España
Crisis del coronavirus

El Gobierno plantea suavizar el estado de alarma con 4 veces más contagios diarios que cuando lo decretó

El parón de la actividad económica no esencial finalizará, en principio, a partir del próximo 12 de abril

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La pandemia del coronavirus no da tregua en España: ya son 146.690 los casos confirmados y 14.555 muertos. Cifras demoledoras transcurridos 25 días desde que se decretó el estado de alarma que impuso el confinamiento de los ciudadanos. Aunque el dramático dato de fallecidos se entiende en el resultado de la evolución de la propia enfermedad, sí choca el aún elevadísimo número de contagios diarios: este miércoles, 6.180 más que el día anterior. Un 4,4% más. El 14 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma, la cifra de nuevos casos era de 1.519.

El Ministerio de Sanidad interpreta la evolución en términos porcentuales. Y sí es cierto que, desde entonces, el incremento diario se ha ido relajando Hace una semana, según recordó este miércoles el ministro Salvador Illa, en su comparecencia en el Congreso, el aumento de nuevos casos era del 7% cada 24 horas. Y hace dos, del 15%. Sin embargo, desde que toda la población se recluyó en sus domicilios, el incremento de infecciones no ha dejado de crecer. Y ello complica extraordinariamente la estrategia de «desescalada» de la que ya habla abiertamente el Ejecutivo.

El primero en plantearla fue, ya este sábado, el propio Pedro Sánchez. El socialista avanzó ese día una nueva prórroga del estado de alarma, hasta el 26 de abril, pero ya aventuró que, pasada esa fecha, se suavizarían las estrictas medidas. El Gobierno, dijo, ya trabaja en ese plan post-confinamiento, que será gradual, en función de las circunstancias, y en el que lo primero que se revertirá será el parón de la actividad no esencial que, en principio, se recuperará a partir del 12 de abril. Sánchez mostró un tono eufórico y celebró «conocer más al virus» al que, dijo, «vamos a vencer». Ello, el mismo día en que se notificaban 7.026 nuevos contagios, y con 11.744 fallecidos.

Caos en el Gobierno

El Gobierno carece de un discurso unificado ante una cuestión tan trascendental como qué pasará en las próximas semanas. La ministra de Hacienda y portavoz, María Jesús Montero, dio este miércoles un paso más en ese optimismo y llegó a afirmar que, a partir del 26 de abril, fecha del fin, en principio del estado de alarma, los ciudadanos»podrán ir recuperando su vida normal, recuperando la ocupación de las calles, de las plazas, de manera muy controlada, para que no haya ningún tipo de pico no esperado de vuelta a los contagios».

Sólo unas horas después, el titular de Sanidad, Salvador Illa, la desautorizó, avisando que estamos aún en «la fase dura de combate contra el virus» y que, por tanto, «no estamos en condiciones de definir los escenarios de desescalada».

No obstante, Illa intentó también demostrar que las cifras, por encima de los 6.000 contagios al día, son positivas. Lo justificó en la pendiente que desde el 2 de abril, dijo, «comenzó a descender». La curva se «estabiliza», se «aplana». Añadió que «hemos alcanzado el primer objetivo de llegar al pico de la curva y ya estamos en la fase de ralentización».

Aunque más cauto, el ministro admitió también que en el Gobierno, y de la mano de «los mejores expertos», están considerando ya «qué medidas tomar para garantizar que, llegados al pico, podamos desescalar sin riesgo».

El dato relevante para valorar futuros brotes es esa tasa de contagio, que actualmente en España se mueve en el entorno del 4%. Los expertos señalan que hay que rebajarla prácticamente al cero para reducir ese riesgo al máximo. En caso contrario, los brotes serán una realidad. Por ello, plantearse ahora medidas como flexibilizar el confinamiento o una apertura de negocios es prácticamente una utopía.

Las comunidades más afectadas, Madrid y Cataluña, siguen reportando todavía un incremento de contagios considerables a diario. En el primer caso, se notificaron 1.981 nuevas infecciones entre el martes y el miércoles. En el segundo, 1.324. Pero las cifras siguen siendo también preocupantes en regiones también muy azotadas, como Castilla-La Mancha, donde se confirmaron 711 nuevos enfermos; Castilla y León, con 477 o País Vasco, con 431.

Para hacerse una idea, una semana después de decretarse el confinamiento -y cuando la pandemia estaba totalmente descontrolada-Madrid notificaba 1.756 casos diarios y Cataluña, 933. Cifras inferiores a las actuales.

El crecimiento de contagios cuestiona también los periodos que las autoridades consideran para la enfermedad. Según Sanidad, entre el inicio de los síntomas y la confirmación del diagnóstico median entre 7 y 10 días, a los que hay que añadir los cinco de incubación. Es decir, unos 15 días entre que se produce el contagio y el caso se confirma. Más de tres semanas después del confinamiento, en cambio, el virus sigue demostrando su resistencia.