España
PRESUPUESTOS CATALUÑA

Los socialistas dan oxígeno a Aragonés: cierran un pacto para salvar sus Presupuestos

El Govern de Cataluña y el PSC han alcanzado un acuerdo sobre los Presupuestos de la Generalitat para 2023 después de tres meses de negociaciones. Un pacto que, junto al que el Ejecutivo catalán cerró en diciembre con los comunes, asegura la mayoría necesaria para sacar adelante las cuentas.

El acuerdo pone fin a unas negociaciones que desencalló la semana pasada la cesión de ERC con el proyecto de la B-40 en el Vallés (Barcelona), una de las condiciones que exigieron los socialistas para avalar las cuentas.

El pacto se recoge en un primer documento sobre las cuentas, que incluye compromisos en industria, salud, ciencia, renovables, dependencia, educación y seguridad, entre otros, y otro texto sobre grandes infraestructuras.

Como publicó el pasado 30 de enero OKDIARIO, Pedro Sánchez instó al líder del PSC, Salvador Illa, a que pactara con el president de la Generalitat para que Esquerra Republicana apoye la tramitación de dos leyes del Gobierno socialcomunista. Ello, en un año clave por la celebración de las elecciones municipales y autonómicas.

La Ley de Vivienda y la ley mordaza son las dos normas que los socios de coalición quieren abanderar en la inminente campaña electoral, junto a una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional. Unos proyectos que sin ERC, que ha congelado las negociaciones con Moncloa por la falta de avances en la mesa de negociación del referéndum y en la aprobación de los Presupuestos catalanes, no salen adelante.

Acuerdo en la Generalitat

Govern y PSC se han comprometido a avanzar hacia la «modernización del Aeropuerto de Barcelona-El Prat, en paralelo al desarrollo y protección del Delta del Llobregat». Han pactado acordar con el Gobierno una comisión para estudiar el modelo aeroportuario de Cataluña y transformar el aeropuerto para que gane capacidad y sea un hub intercontinental.

El redactado es similar a la propuesta que hizo ERC a una moción del PSC sobre infraestructuras –precisamente, la que desbloqueó el escollo de la B-40 cuando ERC aceptó esta infraestructura–, y que también apostaba por «transformar» el aeropuerto y que mejorar su capacidad.

El acuerdo sobre el aeropuerto insta a tener en cuenta las directivas ambientales europeas, prestando atención al espacio natural protegido del Delta del Llobregat.

También llama a trabajar «sin apriorismos» para encontrar un modelo de consenso en el que el Govern tenga un papel y que mejore las conexiones ferroviarias en AVE con los aeropuertos de Girona y Reus (Tarragona), algo que también aparecía en la moción del PSC y en la enmienda que presentó ERC.