España
Sánchez y sus socios

Junts dice que España le ha ‘robado’ a Cataluña 150.000 millones en 18 meses

  • Roberto Pérez
  • Periodista y licenciado en Ciencias Políticas. Especialista en sector público, economía política y presupuestaria, e instituciones político-administrativas. Trabajó para Agencia Efe y Cope, ejerció durante más de 20 años en ABC -etapa que incluyó el ejercicio temporal de la corresponsalía de Nueva York- y actualmente es subdirector de OKDIARIO.

Junts, el partido que gobierna el golpista fugado Carles Puigdemont, considera que España le ha robado a Cataluña 150.000 millones de euros, siguiendo la tradicional jerga del «España nos roba» que acuñó hace décadas el nacionalismo catalán, convertido en independentismo declarado. La cifra es tan desorbitada como grueso ha sido el revuelo que ha generado el último órdago lanzado por Puigdemont a Pedro Sánchez: exigirle que el Estado, a costa de todos los españoles, pague a la Generalitat 450.000 millones de euros en concepto de una supuesta deuda histórica con Cataluña. Y, a la par, le impone también como condición que la Agencia Tributaria desaparezca de suelo catalán y sea la Generalitat la que recaude todos los impuestos y luego pague al Estado una cantidad pactada periódicamente, siguiendo el modelo foral vasco y catalán.

Es un misterio la calculadora que ha usado Junts para concluir que el Estado arrastra una deuda histórica de 450.000 millones con Cataluña. Puigdemont y los suyos hablan de infraestructuras pendientes de construir, pese a que esta región destaca desde hace décadas por ser una de las más mimadas por los sucesivos gobiernos españoles a la hora de invertir en redes de transportes y equipamientos públicos. También se refieren a supuestas mermas por transferencias de financiación autonómica, a pesar de que tradicionalmente, por su peso en la conformación de los sucesivos gobiernos estatales, el modelo financiero de las comunidades ha sido modelado en gran parte atendiendo a las preferencias del nacionalismo catalán.

Lo que no aclara el informe que ahora exhibe Puigdemont es cómo han calculado todas esas cifras con las que concluyen que España tiene una deuda arrastrada con Cataluña de 450.000 millones. Más aún si se tiene en cuenta que ellos mismos, Junts, en febrero de 2022, cifraba esa supuesta deuda histórica en unos 300.000 millones de euros. Lo dijo el diputado independentista Joan Canadell, ex presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona y actual miembro del Parlament en las filas de Puigdemont.

Si hace año y medio Junts cifraba la deuda en 300.000 millones y ahora la eleva a 450.000 millones significa que, en año y medio, según esta formación separatista, España le ha hurtado a Cataluña 150.000 millones de euros en solo 18 meses. A ese ritmo, la calculadora elevaría la pretendida deuda histórica a favor de Cataluña a un ritmo de 8.333 millones más cada mes. O, lo que es lo mismo, a razón de 11,5 millones de euros más cada hora que pasa.

«España nos roba»

Junts recupera en Cataluña la esencia del «España nos roba», cuando la Generalitat lleva diez años apuntalada financieramente por el Estado con los préstamos privilegiados del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). En estos momentos, sólo por este mecanismo extraordinario que acapara mayoritariamente Cataluña, la Generalitat le debe a España unos 74.000 millones de euros.

Los de Puigdemont eluden cualquier responsabilidad en las desastradas arcas públicas catalanas, a las que el Estado tiene que socorrer de forma extraordinaria con continuas inyecciones financieras desde 2012. Moncloa, ya desde los tiempos de Rajoy, tiene que auxiliar de forma extraordinaria a la Administración autonómica catalana porque la gestión de los sucesivos gobiernos nacionalistas llevó a la Generalitat a ver totalmente cerrados los mercados financieros. Tumbada por el descrédito de la insolvencia, la deuda pública de la Generalitat quedó calificada como «bono basura», al nivel de las emisiones de deuda de países del Tercer Mundo.

La corrupta cuna política de Puigdemont

Ese quebranto afloró con el telón de fondo de los sonados casos de corrupción que acorralaron a Convergència, el partido de Jordi Pujol en el que militó el ex presidente catalán Artur Mas y el mismo en el que inició su carrera política profesional Carles Puigdemont.

Convergència fue sucedida por el PDeCAT, partido que dio lugar a la escisión interna con la que nació el actual Junts. En el historial de esta sucesión de partidos queda el escandaloso caso del 3%, las comisiones ilegales de la Generalitat que gobernó Convergència, y la corrupción continuada que se destapó en Jordi Pujol y su familia.