Cómo acceder a la universidad sin hacer selectividad: estos son los estudios que necesitas

• Blanca Espada @blank7133
• Redactora de contenidos en OkDiario. Escribiendo para blogs y empresas de contenidos digitales desde 2007.
• • 01/06/2025 08:45
  • Actualizado: 01/06/2025 08:45

Ahora que estamos en el periodo en el que arranca la convocatoria ordinaria de la Selectividad 2025 o Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU), puede que te estés preguntando si existe alguna manera de acceder a una carrera en la universidad pero sin tener que pasar por estos exámenes. Y lo cierto es que sí que es posible, aunque deberás tener otro tipo de formación o también haber superado cierto límite de edad.

Entre las vías alternativas que permiten acceder a la universidad sin necesidad de hacer las PAU, están entonces las pensadas para quienes optaron por la Formación Profesional, otras para quienes han acumulado experiencia laboral o tienen más de 25, 40 o 45 años. Incluso hay opciones pensadas para estudiantes internacionales o personas que buscan una titulación universitaria sin pasar por los cauces habituales. Lo importante es conocer estas posibilidades y saber qué requisitos exige cada una.

A veces, elegir un camino diferente al de la mayoría puede parecer arriesgado, pero también puede ser más adecuado para ciertas personas. No todos aprenden igual, no todos tienen las mismas circunstancias ni las mismas prioridades. Por eso, que existan varias formas de llegar a la universidad es una buena noticia. A continuación, exploramos las principales alternativas a la Selectividad y los estudios que permiten acceder a la universidad sin haber pasado por ese examen.

Cómo acceder a la universidad sin hacer la Selectividad

La vía más clara y consolidada para acceder a la universidad sin Selectividad es haber cursado un Grado Superior de Formación Profesional. Quienes obtienen el título de Técnico Superior en cualquier especialidad (incluidas las de Artes Plásticas y Diseño o las deportivas) pueden acceder directamente a estudios universitarios de grado. En este caso, la nota de acceso se calcula a partir de la media del ciclo formativo, y puede alcanzar hasta un 10. Sin embargo, si el estudiante desea subir esa nota para optar a grados con mayor demanda, puede presentarse voluntariamente a las pruebas específicas de la Selectividad y mejorarla hasta un máximo de 14 puntos.

Además, muchas universidades contemplan el reconocimiento de créditos para quienes vienen de la FP. Esto significa que algunas asignaturas cursadas en el ciclo pueden ser convalidadas, lo que acorta el tiempo y el esfuerzo necesarios para completar el grado. Por supuesto, este reconocimiento depende de la universidad y del grado elegido, pero es una ventaja importante que no se suele tener en cuenta.

Esta vía es ideal para estudiantes que han encontrado su vocación a través de la práctica, que valoran una formación más aplicada y que, con el tiempo, deciden seguir creciendo académicamente. De hecho, cada vez más jóvenes optan por este camino, conscientes de que les permite entrar en el mercado laboral antes y continuar su formación cuando están más seguros de lo que quieren estudiar.

Acceso para mayores de 25, 40 y 45 años

La universidad no tiene edad, y por eso existen fórmulas específicas para quienes, por distintos motivos, no pudieron estudiar en su momento pero desean hacerlo ahora. En este sentido, hay tres tipos de acceso diferenciados: para mayores de 25 años, para mayores de 40 con experiencia laboral relacionada y para mayores de 45.

En el caso de los mayores de 25 y de 45, es necesario realizar una prueba de acceso que organizan las universidades. Esta evaluación suele incluir ejercicios de comprensión lectora, expresión escrita y, en algunos casos, una parte específica relacionada con la rama de conocimiento del grado que se quiere cursar. Superada esta prueba, se accede al proceso de admisión como cualquier otro candidato.

Para los mayores de 40 años, el proceso es algo diferente. Si no tienen estudios previos que les habiliten para entrar a la universidad, pueden hacerlo demostrando su experiencia laboral en un sector relacionado con el grado al que aspiran. Además de acreditar esta trayectoria, deben superar una entrevista personal que valora sus capacidades, motivaciones y adecuación al perfil del estudiante universitario.

Esta alternativa es especialmente útil para quienes llevan años trabajando y sienten que ha llegado el momento de dar un paso más, reciclarse o cambiar de rumbo. También para quienes buscan cumplir un sueño pendiente o abrirse nuevas oportunidades profesionales.

¿Y qué ocurre en el caso de los estudiantes internacionales?

El acceso a la universidad española también está abierto a estudiantes extranjeros, aunque el camino varía según el país de origen y los acuerdos educativos existentes. Aquellos que tengan el Bachillerato Europeo, el Diploma de Bachillerato Internacional o estudios equivalentes de algún país de la Unión Europea (o con convenios internacionales) pueden acceder sin necesidad de hacer la EBAU, siempre que sus calificaciones se homologuen y se ajusten al sistema español.

En cambio, quienes procedan de sistemas educativos no comunitarios deben realizar un trámite de homologación de sus estudios de secundaria o de Formación Profesional. Este proceso se gestiona a través del Ministerio de Educación y Formación Profesional y permite obtener un certificado que acredite la equivalencia con el Bachillerato o un título de Técnico Superior, lo que abriría también las vías de acceso ya mencionadas.

Títulos propios: formación universitaria con otros requisitos

Otra opción menos conocida pero perfectamente válida es cursar un título propio universitario. Muchas universidades, tanto públicas como privadas, ofrecen estas titulaciones diseñadas para formar en ámbitos específicos, con un enfoque muy práctico y vinculado al mercado laboral. En este caso, no se exige haber pasado por la EBAU, ya que los criterios de admisión los define cada institución.

Eso sí, hay que distinguir entre los títulos oficiales, que tienen validez en todo el Espacio Europeo de Educación Superior, y los títulos propios, que dependen exclusivamente de la universidad que los imparte. Estos últimos no suelen habilitar para oposiciones o másteres oficiales, pero pueden ser una excelente vía para formarse, ampliar el currículo y acceder a nuevas oportunidades laborales.

Además, algunas universidades ofrecen programas específicos de becas y descuentos para estos estudios, lo que puede facilitar el acceso a personas con menos recursos o con situaciones particulares, como los deportistas de élite o los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Universidades privadas y online

Por último, cabe destacar que algunas universidades privadas y online han desarrollado sus propios modelos de acceso, más flexibles y adaptados a distintos perfiles. En estos casos, se valora más la motivación, la trayectoria profesional o las capacidades personales que la nota obtenida en un examen estandarizado. Esto hace que personas con trayectorias diversas puedan acceder a estudios superiores sin haber pasado por Selectividad.