España
El colapso energético que viene

Las grandes eléctricas avisan a Sánchez del riesgo de un gran apagón a finales de enero

Peligro de apagón eléctrico en España. Las grandes eléctricas ya han avisado al Gobierno de que un momento de poco viento, menos sol y fuerte frío puede provocar un apagón eléctrico por la incapacidad de sumar la generación de electricidad con gas natural en plena punta de demanda. Y las previsiones meteorológicas marcan un momento similar al descrito a finales de enero. Y eso también se lo han avisado las eléctricas al Gobierno.

Enagás ha dejado ya constancia escrita del riesgo de un corte en el suministro de gas si hay “limitaciones en la importación del aprovisionamiento”. Y lo ha hecho justo cuando hay un corte en uno de los grandes gasoductos que riegan España procedentes de Argelia. Pero el sistema eléctrico español también necesita gas natural para sus centrales de ciclo combinado.

Las eléctricas se han sumado al grupo de alertas lanzadas al Ejecutivo por el evidente momento de riesgo energético que atraviesa España. La fecha clave estimada para el posible apagón eléctrico es el final de enero. Las previsiones de las compañías marcan que en esos días la punta de frío, unida a la baja producción de energía eólica y fotovoltaica, por pura cuestión meteorológica, puede provocar una tormenta perfecta y, consecuentemente, un apagón eléctrico.

La explicación es sencilla. El uso del ciclo combinado con gas natural rellena en estos momentos las necesidades energéticas españolas. No es la energía base ni mucho menos, pero es habitual que se necesite su producción de electricidad para colmar cerca de un 5% de la demanda.

Pero todo eso es así, en circunstancias normales del sistema eléctrico. Y con un invierno muy frío -como el que viene-, con un gasoducto cortado -como el que ya se ha cerrado al paso por Marruecos-, con un colapso del mercado de barcos metaneros que traen gas natural a España – como el que se está produciendo-, puede romper el esquema idílico del sistema eléctrico español en estos momentos para dar paso a un apagón eléctrico.
La fecha clave: finales de enero, principios de febrero.

Pedro Sánchez tiene más alertas encima de su mesa. En concreto, la advertencia oficial sobre el riesgo de corte de suministro de gas natural fechada el pasado 29 de septiembre y remitida al Gobierno en el último informe de Enagás en el que se detalla el panorama energético del próximo invierno. La advertencia allí también es rotunda y por escrito: hay garantía de suministro “siempre que no haya limitaciones en la importación del aprovisionamiento”. Y uno de los dos grandes gasoductos que traen el combustible a España desde Argelia ha sido cerrado ya por decisión del Gobierno del presidente Tebboune.

La frase fue plasmada en su Winter Outlook 2021-2022 por Enagás. En España, Enagás es el principal transportista de gas natural y el Gestor Técnico del Sistema Gasista. Es decir, es la empresa que controla el suministro de gas. Y su conclusión remitida a todos los organismos el pasado 29 de septiembre fue rotunda: “Con la capacidad de entrada y el nivel de mallado que presenta el sistema de transporte español, queda garantizada la cobertura del 100% del mercado gasista en cualquier situación de demanda”, pero con una condición: “Siempre que no haya limitaciones en la importación del aprovisionamiento”. Y ahora las hay.

Los barcos para traer gas natural están bajo una fuerte demanda y quienes están consiguiendo llevárselos de forma mayoritaria son los mercados asiáticos. Y uno de los principales tubos que riegan de gas España ha caído en medio de la pelea entre Argelia y Marruecos y no está operativo desde el inicio del mes de noviembre. Sánchez conoce esos datos a la perfección. Pese a ello, lanza a la población el mensaje de que el suministro está garantizado en cualquier caso, algo que es radicalmente falso.