encima, demuestren que están a altura de lo que les exige su cargo y cuenten con el apoyo de la Guardia Civil y sus mandos que han estado y estarán defendiendo nuestra Constitución y nuestro Estado de Derecho, asegurando el bienestar de todos y cada uno de los ciudadanos de este país. Dejen de echar cortinas de humo con el único afán de difuminar sus propias miserias», concluyen.